Este libro sugiere una nueva explicación sobre por qué las intervenciones de paz internacionales suelen no alcanzar su máximo potencial. Basado en muchos años de investigación etnográfica en zonas de conflicto alrededor del mundo, el libro demuestra que los elementos cotidianos —como los hábitos sociales de los expatriados y las aproximaciones comunes para entender sus áreas de operación— influyen enormemente en la efectividad del proceso de construcción de paz. 
Individuos de todo el mundo y con modos de hacer muy diversos comparten numerosas prácticas, hábitos y narrativas cuando sirven como intervinientes en las zonas de conflicto. Estas actitudes y acciones comunes posibilitan que los constructores de paz extranjeros funcionen sobre el terreno, pero también suelen provocar consecuencias inintencionadas que boicotean el esfuerzo internacional. Algunos expatriados aplican ya modos alternativos de pensamiento y acción, a menudo con resultados notables, pero siguen siendo una minoría. A través de un análisis en profundidad de la vida cotidiana y el trabajo de los intervinientes, este libro propone vías alternativas para ayudar a las poblaciones locales a construir una paz duradera.