¡Ocupemos el mundo!
Occupy the world!
En 2011, se ha dado una extensión imparable de las luchas populares que han alumbrado un nuevo “ciclo rebelde global”, en el que hemos sido, de algún modo, un huelguista porturario de Oakland, una estudiante griega okupando su facultad, un islandés cacerola en mano frente a un banco, una activista egipcia enfrentando a Mubarak y a la Junta Militar, un precario portugués organizándose contra el miedo y la inseguridad.
La “dictadura de los mercados” ha sido ese elemento necesario para reconocernos en el “otro”. Somos la misma cosa: el mismo objeto de explotación. Pero también somos el mismo sujeto, el mismo cuerpo capaz de negar lo existente como inevitable: Es por eso que hemos aprendido juntos y juntas a vencer el miedo individual para encontrar la fuerza en lo colectivo y ocupar el espacio público. Cada práctica de resistencia está siendo un estímulo. Se difunden y se readaptan a contextos aparentemente desconectados y lo hacen para trasladar, casi cada día, el centro del movimiento de un escenario a otro: hoy Egipto, mañana alguna ciudad de EEUU, pasado Atenas o Moscú. El mes siguiente un nuevo país. Este libro recoge y analiza este crisol de experiencias con escritos de autores de todo el mundo.
16,00€
Categorías: Movimientos sociales
¡Ocupemos el mundo!
Occupy the world!
En 2011, se ha dado una extensión imparable de las luchas populares que han alumbrado un nuevo “ciclo rebelde global”, en el que hemos sido, de algún modo, un huelguista porturario de Oakland, una estudiante griega okupando su facultad, un islandés cacerola en mano frente a un banco, una activista egipcia enfrentando a Mubarak y a la Junta Militar, un precario portugués organizándose contra el miedo y la inseguridad.
La “dictadura de los mercados” ha sido ese elemento necesario para reconocernos en el “otro”. Somos la misma cosa: el mismo objeto de explotación. Pero también somos el mismo sujeto, el mismo cuerpo capaz de negar lo existente como inevitable: Es por eso que hemos aprendido juntos y juntas a vencer el miedo individual para encontrar la fuerza en lo colectivo y ocupar el espacio público. Cada práctica de resistencia está siendo un estímulo. Se difunden y se readaptan a contextos aparentemente desconectados y lo hacen para trasladar, casi cada día, el centro del movimiento de un escenario a otro: hoy Egipto, mañana alguna ciudad de EEUU, pasado Atenas o Moscú. El mes siguiente un nuevo país. Este libro recoge y analiza este crisol de experiencias con escritos de autores de todo el mundo.