Veinte años contagiando antagonismo (Diagonal)

Veinte años contagiando antagonismo

La pionera editorial Virus cumple su vigésimo aniversario rodeada de proyectos afines y manteniendo el principio de edición autogestionada y asamblearia

Surgió en 1991 a partir de revistas como La Lletra A o La puça i el general

Por Adrià Crespo / Foto: Ramon Fornell

Nada más entrar, el almacén. Subvirtiendo la distribución de una editorial comercial cualquiera, nada más entrar al local de Virus, en pleno barrio chino de Barcelona, uno se encuentra con las cajas, con centenares de ejemplares de libros en su interior. Más allá, las mesas, donde nos recibe una de las personas de este colectivo de seis para contarnos cómo se organizan, con qué criterios publican los títulos, cómo lo han hecho para resistir 20 años de entorno ideológico hostil como editorial y distribuidora independiente, alternativa, antagonista.

Cuando Virus echó a andar en 1991 encontraron un campo yermo. Era gente vinculada a los centros sociales, a los ateneos populares, al movimiento libertario, que ya tenía experiencia en el ámbito de la edición y la distribución. Desde El Lokal montaban mesas en conciertos y eventos de todo tipo, y repartían fanzines, casetes, chapas, pegatinas, por toda la península. Publicaban contenidos desde revistas como La lletra A o la antimilitarista La puça i el general. Pero, de libro, poco. Cayeron en la cuenta de que había mucha cultura de artículo, peromuy poca de libro, con lo que ello comportaba de poca profundización en el discurso. Hacía falta una iniciativa que facilitara el acceso a textos complicados de leer en nuestro país; había que potenciar en definitiva la lectura de un cierto tipo de libros que, en aquel entonces, sencillamente, ni se editaban ni se distribuían. Y empezaron a editar y a distribuir.

Poco a poco fueron contagiando a su entorno, con ensayos sobre ecologismo, feminismo, críticas a la escuela y a la cárcel, biografías demujeres y hombres anarquistas olvidados por cualquier tipo de historiografía.

El consejo editorial

Como colectivo que es, las personas que han ido tejiendo Virus durante todos estos años no han sido siempre lasmismas. Del grupo inicial sólo queda una y sin embargo la esencia autogestionaria no ha cambiado. Pese a que no son formalmente una cooperativa, trabajan y deciden como tal, de forma horizontal; con división del trabajo para las tareas más técnicas y reuniones en asamblea cada 15 días para las decisiones importantes. En otras palabras, son seis personas que se distribuyen las labores comerciales, de edición, maquetación, administración y de almacén, pero que se reúnen para proponerse lecturas y para decidir, al fin, qué vale la pena sacar.

Como las personas que han formado parte de Virus participan también de movimientos sociales diversos, la asamblea se nutre de ideas y propuestas de textos trabajados en distintos foros, con temáticas que responden a inquietudes diferentes. Y ahí es donde hay que valorar que la editorial lleve 20 años manteniéndose con textos de comercialidad dudosa, porque al fin y al cabo son los que es interesante sacar. Obviamente Virus no es una empresa capitalista por lo que el beneficio no tiene ningún sentido, aunque por la misma viabilidad de cada libro y delmismo proyecto, cada título se saca con la intención de venderlo. Además, frente a títulos quizá más comerciales, como «El lado oscuro de Google», procuran editar obras mucho más pequeñas que se saben no ya difíciles de sostener sino claramente deficitarias desde el primer momento.

Con esta misma voluntad, y bebiendo de la filosofía anti-copyright presente en los ‘90, hace siete años que Virus ha tomado conciencia del discurso de la cultura libre y publica sus títulos con licencias abiertas, excepto en los casos de traducciones que las restringen. Pese a las dificultades a las que se enfrenta elmundo del libro, no perciben que el hecho de colgar contenidos en la web haya afectado negativamente a las ventas. Al final, reconocen, que un título tenga más salida «depende del interés que suscite y de la comunidad de lectores que éste pueda generar».

Cuestiones económicas aparte, tienen claras un par de cosasmás en lo que respecta a los criterios de selección de títulos: dentro de un marco temático amplio, que quizá podríamos llamar libertario o de izquierda antiautoritaria,cabe cualquier texto riguroso y de calidad, aunque provoque discrepancias en el seno de la misma asamblea. Ello conlleva que el colectivo sea cercano a mucha gente, dentro de los movimientos sociales, y que a la vez no sea la editorial de nadie. En pocas palabras, no querían ser «una editorial anarquista si eso significaba no poder publicar cosas no anarquistas».

Por otro lado, a pesar de que intente publicar cosas que no lluevan sobre mojado y que sean novedosas para el debate político,Virus procura huir de las modas editoriales de cada momento, quizá para poner un poco de perspectiva a posibles flores de un día. De ahí que no hayamos aún visto en su catálogo la última novedad candente sobre el 15M.

Hoy Virus es una más en una gran red de editoriales en la península con intereses y objetivos similares. Traficantes de sueños, Cambalache, Pepitas de calabaza, etc. Desde un punto de vista mercantil se les llamaría competencia, pero aquí las cosas son muy distintas. La aparición de nuevos proyectos editoriales de este tipo ha sido siempre impulsada y celebrada, porque ayudan a hacer crecer un sector, unas comunidades de lectores y un tipo de discurso que finalmente redunda en todos.

Que Virus distribuya para 60 editoriales de todo el Estado español da prueba de ello. En realidad, poniéndonos estupendos, el objetivo es siempre el mismo: romper la hegemonía y abrir vetas para la disidencia política, que en estos últimos veinte años ha estado, y está, en graves aprietos. Hoy, al menos, el campo editorial que en 1991 estaba yermo va dando, con esfuerzo, su fruto.


Virus por Virus: dos autores fundamentales

- R. Fernández Durán. El conjunto de la obra publicada por el referente del ecologismo español, Ramón Fernández Durán, en Virus editorial, es a día de hoy una aportación imprescindible para comprender el mundo en que vivimos. La dominación económica, la crisis ecológica, energética y ambiental o el impacto de la era digital, han sido terrenos en los que Ramón ha aportado una lucidez que mantendrá su vigencia durante muchos años.

- Antonio Téllez Solà. La aportación de Antonio Téllez Solà (1921-2005) a Virus no sólo está en sus obras. Él dio el canon y la forma de una colección que se anticipó al boom de la memoria histórica, y que abrió un espacio a los historiadores no académicos, de los que él mismo es un referente incuestionable. Además de su obra sobre Quico Sabaté, Virus ha publicado su libro El MIL i Puig Antich.

 

Reportaje publicado en Diagonal n.º 164, 21 de diciembre de 2011

 

 

20 anys d'edició i distribució alternativa