América Latina

  • <p>La primavera nos trajo brotes de fuego que se multiplicaron por el Abya Yala, evidenciando a&uacute;n m&aacute;s la crisis terminal del capitalismo con la cual convivimos. Las respuestas desde arriba a la crisis mantienen los privilegios que hacen rodar las cuatro ruedas del capital: la explotaci&oacute;n, el despojo, la represi&oacute;n y el desprecio hacia los pueblos. Sabemos que esta crisis se vive hace m&aacute;s de 500 a&ntilde;os y que la guerra es su normalidad de miseria en nuestras geograf&iacute;as y en nuestros calendarios.</p> <p>&Eacute;sta es nuestra quinta publicaci&oacute;n de Carlos Aguirre, &ldquo;la Tierna Furia&rdquo;, que nos acerca una historia cr&iacute;tica sobre el neozapatismo mexicano, desde sus albores como Fuerzas de Liberaci&oacute;n Nacional hacia su conformaci&oacute;n como Ej&eacute;rcito Zapatista de Liberaci&oacute;n Nacional. Dicho proceso es comprendido desde la doble matriz ideol&oacute;gica que conforma el zapatismo, como lo es la cosmovisi&oacute;n maya y las tradiciones occidentales del Poder Popular. Desde aqu&iacute; comprendemos la otra pol&iacute;tica de servir al pueblo, de afirmarnos desde un nosotrxs colectivo que permite situar el proceso zapatista en su influencia mundial a todas las luchas anticapitalistas y antisist&eacute;micas.</p> <p>Desde nuestras inquietudes, lxs zapatistas han sido uno de los movimientos hacia donde hemos observado y escuchado, desde y hacia abajo, como forma de b&uacute;squeda y de pregunta para ir entretejiendo las expresiones del todxs-somos. Los aportes zapatistas suman y siguen hacia nuestras luchas en nuestros territorios, por lo mismo creemos que sus procesos de lucha son insumos que, junto con este fuego que nos viene abrazando esta primavera, nos permita seguir brotando como bosque nativo para seguir nuestra defensa de la vida.</p>
  • <p>Una de las tantas riquezas del neozapatismo mexicano, que expresa adem&aacute;s su complejidad como nuevo movimiento social antisist&eacute;mico, es su gusto y cultivo de las paradojas y de los oxymorones. Lo que, claramente, es un modo de distanciamiento cr&iacute;tico frente a la realidad capitalista todav&iacute;a imperante, cada vez m&aacute;s absurda, irracional y ausente de sentido. Pues frente a un sistema capitalista mundial que recrea la guerra, el hambre y la escasez artificiales y masivas, y que banaliza y degrada lo sublime y lo art&iacute;stico, corrompiendo los valores, las relaciones humanas y toda forma de creaci&oacute;n social, a la vez que destruye sin remedio la ecolog&iacute;a y el medio ambiente natural, entre tantas otras manifestaciones de lo absurdo e irracional, la &uacute;nica actitud intelectual sana y posible es la del distanciamiento cr&iacute;tico, que toma distancia de la l&oacute;gica tambi&eacute;n irracional hoy imperante, y que intenta encontrar, desde otros espacios y desde otra l&oacute;gica diversa, la coherencia profunda y el sentido global de toda esta aparente sinraz&oacute;n acumulada. Y uno de los mecanismos posibles de esa distancia cr&iacute;tica es justamente el del enunciado parad&oacute;jico y el oxymoron.</p> <p>As&iacute;, frente a la incoherencia reinante, el oxymoron y la paradoja nos restituyen el espacio de otra coherencia y de otra racionalidad, la que al confrontarse con la realidad actual, nos muestra justamente sus caras, aristas y dimensiones ocultas, sumergidas precisamente por la irracionalidad y el absurdo de su apariencia inmediata. Este es el caso, entre muchos otros, del inteligente oxymoron neozapatista de que el que manda, debe de &ldquo;Mandar Obedeciendo&rdquo;.