ISBN: 9788494469602

159 págs.

Sentir Madrid como si existiera un todo

Geografía poética y etnografía reencantada de una ciudad

Dentro del amplio abanico de experiencias humanas donde la poesía late, el contacto con lo maravilloso juega para mí un papel privilegiado. Entiendo lo maravilloso como la pérdida en la inmensidad de la realidad. Debido a su poder de saturación del presente, combinado con su capacidad radical de suspender cualquier inercia o previsibilidad, los fenómenos de lo maravilloso son uno de los acontecimientos que mejor contribuye a la vida plena de las mujeres y los hombres.
La geografía poética podría entenderse como una ciencia de lo particular, según la divertida ocurrencia ‘patafísica, que explora y cartografía la relación de la poesía, definida como acabo de hacer, con el espacio cotidiano en el que uno se desenvuelve. Pero fallamos si queremos entenderla como una actividad orientada al conocimiento. La geografía poética podría definirse mejor como una vivencia del medio físico y social cotidiano, en la que el espacio y los acontecimientos poéticos, de implicaciones y naturalezas diversas pero siempre reveladores, se van entretejiendo hasta conformar el territorio que sostiene y a la vez produce el sentido de una vida. Por tanto, en la geografía poética la voluntad de conocimiento se erotiza.

8,00

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Dentro del amplio abanico de experiencias humanas donde la poesía late, el contacto con lo maravilloso juega para mí un papel privilegiado. Entiendo lo maravilloso como la pérdida en la inmensidad de la realidad. Debido a su poder de saturación del presente, combinado con su capacidad radical de suspender cualquier inercia o previsibilidad, los fenómenos de lo maravilloso son uno de los acontecimientos que mejor contribuye a la vida plena de las mujeres y los hombres.
La geografía poética podría entenderse como una ciencia de lo particular, según la divertida ocurrencia ‘patafísica, que explora y cartografía la relación de la poesía, definida como acabo de hacer, con el espacio cotidiano en el que uno se desenvuelve. Pero fallamos si queremos entenderla como una actividad orientada al conocimiento. La geografía poética podría definirse mejor como una vivencia del medio físico y social cotidiano, en la que el espacio y los acontecimientos poéticos, de implicaciones y naturalezas diversas pero siempre reveladores, se van entretejiendo hasta conformar el territorio que sostiene y a la vez produce el sentido de una vida. Por tanto, en la geografía poética la voluntad de conocimiento se erotiza.

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