Kurt Hiller (1885-1972), filósofo y poeta, fue uno de los referentes del expresionismo alemán. En 1909 fundó junto a Karl Kraus, Jakob van Hoddis o Erwin Loewenson, entre otros, la asociación literaria Der Neue Club que dio vida a un programa de actividades poéticas conocido como Cabaret neopatético. Siempre pendiente de la realidad, escribió en múltiples publicaciones sobre la situación de social y política desde los años previos a la Primera Guerra Mundial hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de sus trabajos giran en torno al socialismo, la responsabilidad de los intelectuales, los derechos de la comunidad homosexual y el pacifismo. A veces contradictorio, siempre fue un pensador incómodo tanto para compañeros de activismo como para editores. Fue uno de los miembros más activos del Institut für Sexualwissenschaft del que acabaría siendo director tras su fundador Magnus Hirschfeld. Como socialista, judío, pacifista, intelectual y homosexual aunó y exacerbó los odios nazis, en especial el de Joseph Goebbels. Entre 1933 y 1934 sufrió varias detenciones en los campos de concentración de Columbia, Brandemburgo y Oranienburg donde le torturaron.