Durante siete años, el artista plástico y docente Ramón Cascado desarrolló una actividad terapéutica en Centros Psicopedagógicos de la periferia de París con niños y adolescentes conflictivos. En su Taller de Expresión Libre se daba carta blanca a los niños con problemas que acudían a la consulta y en donde podían, primero con el cuerpo y finalmente con la palabra, expresar sus problemas y sus angustías. No se pretendía que los pequeños realizasen obras artísticas, sino que pudiesen expresarse libremente. Lo que allí acontecía ayudaba al psicólogo, psicoanalista o educador especializado a buscar la solución del problema de cada niño, muchas veces recurriendo a una terapia de apoyo entre los familiares del pequeño paciente. La constante atención de Ramón Cascado al mundo de la infancia le ha movido a recopilar, además de los casos más significativos vividos en su Taller, unos ejemplos de reacciones infantiles en la vida cotidiana, cosechadas en el entorno familiar o,  simplemente, en la calle, tanto en Francia como en su país, España.