Los huesos del viento
En los Huesos del viento estamos… En estas cartas estamos…
Imperfectas rarezas metiendo nuestras narices por el mundo.
Hurgando en molestas tristezas.
Desmontando ideales femeninos cosificados, fantasías vacías.
Poblando de pétalos y mariposas el amanecer inconcluso de las cárceles y la miseria infame de la opresión.
Desmoronando la sistémica política de lo correcto.
Repensando lo justo y lo injusto.
Por todas las que hundieron en el agua…
Por las que enterraron en el barro…
Por las que se extinguieron en la oscura noche del poder impune y ni una estrella brilla en su nombre…
Convencidas de que hay muchos carteros y pocas carteras decidimos carta a carta acarrear recados, lazos y firmezas… solo trozos de un tiempo en rebeldía con la mansedumbre indiferente de los que solo obedecen.
Disfrute y canto rompiendo esos silencios que asesinan.
Sin conocernos nos tentamos y emprendimos la osadía de salir al encuentro. Juntas quisimos unir el ser y vivir. El pensar y sentir. El errar y corregir. El reír y llorar. Porque eso y más es lo humano en rebelión.
Recorrerán –si nos leen– la bruma, la tormenta, la calma.
Cartas al mar, como el golpear del agua horadando la roca.
Misivas desde los huesos al viento, como honduras dolorosas de nuestro tiempo de mujeres taladrando estas páginas. Van al encuentro de otras y otros, eso sí, auténticamente imperfectas, proponiendo la sinapsis social.
12,00€
Categories: Poesía
Los huesos del viento
En los Huesos del viento estamos… En estas cartas estamos…
Imperfectas rarezas metiendo nuestras narices por el mundo.
Hurgando en molestas tristezas.
Desmontando ideales femeninos cosificados, fantasías vacías.
Poblando de pétalos y mariposas el amanecer inconcluso de las cárceles y la miseria infame de la opresión.
Desmoronando la sistémica política de lo correcto.
Repensando lo justo y lo injusto.
Por todas las que hundieron en el agua…
Por las que enterraron en el barro…
Por las que se extinguieron en la oscura noche del poder impune y ni una estrella brilla en su nombre…
Convencidas de que hay muchos carteros y pocas carteras decidimos carta a carta acarrear recados, lazos y firmezas… solo trozos de un tiempo en rebeldía con la mansedumbre indiferente de los que solo obedecen.
Disfrute y canto rompiendo esos silencios que asesinan.
Sin conocernos nos tentamos y emprendimos la osadía de salir al encuentro. Juntas quisimos unir el ser y vivir. El pensar y sentir. El errar y corregir. El reír y llorar. Porque eso y más es lo humano en rebelión.
Recorrerán –si nos leen– la bruma, la tormenta, la calma.
Cartas al mar, como el golpear del agua horadando la roca.
Misivas desde los huesos al viento, como honduras dolorosas de nuestro tiempo de mujeres taladrando estas páginas. Van al encuentro de otras y otros, eso sí, auténticamente imperfectas, proponiendo la sinapsis social.