Còmic

  • <p>Sin duda alguna, es &eacute;sta la obra m&aacute;s ambiciosa de Rai Ferrer. En ella el autor vuelve a interesarse por el movimiento obrero espa&ntilde;ol, y tomando como hilo conductor la figura del revolucionario leon&eacute;s Buenaventura Durruti, construye de manera veraz y artesanal una historia apasionada del anarquismo espa&ntilde;ol.</p> <p>Dos son los aspectos que hay que destacar en este trabajo, que pretende romper moldes en la confecci&oacute;n de libros, tal y como ahora los conocemos: por un lado, el apartado art&iacute;stico, realizado tras una ingente labor de rastreo de toda clase de materiales iconogr&aacute;ficos del periodo que nos ocupa, y por otro, la labor hist&oacute;rica, que mantiene las pautas de inter&eacute;s de las s&iacute;ntesis hist&oacute;ricas de autores como Vicens Vives y Pierre&nbsp; Vilar.</p> <p>El libro, tal y como explica el autor, no es un canto al hombre desaparecido sino un canto al movimiento anarquista espa&ntilde;ol desde su fundaci&oacute;n hasta el estallido de la guerra civil.</p> <p>Un texto y unas im&aacute;genes que aspiran a devolver a su lugar hist&oacute;rico, sin manipulaciones, una experiencia revolucionaria, interrumpida violentamente por el poder.</p> <p>Para la hora del regreso, &laquo;a imitaci&oacute;n de los folletos que llevaron la &quot;idea&quot; anarquista hasta los confines de la piel de toro&raquo;, se ha realizado este libro artesanal, que, en palabras del autor, &laquo;quiere ser una herramienta de futuro&raquo;.</p>
  • <p><font size="3"><font face="Times New Roman"><font color="#000000">Gaspar Garc&iacute;a, m&aacute;s conocido como Pinturillas, naci&oacute; en Sevilla y dibuja desde que tiene uso de raz&oacute;n. Comenz&oacute; a realizar algunos -trabajos en el a&ntilde;o 1980 y desde entonces no ha parado. Public&oacute; en<span style="">&nbsp; </span>Diario de Sevilla las tiras de <i style="">&quot;El hombre Coche&quot;,</i> desde 1999 a 2001, que posteriormente fueron compilados en tres libros editados por Editorial Padilla Libros, donde hab&iacute;a publicado anteriormente <i style="">Historietas Paralelep&iacute;pedas</i> sobre gui&oacute;n de Fede Gonz&aacute;lez. Colabor&oacute; con la cantante Martirio en el dise&ntilde;o y elaboraci&oacute;n de sus primeras peinetas y tambi&eacute;n en portadas de discos de Albahaca, Cantores de H&iacute;spalis y en el vestuario de Kiko Veneno. Desde hace ya algunos a&ntilde;os dise&ntilde;a y maqueta la revista La Cag&aacute; del Palomo que edita y distribuye el Mercadillo Cultural del Pumarejo. En 2011 publica <i style="">El secreto de los pumarejiensix</i> y el c&oacute;mic que tienes ahora en tus manos <i style="">El c&oacute;dice de Oirasor</i>. En su m&aacute;s sana intenci&oacute;n est&aacute; el seguir dibujando y regalando historietas a su ya habitual y entusiasmado p&uacute;blico.</font></font></font></p>
  • <p><i><font size="2" face="Verdana"><em>La herradura</em> es un libro ilustrado de relatos. 15 relatos breves, po&eacute;ticos, m&aacute;gicos, que toman por escenario La Herradura (un enorme edificio de protecci&oacute;n social al borde de la M-30 madrile&ntilde;a) y que tienen por excusa los palos del flamenco. </font></i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 10px; margin-right: 10px;"><font size="2" face="Verdana"> A los caballos les ponen herraduras para evitar que desgasten demasiado r&aacute;pido sus pezu&ntilde;as... y evitarles as&iacute; dolor de pies. A algunos gitanos y otros desheredados de Madrid les pusieron tambi&eacute;n una herradura. Por encima, por debajo y tambi&eacute;n por fuera.<br /> Una Herradura que es un edificio, un tablao, un teatro de protecci&oacute;n social.<br /> Pero a estos caballos de dos patas les siguen doliendo las pezu&ntilde;as. De tirar del carro. O qui&eacute;n sabe... quiz&aacute;s sea de tanto bailar. De tanto bailarle a la vida con ritmos de rebeli&oacute;n, de desaf&iacute;o sordo y cotidiano al reloj de las horas del trabajo para la reproducci&oacute;n del capital.<br /> La herradura son relatos, im&aacute;genes, susurros. Los palos del flamenco ser&aacute;n aqu&iacute; el comp&aacute;s de un cante a la existencia de esas divergencias cotidianas... Un cante lleno de convicci&oacute;n y ligereza, porque tanto la herida como la firme resoluci&oacute;n a la no renuncia est&aacute;n ya muy dentro... y porque fuera la muerte acecha... </font></p>