</p> <p>Oxymoron profundo, que no s&oacute;lo desmonta y desestructura de inmediato toda la l&oacute;gica global de la pol&iacute;tica tradicional, basada desde hace siglos y milenios en la r&iacute;gida separaci&oacute;n y oposici&oacute;n del mando y de la obediencia, sino que tambi&eacute;n abre e instaura el espacio de otra l&oacute;gica posible, completamente diversa, para abordar el problema de la gesti&oacute;n de los asuntos colectivos, de la administraci&oacute;n de los recursos comunes de una colectividad cualquiera, y de las formas de asunci&oacute;n, ejercicio y relacionamiento de los seres humanos con las figuras de lo que hoy es el poder pol&iacute;tico y el poder estatal.</p>
  • <p><em>Caballito de Troya</em> es la imagen de otra batalla, una met&aacute;fora de intervenci&oacute;n en el &aacute;mbito socioeducativo. Es un dispositivo pedag&oacute;gico que trabaja sobre lo oculto. Es la introducci&oacute;n de una simple propuesta de juego, que en realidad esconde una compleja trama que irrumpe en la profundidad subjetiva interpelando a trav&eacute;s del deseo.</p> <p>Como en la antigua guerra griega, el regalo y lo que no se ve cumplen un papel central. El Ajedrez es el obsequio de una propuesta l&uacute;dica, y donde en apariencia solo se comparte un juego, cuando este juego se transforma en una pr&aacute;ctica, opera un trabajo integral sobre el deseo y la raz&oacute;n del sujeto ni&ntilde;e y adolescente. El espacio f&iacute;sico de taller se transforma en un espacio simb&oacute;lico que tramita el conflicto interno que se exterioriza en agresividad.</p> <p>Es el registro de una gran experiencia cuyo objetivo es que chiques y j&oacute;venes en contexto de vulnerabilidad social construyan alg&uacute;n camino posible para reencontrarse con su deseo inconsciente. Es un cuestionamiento a la tradici&oacute;n racionalista que cristaliz&oacute; al ajedrez solo como el juego ciencia, obturando la b&uacute;squeda de una pregunta acerca de la pr&aacute;ctica del ajedrez como el juego del deseo.</p>
  • <p>Este mapa coral de las luchas analiza la frontera como trinchera a partir de las experiencias y pr&aacute;cticas insurgentes, de las resistencias y de las re-existencias como alternativas, al tiempo que expresa el esfuerzo por sistematizar los saberes populares que nutren y articulan dichas insurgencias.</p> <p>Desde reflexiones situadas en el contexto de crisis estructural y socioambiental y de la (re)patriarcalizaci&oacute;n de los cuerpos-territorios de las mujeres en Am&eacute;rica latina (profundizadas por la pandemia del COVID-19), y a partir de una polifon&iacute;a de voces y registros (acad&eacute;mico, testimonial, literario&hellip;, siempre el relato de experiencias en colectivo), se aborda el avance del capitalismo patriarcal y colonial sobre las fronteras de los cuerpos y territorios (y sobre los cuerpos-territorios), desde la mirada feminista, popular, ind&iacute;gena y comunitaria. Incluye un texto en portugues.</p> <p>&laquo;La noci&oacute;n de fronteras alude a territorios/espacios en disputa, con din&aacute;micas de poder intensas, en donde se enfrentan l&oacute;gicas contradictorias de organizaci&oacute;n de la vida. (All&iacute; se dan) esas estrategias territoriales que hacen frente a las reformas educativas, a los grandes proyectos agroindustriales, mineros y petroleros, y est&aacute;n las m&uacute;ltiples insurgencias en el espacio urbano&raquo;.</p>
