Bensaid ha sido de esos pocos pensadores que en los 90 siguieron insistiendo en que la sociedad puede cambiar radicalmente. Sin por ello dejar de atender a la inquietud de Hannah Arendt de que «la política pudiera desaparecer completamente del mundo» en la infernal repetición de la eternidad mercantil. Por eso este libro recupera a Lenin -y a otros tantos- y su concepción de «la política como la irrupción de lo rechazado». Leyendo a Bensaid, volvemos a creer con Benjamin -otra fuente clave de este libro que publicamos con Viento Sur- en el tiempo estratégico de la política como «un tiempo discontinuo lleno de nudos y de vientres de acontecimientos». Abandonada pues la religión de la historia, Bensaid aboga por «aceptar la incertidumbre y adoptar una política profana». Pero sin perder potencia, atendiendo a la inmensa paradoja de «organizar lo inorganizable» enfrentando la dialéctica entre lo instituyente y lo instituido sin dudar en nada de la «la actualidad de un comunismo radical».

Repensar la política como arte estratégico, superar la mera repetición de los textos de los clásicos del marxismo y del pensamiento crítico, dialogar con ellos y sus contemporáneos en medio del nuevo período histórico que nos ha tocado vivir. Ésas son algunas de las principales preocupaciones que recorren la obra de alguien que se esforzó por contribuir a una racionalidad histórica alternativa, construida a través de los conflictos que surgen en torno a las relaciones de dominación, depredación y explotación que perviven y se agravan en este planeta. Una tarea necesaria en medio de una época en la que los y las de abajo dudan entre el miedo y la cólera; el miedo legítimo al paro y a las consecuencias sociales de una crisis inédita, y la cólera ante las injusticias y las desigualdades.