  • Che

    14,00
    <p>El libro ha sido ya publicado en Francia, Alemania, Inglaterra, Grecia, Italia, Indonesia, Jap&oacute;n, Corea, Rep&uacute;blica Checa y Am&eacute;rica Latina. &quot;El enfoque de Spain sobre el Che es brillante e innovador.&quot; Art Spiegelman Desde su muerte en 1967, Ernesto &ldquo;Che&rdquo; Guevara se convirti&oacute; en la figura revolucionaria de mayor repercusi&oacute;n mundial. Este libro de investigaci&oacute;n, dram&aacute;tico y extenso, aporta una nueva visi&oacute;n de la lucha y la historia del famoso guerrillero. El impactante dibujo de Spain Rodr&iacute;guez ilumina la vida del Che y las experiencias que lo conformaron, como su viaje en motocicleta por Latinoam&eacute;rica, su ascenso a l&iacute;der del movimiento revolucionario de Fidel Castro, sus viajes por &Aacute;frica, su participaci&oacute;n en la insurgencia que acab&oacute; con su muerte en Bolivia y su extraordinario legado. &quot;Spain es uno de los gigantes del c&oacute;mic. Es un dibujante excepcional. Su obra es inconfundible.&quot; Joe Sacco, autor de Palestina</p>
  • Rupay

    15,00
    <p><font size="2" face="Verdana"><i><i>El 17 de mayo de 1980 el PCP Sendero Luminoso comenz&oacute; un incendio quemando las actas electorales de un pueblito de Ayacucho. Su objetivo era encender la llama de la revoluci&oacute;n. Una &laquo;chispa en la pradera&raquo; que terminar&iacute;a incendiando todo Per&uacute;. </i> </i></font> <i> </i></p> <p><i> </i> <font size="2" face="Verdana">&laquo;Rupay&raquo;, en quechua, es el ardor, el calor, el fuego. Este <i>Rupay</i> son algunas historias de la violencia pol&iacute;tica que asol&oacute; Per&uacute; durante m&aacute;s de una d&eacute;cada. Historias sacadas de esa Comisi&oacute;n de la Verdad y Reconciliaci&oacute;n que en 2001 intent&oacute; rescatar la memoria de las v&iacute;ctimas del brutal enfretamiento entre Sendero Luminoso y el ej&eacute;rcito y gobierno peruano. <br /> M&aacute;s de 69.000 fueron las v&iacute;ctimas. 69.000 personas desaparecidas, ejecutadas, torturadas... La mayor&iacute;a campesinos quechuahablantes, senderistas o soldados... pero siempre integrantes de las capas &laquo;inferiores&raquo;, subalernas, populares...<br /> Ni los pol&iacute;ticos ni la Iglesia reconocieron sus responsabilidades por una espiral de violencia que prendi&oacute; sobre el pasto de la desigualdad, la impunidad y la injusticia. <br /> Este c&oacute;mic intenta recuperar parte de la memoria popular de aquel momento tr&aacute;gico y b&aacute;rbaro que los vencedores no han dejado de reescribir. Porque como dijera el fil&oacute;sofo de <i> Las iluminaciones </i> &laquo;tampoco los muertos estar&aacute;n seguros ante el enemigo cuando &eacute;ste venza. Y este enemigo no ha cesado de vencer&raquo;... </font></p>
  • <p>Todos, probablemente, llevamos en nuestro interior un destripador. Y todos, alguna vez, hemos deseado desatarle las manos para que el imb&eacute;cil que nos toca la bocina estando el sem&aacute;foro en rojo, o el cretino que irrespeta la fila, o el necio que hace rugir los caballos de su moto junto al beb&eacute; dormido, lleven su merecido.</p> <p>Naturalmente, tal atisfacci&oacute;n, no por deseada debe ser posible, y los tantos animales urbanos son absueltos de la pena de destripamiento a la que con gusto los condenar&iacute;amos.</p> <p>Claro que, nos queda el papael para cobrar venganza. Por ello es que Jack el Destripador escribi&oacute; este diario que, antes de que usted termine de leerlo, me consta, tambi&eacute;n lo va a hacer suyo.</p>