  • <p>Narrar el pa&iacute;s del futuro en tiempo pasado puede ser, hasta cierto punto, un acto psicoanal&iacute;tico. En estas cr&oacute;nicas aparece el Chile golpeado de ayer, ese pa&iacute;s que pas&oacute; de la utop&iacute;a al golpe; de la dictadura a la transici&oacute;n. Osorno, Valdivia, Temuco, Santiago, La Serena son ciudades que la escritora argentina Mar&iacute;a Moreno recorre un poco antes de las elecciones de 1970, traduciendo el mapa del viaje militante de su novio comunista. Unos a&ntilde;os despu&eacute;s regresa sola, en medio de la Unidad Popular, presencia la emblem&aacute;tica visita de Fidel, participa de las amistades solidarias que proliferaban en ese &laquo;diurno de Chile&raquo;.</p> <p>El escritor mexicano Yuri Herrera llega por primera vez en 1997, para visitar a unos antiguos amigos, a un pa&iacute;s que le parece &laquo;obliterado por militares, mala memoria y economistas armados hasta los dientes de Friedman; un pa&iacute;s derrotado&raquo;. Transcurre el &uacute;ltimo quinquenio de los noventa y los colores variopintos del consenso; tambi&eacute;n el revuelo del arresto de Pinochet en Londres y las primeras chispas de Lumaco, el &laquo;Chiapas chileno&raquo;. Las consecuencias de esos episodios le parecen, en su segundo viaje, indicios de un inconsciente pol&iacute;tico activado con la revuelta estudiantil de 2011.</p>
  • <p>&laquo;Fue en 1996 cuando el exagente de la Central Nacional de Informaciones, Carlos Herrera Jim&eacute;nez, grab&oacute; su primer audiolibro en prisi&oacute;n. Su voz se guarda en decenas de casetes que hizo llegar a la Biblioteca Central para Ciegos, condenada a perpetuidad por sus cr&iacute;menes&raquo;.</p> <p>Alguien camina en la niebla, deambula entre l&aacute;pidas y nichos reci&eacute;n cavados. Es un hombre de rostro endurecido y expresi&oacute;n marcial. La oscuridad es casi total, a lo lejos se escucha un salmo ap&oacute;crifo. De pronto, una sombra aparece desde el interior de una tumba y le pregunta: &iquest;Qui&eacute;n es usted: hombre o demonio? Es un muerto. Mario Bravo, el Mauro y el Bocaccio son algunas de las identidades operativas que asumi&oacute; el mayor en retiro Carlos Herrera Jim&eacute;nez, autor material del homicidio del l&iacute;der sindical Tucapel Jim&eacute;nez y del carpintero Juan Alegr&iacute;a.</p> <p>A cincuenta a&ntilde;os del golpe de Estado en Chile, Mat&iacute;as Celed&oacute;n, en un ejercicio in&eacute;dito de montaje, enfrenta al asesino a una voz que parece brotar desde el interior de su conciencia. Un viaje ficticio, una noche infernal construida con los fragmentos de cinco audiolibros le&iacute;dos por Herrera Jim&eacute;nez desde su celda en el Penal de Punta Peuco, donde cumple condena perpetua.</p> <p>&laquo;Autor material &raquo; es una novela estremecedora, que tambi&eacute;n es artefacto y ensayo, texto y sonido. Una obra brutal, un gesto de genialidad &uacute;nica, acaso una confesi&oacute;n forzada de uno de los cr&iacute;menes m&aacute;s siniestros de la dictadura.</p>
  • <p><em>Rima pa los compas</em> cuenta la historia de un grupo de j&oacute;venes raperos en el sur del conurbano bonaerense que, a partir de un taller de escritura en la grilla de un programa social, crearon una productora que realiz&oacute; decenas de videoclips recorriendo diferentes localidades, apostando a convertirse en una cooperativa que les permitiera una salida laboral. Es un diario de rodaje y un libro de sociolog&iacute;a al mismo tiempo.</p> <p>Mientras los cap&iacute;tulos del libro recorren el fuera de plano de esos v&iacute;deos, se arma una cartograf&iacute;a de las vidas populares en la pospandemia que muestra c&oacute;mo se fueron limitando las ofertas de trabajo, la nocturnidad, los afectos, la vida en com&uacute;n, inaugurando una nueva geograf&iacute;a barrial. <em>Rima </em>es tambi&eacute;n una investigaci&oacute;n acerca del v&iacute;nculo entre juventud y memoria. Van apareciendo en el relato algunos protagonistas que ya no est&aacute;n pero que se encuentran presentes en los murales del barrio 2 de Abril de Rafael Calzada y en estas infinitas canciones de rap.</p>
