La infamia de Chicago
El origen del 1º de mayo
Traducción al castellano de los discursos de Albert Parsons, August Spies, Louis Lingg, Adolph Fischer y George Engel antes de conocer sus sentencias de muerte. Ellos, junto a Michael Schwab, Samuel Fielden y Oscar Neebe fueron los conocidos «Mártires de Chicago». Caber recordar que en estos hechos reside el origen de la jornada reivindicativa del 1º de mayo.
Ellos fueron destacados obreros revolucionarios e impulsores de la lucha en pro de las 8 horas en mayo de 1886. Tras la explosión de una bomba tras una carga policial contra un meeting en la Plaza Haymarket de Chicago, el 4 de mayo de 1886, fueron sentenciados unos a muerte y otros a penas de prisión tras una infamia judicial. Sus discursos ante el tribunal son aún hoy una muestra de convicción revolucionaria ante un sistema liberal desbordado por la radicalidad obrera de entonces.
Esta edición también incluye el prólogo de 1912 de Lucy E. Parsons, viuda de Albert Parsons, así como un prólogo exclusivo de esta edición, pequeñas biografías de ellos y varias notas de edición y traducción que ayudan a poner en contexto y entender mejor estos magníficos discursos.
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Categories: Memòria Històrica i Guerra Civil
La infamia de Chicago
El origen del 1º de mayo
Traducción al castellano de los discursos de Albert Parsons, August Spies, Louis Lingg, Adolph Fischer y George Engel antes de conocer sus sentencias de muerte. Ellos, junto a Michael Schwab, Samuel Fielden y Oscar Neebe fueron los conocidos «Mártires de Chicago». Caber recordar que en estos hechos reside el origen de la jornada reivindicativa del 1º de mayo.
Ellos fueron destacados obreros revolucionarios e impulsores de la lucha en pro de las 8 horas en mayo de 1886. Tras la explosión de una bomba tras una carga policial contra un meeting en la Plaza Haymarket de Chicago, el 4 de mayo de 1886, fueron sentenciados unos a muerte y otros a penas de prisión tras una infamia judicial. Sus discursos ante el tribunal son aún hoy una muestra de convicción revolucionaria ante un sistema liberal desbordado por la radicalidad obrera de entonces.
Esta edición también incluye el prólogo de 1912 de Lucy E. Parsons, viuda de Albert Parsons, así como un prólogo exclusivo de esta edición, pequeñas biografías de ellos y varias notas de edición y traducción que ayudan a poner en contexto y entender mejor estos magníficos discursos.