  • <p><font size="2" face="Verdana">La comunidad<i> es la historia de una aventura colectiva que se ubica en los a&ntilde;os posteriores al 68. Una historia llena de utop&iacute;a y de voluntad de lucha. Una aventura emprendida en 1972 por un grupo de j&oacute;venes que funda una comunidad rural para cambiar desde sus bases esa sociedad capitalista y productivista que tanto rechazan.</i></font></p> <p><font size="2" face="Verdana">Armado de micr&oacute;fono y lapiz, Herv&eacute; Tanquerelle ha recogido el testimonio de su suegro, Yann Benno&icirc;t, uno de los fundadores de &quot;la comunidad&quot;. Se establece as&iacute; un di&aacute;logo entre dos generaciones muy diferentes: la del 68, llena de utop&iacute;a; y la actual, dominada por el cinismo... Entre los recuerdos de Yann y el escepticismo de Tanquerelle ir&aacute; apareciendo el bagaje ideol&oacute;gico del proyecto, los azares que lo hicieron posible, la actividad econ&oacute;mica que lo sustentaba, sus v&iacute;nculos con la comunidad rural vecina...</font></p> <p><font size="2" face="Verdana">El movimiento de mayo del 68 va a proporcionar a Yann y a sus compa&ntilde;eros el sustento ideol&oacute;gico para una voluntad compartida: escapar de un mundo regido por la burgues&iacute;a y el individualismo. </font></p> <p><font size="2" face="Verdana">Cuatro a&ntilde;os despu&eacute;s &eacute;l y sus amigos trabajan colectivamente en una serigraf&iacute;a fundada con la ayuda de su padre. Todos tienen entre 20 y 25 a&ntilde;os y empiezan a so&ntilde;ar con trasladar su actividad y su vida al campo... Dan as&iacute; con una vieja moliner&iacute;a que se convierte as&iacute; en el marco de una nueva experiencia colectiva: trabajar sin patr&oacute;n, sin horarios, cultivar sus propios alimentos, alcanzar la autonom&iacute;a y renunciar al mundo de la facilidad y del consumo. Comienza entonces una aventura que se vive no como una utop&iacute;a sino como una evidencia compartida...</font></p> <p><font size="2" face="Verdana">Pero de entrada... hay que reformarlo todo, o incluso reconstruirlo... La moliner&iacute;a llevaba varios a&ntilde;os abandonada y casi todo est&aacute; en ruinas. Son muy pocos los que conocen algo de alba&ntilde;iler&iacute;a, pero con mucha voluntad y la ayuda de diferentes amigos, se ponen manos a la obra y convierten la comunidad en una laboriosa colmena. Empiezan instalando el taller de serigraf&iacute;a y habilitando unas pocas casas para los que ya se han mudado. Seis meses despu&eacute;s varias familias est&aacute;n ya instaladas...</font></p> <p><font size="2" face="Verdana">En paralelo al rechazo del consumismo se alaba la autosuficiencia: as&iacute;, entre todos, van a cultivar un huerto, varias hect&aacute;reas, criar cerdos, patos, gallinas... Y poco a poco, entre curiosidad, errores, favores, bodegas y partidos de f&uacute;tbol, llegar&aacute;n divertidos contactos con el vecino, el idolatrado agricultor...</font></p>
  • <p>Desde las p&aacute;ginas del peri&oacute;dico Regeneraci&oacute;n fue uno de los principales impulsores de la lucha popular, en la cual particip&oacute; activamente. No se le recuerda tanto como a Emiliano Zapata o Francisco Villa. Ricardo es un personaje negado en la Historia; se le ha querido hacer desaparecer a cualquier precio. Su pensamiento se ha ocultado sistem&aacute;ticamente, incluso de forma tergiversada. No se le perdona que fuera un hombre &iacute;ntegro y por ello sufri&oacute; persecuciones, reclusi&oacute;n, atentados y asesinato. No se le perdona que no se doblegase y que prefiriese morir casi ciego en la c&aacute;rcel o que no se dejase comprar. Flores Mag&oacute;n tuvo afinidad con el movimiento zapatista debido a que el anarquismo de Ricardo se combinaba con el agrarismo y el comunalismo ind&iacute;gena. En el presente volumen &ndash;que lo hemos titulado <em>&iexcl;Viva Tierra y Libertad!</em>&ndash; , recogemos parte de su trabajo period&iacute;stico: los cuentos &ndash;a veces casi f&aacute;bulas&ndash; que utiliz&oacute; de forma pedag&oacute;gica para concienciar al pueblo, publicados en el peri&oacute;dico Regeneraci&oacute;n.</p>
  • <p>Alfonso L&oacute;pez ofrece lo mejor que debe tener el humor: contundencia. Cada dibujo &aacute;gil e impactante, cada texto breve, es un golpe a ese aborregamiento de correcci&oacute;n que nos venda los ojos. Y lo transmite a trav&eacute;s de la recuperaci&oacute;n del humor negro que nos abre los sentidos.</p>
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