OBSCÉNICA
Hilda Hilst es una de las más grandes escritoras brasileras del siglo XX. Poeta, dramaturga y novelista de personalidad irreverente, Hilst dedicó gran parte de su obra a la «narrativa obscena» con el fin de ganar lectores y dinero, según afirmó. Sin embargo, en el trayecto logró algo más importante: denunciar problemáticas sociales como la violencia de género en un momento en el que era tabú.
Obscénica es un libro dual que reúne buena parte de lo mejor de sus Cuentos de escarnio y su poemario Bufólicas. Esta edición muestra toda la potencia literaria de una autora que elevó la narrativa obscena a las Alturas y la acercó a Dios, al tematizar la corporalidad en su intento místico de hallar respuestas a preguntas trascendentales: «Hans era sabio, Clódia. Sabía que no había que hacerse demasiadas preguntas, que la vida solo es viable si se permanece en la superficie, en los matices, en las acuarelas».
Este libro es tan provocador como las imágenes —un estallido de colores y figuras pop-porno-soft— del renombrado artista portugués André da Loba. Seguramente Hilst, fiel a su estilo desenfadado, hubiera estado encantada con la publicación de esta obra y nos habría invitado a una fiesta exuberante e interminable para celebrarlo.
«Hilda Hilst se manifestó a favor de la libertad de las mujeres en lo profesional, lo artístico, lo amoroso y lo salaz. Cargó con marcas que en su época resultaban negativas y hoy la distinguen como una adelantada y una precursora.» —Teresa Arijón y Bárbara Belloc
18,90€
Palabras clave: erotica, pornografia, sexualidad
OBSCÉNICA
Hilda Hilst es una de las más grandes escritoras brasileras del siglo XX. Poeta, dramaturga y novelista de personalidad irreverente, Hilst dedicó gran parte de su obra a la «narrativa obscena» con el fin de ganar lectores y dinero, según afirmó. Sin embargo, en el trayecto logró algo más importante: denunciar problemáticas sociales como la violencia de género en un momento en el que era tabú.
Obscénica es un libro dual que reúne buena parte de lo mejor de sus Cuentos de escarnio y su poemario Bufólicas. Esta edición muestra toda la potencia literaria de una autora que elevó la narrativa obscena a las Alturas y la acercó a Dios, al tematizar la corporalidad en su intento místico de hallar respuestas a preguntas trascendentales: «Hans era sabio, Clódia. Sabía que no había que hacerse demasiadas preguntas, que la vida solo es viable si se permanece en la superficie, en los matices, en las acuarelas».
Este libro es tan provocador como las imágenes —un estallido de colores y figuras pop-porno-soft— del renombrado artista portugués André da Loba. Seguramente Hilst, fiel a su estilo desenfadado, hubiera estado encantada con la publicación de esta obra y nos habría invitado a una fiesta exuberante e interminable para celebrarlo.
«Hilda Hilst se manifestó a favor de la libertad de las mujeres en lo profesional, lo artístico, lo amoroso y lo salaz. Cargó con marcas que en su época resultaban negativas y hoy la distinguen como una adelantada y una precursora.» —Teresa Arijón y Bárbara Belloc