Editorial: Hiru Argitaletxea

Col·lecció: Colección informe

ISBN: 9788495786821

274 págs.

Cuba 2005

Desde nuestras tribunas de opinión, ha sido habitual medir la realidad política cubana con el patrón que más hemos dado en considerar de nuestra propiedad: las ideas de "democracia", de "división de poderes" o de "Estado de derecho". Ahora bien, Cuba podría ser también una buena vara con la que medir los contornos de nuestros mitos, nuestras ilusiones y nuestras mentiras. Hubo un tiempo en que se decía que Cuba era el laboratorio para las esperanzas de América Latina. Se invirtieron no pocos esfuerzos en desmantelar ese laboratorio y muchos más en frustrar esas esperanzas. Pero los avatares de la Historia no pueden restar ni un ápice de razón a lo que allí se estaba experimentando: el intento, en realidad genuinamente ilustrado, de constituir una ciudad política que dependiera por entero de sus buenas y de sus malas leyes. En este y en otros muchos sentidos, Cuba es, todavía hoy, lo que nosotros decimos ser: una sociedad en la que la instancia política, la argumentación y el diálogo tienen en sus manos los destinos de su ciudadanía. Frente a ello, nuestra realidad parlamentaria, secuestrada por las leyes del capitalismo y la voluntad de sus gestores, atiborrada de propaganda, viciada de evidencias prefabricadas, vendida a intereses en lugar de comprometida con argumentos, ofrece el espectáculo de un juego degradante y vacío, tal y como si la humanidad no hubiera abandonado la minoría de edad pre-ilustrada más que para empeñarse en desembocar en un estado de subdesarrollo intelectual y de infantilismo político y moral.

16,00

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Alfonso Sastre (escritor), Carlos Fernández Liria (filósofo), Santiago Alba Rico (filósofo), Carlo Frabetti (matemático), John Brown (escritor), Belén Gopegui (escritora).
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Cuba 2005

16,00

Desde nuestras tribunas de opinión, ha sido habitual medir la realidad política cubana con el patrón que más hemos dado en considerar de nuestra propiedad: las ideas de "democracia", de "división de poderes" o de "Estado de derecho". Ahora bien, Cuba podría ser también una buena vara con la que medir los contornos de nuestros mitos, nuestras ilusiones y nuestras mentiras. Hubo un tiempo en que se decía que Cuba era el laboratorio para las esperanzas de América Latina. Se invirtieron no pocos esfuerzos en desmantelar ese laboratorio y muchos más en frustrar esas esperanzas. Pero los avatares de la Historia no pueden restar ni un ápice de razón a lo que allí se estaba experimentando: el intento, en realidad genuinamente ilustrado, de constituir una ciudad política que dependiera por entero de sus buenas y de sus malas leyes. En este y en otros muchos sentidos, Cuba es, todavía hoy, lo que nosotros decimos ser: una sociedad en la que la instancia política, la argumentación y el diálogo tienen en sus manos los destinos de su ciudadanía. Frente a ello, nuestra realidad parlamentaria, secuestrada por las leyes del capitalismo y la voluntad de sus gestores, atiborrada de propaganda, viciada de evidencias prefabricadas, vendida a intereses en lugar de comprometida con argumentos, ofrece el espectáculo de un juego degradante y vacío, tal y como si la humanidad no hubiera abandonado la minoría de edad pre-ilustrada más que para empeñarse en desembocar en un estado de subdesarrollo intelectual y de infantilismo político y moral.

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Alfonso Sastre (escritor), Carlos Fernández Liria (filósofo), Santiago Alba Rico (filósofo), Carlo Frabetti (matemático), John Brown (escritor), Belén Gopegui (escritora).
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