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<p>El libro que tienes en tus manos, estimado lector, se propone recuperar la memoria de la rebeldía de los oprimidos que enarbolaron los ideales magonistas durante la Revolución Mexicana, entre agosto de 1910 y febrero de 1913.</p> <p>El magonismo como fuerza participante en la Revolución Mexicana aspiró a abolir el poder, no a ejercerlo; la autoemancipación y el auto-gobierno de las masas populares eran sus metas. Es un movimiento precursor de las luchas emancipadoras que promueven la autogestión de la sociedad. Recuperar la memoria del hacer y el saber insurreccional magonista es parte de la construcción de un conocimiento histórico de las luchas del pueblo y de la utilización de este saber en la rebeldía actual. La historia escrita por los triunfadores tiende a ocultar la importante participación de los magonistas en la derrota de la dictadura de Porfirio Díaz, su negativa a aceptar los Tratados de Ciudad Juárez y, con ello, a subordinarse a la dirección democrática-burguesa del maderismo.</p> <p>La historia de los vencedores prefiere olvidar que los magonistas se mantuvieron rebeldes durante el interinato de Francisco León de Barra y que no aceptaron ni la rendición ni la cooptación que les ofrecía el nuevo régimen maderista, como tampoco la aceptaron los zapatistas, sus hermanos de anhelos y rebeldía. Como buenos libertarios, lucharon por un mundo nuevo en el que las fábricas, la tierra y la libertad fueran para todos: por ello, tras la caída de Dïaz, mantuvieron encendida la antorcha de la insurrección.</p>
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<p>Escribir este libro, dice el autor, «es abrir una herida. Asumir con responsabilidad la historia de una pena. Escribir para mí siempre ha tenido que ver con intentar visibilizar los cuerpos menospreciados y ninguneados en el devenir histórico. Escribí este manifiesto para hablar de mi intimidad, de cómo un proceso de inmigración, en el fin del mundo, abrió las grietas de mi piel. Este manifiesto es una búsqueda de reconciliación, también, con cómo en la isla dominicana mi familia y los contextos heterosociales y machistas donde nací y crecí se relacionaban con el color de su piel —a la de mi madre referencio—, con su pelo, con su personalidad y de cómo ella, por su valentía aprendió a sobrevivir en un mundo tan racista y misógino. Este <em>Manifiesto Antirracista</em> contiene las luxaciones que buscan en mi propio cuerpo una reivindicación, una reparación micropolítica. Toda esta responsabilidad en los planos personales de mis afectos más próximos aspira a ser una aportación a todas las resistencias actuales e históricas que intentan desdibujar la concepción de que hay entre los seres humanos una supuesta supremacía racial. Este Manifiesto es una nueva oración yoruba, además, las 21 divisiones del vudú dominicano invitando a una fiesta colorida donde se llora, pero también se baila.»</p>
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<p>Cruzar miradas desde África subsahariana con sus descendientes en América Latina y el Caribe y viceversa, en estos tiempos, como sujetos históricos, es parte de un acercamiento necesario para lograr una mayor comprensión de lo que hemos sido, somos y seremos a la luz de la dinámica global que estamos viviendo, sin mediaciones o enfoques no pertinentes. Escribir desde nosotr@s, desde nuestros territorios y combates históricos, es revisar lo que se ha escrito desde otros enfoques algunas veces interpretados a medias, otras veces con enfoques racistas y discriminatorios.</p> <p><em>Afrodescendientes en América Latina y el Caribe</em>, es un ensayo que parte desde una visión crítica históricamente con la creación del término despectivo “negro” jurídicamente impuesto a finales del siglo XVII por el administrado colonialista francés Jean Batista Colbert. Aquí se aborda con indignación las justificaciones biológicas y espirituales por la intelectualidad eurocéntrica en detrimento de nuestra africania. Las luchas desde el secuestro de nuestros ancestros en África subasahariana hasta nuestros días no han cesado, es un viento que sopla en todas las direcciones por la justicia social, económica, política y espiritual, como lo afirmo el movimiento social afrodescendiente en la III Conferencia contra la Discriminación Racial, la xenofobia y sus formas conexas, convocado por la ONU, en la ciudad de Durban, Sudáfrica (septiembre del 2001).</p>
