La horda
Una revolución mágica
«Nunca acabará. Jamás habrá paz. No mientras ellos existan. No mientras nos neguemos a darnos por vencidos». 1623, París está en guerra. Hay espías en cada esquina y miembros de los temidos Despiertos han puesto precio a la cabeza de los escurridizos Invisibles (también conocidos como la Universidad Oculta o el Colegio Invisible), pertenecientes a La Horda, una constelación de grupos rebeldes y forajidos a través de los tiempos. Los Invisibles, sin embargo, no están solos. La ciudad, convertida en un laberinto lleno de peligros, pasadizos y territorios ocupados («La ciudad tiene sus propios planes, su particular tablero secreto. Siempre hay resurrecciones a la vuelta de la esquina. Porque nombrar algo es hacerlo retornar, lo mismo que soñarlo o evocarlo a medianoche», advierte el narrador), está controlada por una red de grupos, como la Orden de la Serpiente o La Banda Negra, entre otros, y las emboscadas se suceden. Todo parece precipitarse hacia la insurrección total: los cometas anuncian el final, tropas mercenarias extienden el terror, alquimistas y magos se han puesto al servicio de unos y otros. Mientras Europa se encuentra sumida en el caos y la destrucción provocados por la Guerra de los Treinta Años, varias facciones de revolucionarios, usando armas mágicas y un extraño libro llamado Arcadia, han decidido fundar el reino de Dios en la tierra y combatir al papa, al que consideran el Anticristo.
Estamos en 1983, en Londres, y esta historia oculta ve la luz gracias a la enigmática figura de Morgana, que desaparece misteriosamente tras la explosión de su apartamento. Su legado, el llamado Manuscrito Morgana, afirma que La Horda ha contado con agentes como Giordano Bruno, John Dee, René Descartes, Mijaíl Bakunin, William S. Burroughs o Alexander Trocchi, entre muchos otros, y que la guerra invisible continúa aquí y ahora. «Es muy posible que hayas leído sobre muchos de estos grupos —narra Morgana—, pero hasta la fecha jamás se han revelado sus conexiones y la trascendencia de su misión. Existen referencias a la existencia de La Horda desde los tiempos de Simón el Mago e incluso mucho antes, en los textos ancestrales atribuidos a Zoroastro, en Persia, o Fo-Hi, en China. Sus miembros, sin embargo, han estado cerca de ti, más de lo que te imaginas. Incluso puede que te hayan hablado, lanzado señuelos o dejado pistas en el camino». Desde entonces, el investigador James H. Blames ha seguido el rastro de Morgana de forma obsesiva, sin sospechar que tras este se esconde un peligro absolutamente real.
Servando Rocha ha escrito una monumental novela trampa donde la ficción se mezcla con el ensayo, y viceversa, hasta convertirse en un objeto dañino, un moderno mapa del tesoro compuesto por decenas de entradas de diario, ensayos o epistolarios, el legado maldito de una verdadera Comunidad Secreta, todo eso que alguna vez sospechaste o soñaste con que fuese real. Porque «todo final es un principio y todo principio es también el final de algo. Así que no busquéis vencedores ni vencidos, porque la batalla se sigue librando ahora y aquí mismo».
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Categories: Narrativa
La horda
Una revolución mágica
«Nunca acabará. Jamás habrá paz. No mientras ellos existan. No mientras nos neguemos a darnos por vencidos». 1623, París está en guerra. Hay espías en cada esquina y miembros de los temidos Despiertos han puesto precio a la cabeza de los escurridizos Invisibles (también conocidos como la Universidad Oculta o el Colegio Invisible), pertenecientes a La Horda, una constelación de grupos rebeldes y forajidos a través de los tiempos. Los Invisibles, sin embargo, no están solos. La ciudad, convertida en un laberinto lleno de peligros, pasadizos y territorios ocupados («La ciudad tiene sus propios planes, su particular tablero secreto. Siempre hay resurrecciones a la vuelta de la esquina. Porque nombrar algo es hacerlo retornar, lo mismo que soñarlo o evocarlo a medianoche», advierte el narrador), está controlada por una red de grupos, como la Orden de la Serpiente o La Banda Negra, entre otros, y las emboscadas se suceden. Todo parece precipitarse hacia la insurrección total: los cometas anuncian el final, tropas mercenarias extienden el terror, alquimistas y magos se han puesto al servicio de unos y otros. Mientras Europa se encuentra sumida en el caos y la destrucción provocados por la Guerra de los Treinta Años, varias facciones de revolucionarios, usando armas mágicas y un extraño libro llamado Arcadia, han decidido fundar el reino de Dios en la tierra y combatir al papa, al que consideran el Anticristo.
Estamos en 1983, en Londres, y esta historia oculta ve la luz gracias a la enigmática figura de Morgana, que desaparece misteriosamente tras la explosión de su apartamento. Su legado, el llamado Manuscrito Morgana, afirma que La Horda ha contado con agentes como Giordano Bruno, John Dee, René Descartes, Mijaíl Bakunin, William S. Burroughs o Alexander Trocchi, entre muchos otros, y que la guerra invisible continúa aquí y ahora. «Es muy posible que hayas leído sobre muchos de estos grupos —narra Morgana—, pero hasta la fecha jamás se han revelado sus conexiones y la trascendencia de su misión. Existen referencias a la existencia de La Horda desde los tiempos de Simón el Mago e incluso mucho antes, en los textos ancestrales atribuidos a Zoroastro, en Persia, o Fo-Hi, en China. Sus miembros, sin embargo, han estado cerca de ti, más de lo que te imaginas. Incluso puede que te hayan hablado, lanzado señuelos o dejado pistas en el camino». Desde entonces, el investigador James H. Blames ha seguido el rastro de Morgana de forma obsesiva, sin sospechar que tras este se esconde un peligro absolutamente real.
Servando Rocha ha escrito una monumental novela trampa donde la ficción se mezcla con el ensayo, y viceversa, hasta convertirse en un objeto dañino, un moderno mapa del tesoro compuesto por decenas de entradas de diario, ensayos o epistolarios, el legado maldito de una verdadera Comunidad Secreta, todo eso que alguna vez sospechaste o soñaste con que fuese real. Porque «todo final es un principio y todo principio es también el final de algo. Así que no busquéis vencedores ni vencidos, porque la batalla se sigue librando ahora y aquí mismo».