Editorial: Dado ediciones

ISBN: 9788494507236

192 págs.

Los orígenes del sentimiento religioso según Durkheim

Producto de una reordenación de sus estudios hacia la sociología religiosa y la intervención en el debate entre sociología y psicología, el presente volumen de Maurice Halbwachs muestra cómo el libro de Durkheim “Las formas elementales de la vida religiosa” (1912) inunda la sociología francesa de entreguerras. La teoría sociológica de la religión, lejos de despreciar a ésta, le reconoce un valor y le atribuye una realidad: puesto que la religión cumple una función social necesaria, no podría verse en ella una creación artificial, ni una simple mentira creada por la casta sacerdotal.
Para las ciencias sociales, la religión es ante todo una institución humana, y como tal, si decansase en el error y la mentira, no hubiese podido durar tan largo tiempo y poseer todavía hoy tal vitalidad. Las religiones tienen, sin duda, que estar fundadas en la naturaleza de las sociedades.
En este sentido, hay en toda religión, por grosera y bárbara o por rara y complicada que nos parezca, un elemento de verdad. Lo que resta es buscar qué función útil cumplen las religiones en la sociedad. Por ello es necesaria una redefinición de la religión: un sistema solidario de creencias y de prácticas que unen en una misma comunidad moral, llamada Iglesia, a todos los que a ella se adhieren.

15,00

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Los orígenes del sentimiento religioso según Durkheim

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Producto de una reordenación de sus estudios hacia la sociología religiosa y la intervención en el debate entre sociología y psicología, el presente volumen de Maurice Halbwachs muestra cómo el libro de Durkheim “Las formas elementales de la vida religiosa” (1912) inunda la sociología francesa de entreguerras. La teoría sociológica de la religión, lejos de despreciar a ésta, le reconoce un valor y le atribuye una realidad: puesto que la religión cumple una función social necesaria, no podría verse en ella una creación artificial, ni una simple mentira creada por la casta sacerdotal.
Para las ciencias sociales, la religión es ante todo una institución humana, y como tal, si decansase en el error y la mentira, no hubiese podido durar tan largo tiempo y poseer todavía hoy tal vitalidad. Las religiones tienen, sin duda, que estar fundadas en la naturaleza de las sociedades.
En este sentido, hay en toda religión, por grosera y bárbara o por rara y complicada que nos parezca, un elemento de verdad. Lo que resta es buscar qué función útil cumplen las religiones en la sociedad. Por ello es necesaria una redefinición de la religión: un sistema solidario de creencias y de prácticas que unen en una misma comunidad moral, llamada Iglesia, a todos los que a ella se adhieren.

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