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<p>México, 1521; París, 1871. Lo que estas fechas resumen no son sólo historias violentas, marcadas por represiones brutales al final de cada episodio, también contienen en su resistencia una preocupación por el estallido potencial de lo común —una explosión cuya forma política sería, justamente, la comuna. Más allá o más acá de los trabajadores masacrados hace 150 años, o de los aztecas muertos hace 500, lo que este libro propone construir es una historia parcial de esa tradición subterránea de rebeliones comuneras en México. Bruno Bosteels rastrea la pervivencia de una forma social cuyas aspiraciones, si seguimos los textos más citados de Marx, se vieron encarnadas en la Comuna de París y verificadas en Rusia. Sin embargo, Marx escribió también sobre Tenochtitlan y Tlatelolco, y con base en estos apuntes etnológicos, Bosteels recupera una tradición comunal que se mantuvo firme a lo largo de la época colonial y se hizo presente en la Revolución mexicana. Si el calpulli fue su primera forma, experiencias como las de Morelos, Acapulco y Edendale, hasta Chiapas y actualmente Cherán, prueban que en México lo comunal, más que un tiempo suspendido o un momento excepcional, abre una forma expansiva que escapa a lo que se piensa inamovible: una obstinación que a través de múltiples brotes aislados traza su itinerario como ideal político.</p>
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<p>Liderazgo político, arte y espiritualidad andina van entrelazándose y desplegándose a lo largo de la infancia, la adolescencia y la edad adulta de Alfredo Toaquiza, persona representativa por trayectoria, de las comunidades kichwa andinas, desde los años 80 hasta la actualidad. Escrito muy desde dentro, con su propio lenguaje y sensibilidad, aunque en diálogo horizontal con la mirada externa de la antropología. Apuko es una etnografía en forma de relato de vida de Alfredo Toaquiza Ugsha, líder y juez indígena de origen kichwa nacido en los Andes de Ecuador (América), pintor reconocido de la llamada pintura andina de Tigua y conocedor de la espiritualidad andina. Escrito y narrado a cuatro manos entre Alfredo -como protagonista de vida, y Juan Ignacio, antropólogo, y también protagonista reflejado en la propia narración. Cada uno de los capítulos es ilustrado con alguno de los cuadros que Alfredo Toaquiza que ha creado expresamente para este proyecto. El libro que presentamos es fruto de un diálogo entre iguales. Un texto escrito a cuatro manos desde una relación mágica, fluida, chamánica, ambos leyéndonos mutuamente y penetrando nuestras mentes en un ejercicio de escritura a cuatro manos, a doble corazón.</p>
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<p>Tras la debacle del socialismo real a finales de la década de 1980 una ola de escepticismo se extendió entre los pensadores más críticos y atentos sobre el futuro que podría tener el proyecto emancipador del socialismo. El fracaso histórico del comunismo y la extensión del capitalismo, hasta convertirse en un modo de producción mundial, plantearon a la izquierda desafíos enormes a los que respondía con las variadas experiencias que se analizan en este libro, y que comprenden las tres décadas trascurridas desde entonces, período suficiente para poder realizar un balance del comportamiento de la izquierda. El estudio analítico que se ofrece se ha dividido en cinco bloques diferentes tanto por motivos de claridad como porque hay características en cada uno de ellos que les hace diferenciarse, aún cuando también en su seno se pueden encontrar experiencias distintas. Hay cuatro bloques geográficos que se corresponden a América Latina, Europa occidental, el espacio post-comunista y China, y un quinto bloque que está dedicado a la socialdemocracia en general. Las experiencias han sido variadas, pero al final del período analizado la izquierda no había sido capaz aún de ofrecer un paradigma exitoso capaz de servir de modelo a los múltiples ensayos que se han producido, como sí ocurrió históricamente con los modelos socialdemócrata o bolchevique.</p>
