El compromiso en una época oscura
La oscuridad o la luminosidad de una época dependen de la existencia de posibilidades concretas de superación de aquello que amenaza la vida, bajo todas sus formas. Las épocas anteriores han sido épocas de la promesa: ya sea la promesa de la salvación en el más allá, propia de la época de Dios, o bien la promesa del “paraíso terrenal”, característica de la época del Hombre. En la actualidad vivimos en la era del “hombre normal”, ese individuo flexible, “resiliente”, que no es nada en sí, y que no obstante puede llegar a serlo todo (desde el momento en que resulta económicamente útil). Ahora bien, nuestra época es oscura en la medida en que dicha creencia, según la cual todo es posible, produce en realidad una gran impotencia.
Frente a la producción masiva de este individuo sin suelo, los autores apelan a un compromiso-investigador. Se trata de construir formas de acción que no sean tributarias de creencias en un futuro mejor, lo que significa que han de pasar por la aceptación del mundo tal y como es; es decir, se trata de restablecer la complejidad de la realidad rechazando la existencia de un centro, especie de punto de vista “de ninguna parte”, desde el cual se podría totalizar el saber sobre la sociedad y actuar globalmente sobre ella. En ese sentido el desarrollo de la potencia de actuar y de conocer pasa por el reconocimiento de la multiplicidad de las dimensiones que nos atraviesan, así como por la profundización de los paisajes y de las situaciones que fundan nuestras existencias y por el mantenimiento de un pensamiento del conflicto, condiciones todas ellas para resistir ante la artefactualización del mundo y de lo vivo.
Miguel Benasayag es filósofo y psicoanalista. Angélique del Rey es profesora de Filosofía. Ambos desarrollan desde hace varios años una reflexión innovadora sobre la cuestión del compromiso. De manera conjunta han publicado Connaître est agir (La Découverte, 2006), y Elogio del Conflicto (Tierrade nadie ediciones, 2012). Asimismo, colaboran en los trabajos del colectivo Malgré tout.
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Categories: Filosofia
El compromiso en una época oscura
La oscuridad o la luminosidad de una época dependen de la existencia de posibilidades concretas de superación de aquello que amenaza la vida, bajo todas sus formas. Las épocas anteriores han sido épocas de la promesa: ya sea la promesa de la salvación en el más allá, propia de la época de Dios, o bien la promesa del “paraíso terrenal”, característica de la época del Hombre. En la actualidad vivimos en la era del “hombre normal”, ese individuo flexible, “resiliente”, que no es nada en sí, y que no obstante puede llegar a serlo todo (desde el momento en que resulta económicamente útil). Ahora bien, nuestra época es oscura en la medida en que dicha creencia, según la cual todo es posible, produce en realidad una gran impotencia.
Frente a la producción masiva de este individuo sin suelo, los autores apelan a un compromiso-investigador. Se trata de construir formas de acción que no sean tributarias de creencias en un futuro mejor, lo que significa que han de pasar por la aceptación del mundo tal y como es; es decir, se trata de restablecer la complejidad de la realidad rechazando la existencia de un centro, especie de punto de vista “de ninguna parte”, desde el cual se podría totalizar el saber sobre la sociedad y actuar globalmente sobre ella. En ese sentido el desarrollo de la potencia de actuar y de conocer pasa por el reconocimiento de la multiplicidad de las dimensiones que nos atraviesan, así como por la profundización de los paisajes y de las situaciones que fundan nuestras existencias y por el mantenimiento de un pensamiento del conflicto, condiciones todas ellas para resistir ante la artefactualización del mundo y de lo vivo.
Miguel Benasayag es filósofo y psicoanalista. Angélique del Rey es profesora de Filosofía. Ambos desarrollan desde hace varios años una reflexión innovadora sobre la cuestión del compromiso. De manera conjunta han publicado Connaître est agir (La Découverte, 2006), y Elogio del Conflicto (Tierrade nadie ediciones, 2012). Asimismo, colaboran en los trabajos del colectivo Malgré tout.