Editorial: Melusina

Col·lecció: general

ISBN: 9788496614253

512 págs.

Edición: 1ª ed., 1ª imp. (18 junio 2007)

Memorias de un anarquista en prisión

El veintitrés de julio de 1892, Alexander Berkman entró en la oficina del magnate Henry Clay Frick para matarlo. El asesinato sería, en la tradición libertaria, un attentat, una acción política violenta destinada a despertar la conciencia de la clase trabajadora de los Estados Unidos. Tras ser juzgado y condenado a veintidós años de prisión, Berkman tuvo que hacer frente a una realidad que no se compadecía con su ideario anarquista. Sus memorias son, en este sentido, un doloroso proceso de aprendizaje condicionado por las condiciones brutales impuestas por la vida en prisión. Ningún otro libro aborda de forma tan sincera el comportamiento criminal en la hermética sociedad carcelaria, la homosexualidad o la extorsión. Ningún otro prisionero político se acerca a la simpatía de Berkman hacia aquellos que la mayoría de los revolucionarios denomina delincuentes comunes. Kenneth Rexroth = Alexander Berkman es uno de los héroes perdidos del radicalismo americano, una voz pura e insólita de la rebeldía. Howard Zinn

20,00

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Paraules clau: Política, Memorias

Estas memorias, narradas de manera clara y directa, un estilo absolutamente accesible pero, al mismo tiempo, muy sólido. El Confidencial = Muy interesante. Cambio 16 = … poco a poco cobrando altura en su vuelo literario hasta acabar siendo un agudo retrato de la esencia humana y de la gesta revolucionaria de unos hombres que hoy, a la luz de una época marcada por la indiferencia y el capitalismo, parecen personajes de ficción. Carpe Diem
Alexander Berkman. Hijo de un adinerado hombre de negocios judío, se quedó huérfano a los dieciocho años y decidió emigrar a los Estados Unidos, donde conoció a su compañera y amante Emma Goldman, una inmigrante rusa empleada en una fábrica téxtil. Muy influenciados por las obras de Johann Most, Berkman y Goldman se implicaron en la campaña pro-liberación de los hombres apresados en el bombardeo de Haymarket. En 1892, Henry Frick, propietario de la planta de acero de Homestead, decidió frenar los intentos de huelga de sus trabajadores, lo que llevó a una lucha cruenta que acabó con diez obreros asesinados y sesenta heridos. Berkman decidió atacar este gesto e intentó matar a Frick, quien no murió y Berkman fue condenado a veintidós años en prisión. Liberado en 1906, Berkman y Goldman encabezaron el movimiento anarquista en los Estados Unidos, publicando clandestinamente semanarios radicales como Mother Earth o Blast, y libros como Anarquism and Other Essays (1910) de Goldman o Memorias de un anarquista en prisión (1912) de Berkman. Tras varios incidentes y acusaciones, fueron deportados a la Unión Soviética durante el Miedo Rojo de 1917, pero tras la represión en Kronstadt se mudaron a Suecia, Alemania y finalmente Francia, sin dejar de denunciar al Gobierno soviético con sus libros The Bolshevik Myth (1925), Letters from Russian Prisons (1925) o El ABC del comunismo libertario (1929). Berkman tenía una salud y una economía precarias, y acabó suicidándose el 28 de junio de 1936.
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Memorias de un anarquista en prisión

20,00

El veintitrés de julio de 1892, Alexander Berkman entró en la oficina del magnate Henry Clay Frick para matarlo. El asesinato sería, en la tradición libertaria, un attentat, una acción política violenta destinada a despertar la conciencia de la clase trabajadora de los Estados Unidos. Tras ser juzgado y condenado a veintidós años de prisión, Berkman tuvo que hacer frente a una realidad que no se compadecía con su ideario anarquista. Sus memorias son, en este sentido, un doloroso proceso de aprendizaje condicionado por las condiciones brutales impuestas por la vida en prisión. Ningún otro libro aborda de forma tan sincera el comportamiento criminal en la hermética sociedad carcelaria, la homosexualidad o la extorsión. Ningún otro prisionero político se acerca a la simpatía de Berkman hacia aquellos que la mayoría de los revolucionarios denomina delincuentes comunes. Kenneth Rexroth = Alexander Berkman es uno de los héroes perdidos del radicalismo americano, una voz pura e insólita de la rebeldía. Howard Zinn

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Paraules clau: Política, Memorias

Editorial: Melusina

Col·lecció: general

ISBN: 9788496614253

512 págs.

1ª ed., 1ª imp. (18 junio 2007)

Alexander Berkman. Hijo de un adinerado hombre de negocios judío, se quedó huérfano a los dieciocho años y decidió emigrar a los Estados Unidos, donde conoció a su compañera y amante Emma Goldman, una inmigrante rusa empleada en una fábrica téxtil. Muy influenciados por las obras de Johann Most, Berkman y Goldman se implicaron en la campaña pro-liberación de los hombres apresados en el bombardeo de Haymarket. En 1892, Henry Frick, propietario de la planta de acero de Homestead, decidió frenar los intentos de huelga de sus trabajadores, lo que llevó a una lucha cruenta que acabó con diez obreros asesinados y sesenta heridos. Berkman decidió atacar este gesto e intentó matar a Frick, quien no murió y Berkman fue condenado a veintidós años en prisión. Liberado en 1906, Berkman y Goldman encabezaron el movimiento anarquista en los Estados Unidos, publicando clandestinamente semanarios radicales como Mother Earth o Blast, y libros como Anarquism and Other Essays (1910) de Goldman o Memorias de un anarquista en prisión (1912) de Berkman. Tras varios incidentes y acusaciones, fueron deportados a la Unión Soviética durante el Miedo Rojo de 1917, pero tras la represión en Kronstadt se mudaron a Suecia, Alemania y finalmente Francia, sin dejar de denunciar al Gobierno soviético con sus libros The Bolshevik Myth (1925), Letters from Russian Prisons (1925) o El ABC del comunismo libertario (1929). Berkman tenía una salud y una economía precarias, y acabó suicidándose el 28 de junio de 1936.
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Estas memorias, narradas de manera clara y directa, un estilo absolutamente accesible pero, al mismo tiempo, muy sólido. El Confidencial = Muy interesante. Cambio 16 = … poco a poco cobrando altura en su vuelo literario hasta acabar siendo un agudo retrato de la esencia humana y de la gesta revolucionaria de unos hombres que hoy, a la luz de una época marcada por la indiferencia y el capitalismo, parecen personajes de ficción. Carpe Diem