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<p>José Carlos Mariátegui no es solamente el marxista latinoamericano más importante y el más creativo, sino también un pensador cuya obra por su fuerza y originalidad, tiene un significado universal. Su marxismo herético guarda profundas afinidades con algunos de los grandes pensadores del marxismo occidental: Gramsci, Lukacs o Walter Benjamín. El socialismo según Mariátegui se inscribe dentro de una tentativa de reencantamiento del mundo por la acción revolucionaria. La propuesta más osada y herética de Mariátegui, aquélla que provocó las mayores controversias, es producto del tránsito de sus análisis históricos sobre el “comunismo incaico” y de sus observaciones antropológicas sobre la supervivencia de prácticas colectivistas, para una estrategia política que situaba en las comunidades indígenas el punto de partida de una vía socialista propia de los países indoamericanos. Ya sea en el terreno de la filosofía o de la estrategia política, de la cultura o del problema agrario, de la historia o la ética, la obra de Mariátegui está atravesada de punta a punta, por un poderoso impulso romántico-revolucionario, que le otorga a su concepción marxista del mundo su cualidad única y su fuerza visionaria. Esta antología dirigida por Michael Löwy traza su trayectoria política e intelectual por su corta vida.</p>
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<p>Desde hace varias décadas las grandes potencias vienen sometiendo, cuando no directamente interviniendo, a estados independientes mediante mecanismos que se podrían definir suavemente como «globalizadores». Desvelar las estrategias políticas, económicas y militares de aquellas es la finalidad de este brillante y documentado ensayo, verdadero alegato a favor de la soberanía y autonomía de los pueblos para decidir su destino, y del desarrollo de la cultura política como el arma suprema que poseen las comunidades para alcanzar sus objetivos. «Creo que desde ahora Soberanos e intervenidos será un libro insoslayable para quienes intenten profundizar en la trama internacional de este siglo. Por una parte, las intervenciones de Estados Unidos (invasiones, asesinatos programados, chantajes económicos, penetración cultural, etc.) en los países de América Latina, con evidente menoscabo de su soberanía y, por otra, las interconexiones en clave de poder en la propia Europa, con determinaciones de enorme trascendencia para los respectivos pueblos pero resueltas a espaldas de los mismos; unas y otras acotadas por una documentación irrefutable, convierten el libro de Joan Garcés en una lectura obligada para quienes pretendan recoger del pasado las duras lecciones que a veces sirven para clarificar el presente.»</p>
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<p>La vida de quien se exilia está llena de maletas preparadas para continuar el viaje. Porque detrás del exilio hay historias de luchas y militancias que se prolongan, a veces de generación en generación. Los cinco exilios de Josefina Juste (Francia, Bolivia, Uruguay, Argentina y España) reflejan la historia de una mujer militante, una ‘perejil’ con memoria, que decidió tomar las riendas de su vida y participar en el devenir de los acontecimientos que encontró en su camino, y fueron empujándola de un exilio a otro. Adentrarse en su vida, a través de las páginas de este libro, supone conocer de primera mano hitos históricos de Europa y Latinoamérica a partir de mediados del siglo XX. Acontecimientos clave para la clase trabajadora y sus luchas, de los que nuestra protagonista brinda un testimonio tan apasionante y singular como lúcido.</p>
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<p>Les Cròniques del Quetzal. Escrits d’un viatge al nord de Guatemala són un conjunt d’articles periodístics que transiten entre la crònica de viatges i el reporterisme i que aborden diferents realitats de Guatemala; aquesta proposta d’Enric Garcia Jardí parteix de l’experiència personal de l’autor al país centreamericà l’estiu de 2019, en què visità diverses poblacions amb la companyia de Francesc Xammar, del Comitè Óscar Romero de Tarragona i Reus. De la contraportada: «Durant l’estada tampoc no he vist el quetzal, a despit d’unes quantes excursions per llacs i boscos espectaculars, banyat en antimosquits. M’he imaginat, això sí, el seu cant malenconiós en boca dels guatemalencs que m’han parlat de la sang vessada durant el conflicte armat intern, del genocidi maia, de l’emigració massiva dels darrers 30 anys, de l’epidèmia urbana de les maras, de la pobresa extrema. Històries de patiment que travessen les dècades fins als nostres dies i que estan tenyides de la mateixa taca roja que inunda el pit de l’insigne ocell.»</p>