  • Implosión

    6,00
    <p>Para indagar sobre &quot;la cuesti&oacute;n social&quot; hay que sumergirse en un lenguaje de combate. Implosi&oacute;n confronta la noci&oacute;n de &quot;lo social&quot; como aquello a comprender para ser administrado, lo tumultuoso a contener o el conjunto de consecuencias inevitables de un modelo de socializaci&oacute;n y trabajo que produce m&aacute;rgenes y descontentos. Aqu&iacute; se propone leer<em> lo social</em> desde abajo, por eso se lo llama tambi&eacute;n &quot;fuerza&quot;, &quot;mayor&iacute;as populares&quot;, &quot;vidas precarizadas y cansadas&quot;, &quot;estados an&iacute;micos&quot;.</p> <p>En este libro emerge una geometr&iacute;a que es a la vez territorial, subjetiva e hist&oacute;rica. La implosi&oacute;n nos permite entender las formas actuales de los v&iacute;nculos, de las violencias que los constituyen pero tambi&eacute;n de sus derivas estrat&eacute;gicas y sus superficies cotidianas. La precariedad es el fondo, o la condici&oacute;n de posibilidad de esa implosi&oacute;n. Asimismo, esta categor&iacute;a es tambi&eacute;n sacudida de su status atrapa-todo para devenir fenomenolog&iacute;a de gestos, tonalidades y riesgos.</p>
  • <p>Esta compilaci&oacute;n de textos de principios de sXX es un excelente ejemplo de historiograf&iacute;a feminista y obrera. Los art&iacute;culos de destacadas militantes de las incipientes asociaciones de trabajadores, publicados en <em>La Alborada</em> (1905-1907) y <em>La Palanca</em> (1908), permiten seguir el desarrollo de la conciencia obrera (la necesidad de organizarse) pero tambi&eacute;n el despertar de la conciencia feminista (de su espec&iacute;fica situaci&oacute;n laboral, del dominio de los hombres que las relegan a papeles subordinados en el seno de las organizaciones, de la necesidad de defenderse como mujeres y no solo como obreras). De los iniciales escritos sobre eventos del asociacionismo obrero chileno, las autoras van pasando a plantear la urgencia de tener prensa feminista obrera y una red de espacios para la defensa y mejora de la condici&oacute;n de la trabajadora.</p> <p>Leer y consultar estos textos resitua en el tiempo hist&oacute;rico y actualiza el malestar feminista de nuestro presente, evidenciando continuidades, deudas y retrocesos de una matriz y raz&oacute;n patriarcal que sigue ordenando la vida y el trabajo. Los textos no s&oacute;lo se detienen a pensar y describir la situaci&oacute;n feminista en un contexto de lucha de clases en Chile, si no que nos devuelven, como reflujo, un cuestionamiento del presente: &iquest;c&oacute;mo torce la hegemon&iacute;a?, &iquest;c&oacute;mo escribir colectivamente?, &iquest;c&oacute;mo pensar producci&oacute;n y reproducci&oacute;n desde el mundo del trabajo?</p> <p>Los art&iacute;culos corresponden a la producci&oacute;n para dichos peri&oacute;dicos de Carmela Jeria, fundadora de <em>La Alborada</em> y colaboradora de <em>La Palanca</em>; de Esther Vald&eacute;s, colaboradora de <em>La Alborada</em> y fundadora de <em>La Palanca</em> y de Elo&iacute;sa Zurita corresponsal en Antofagasta de <em>La Alborada</em>. Se incluyen adem&aacute;s, textos de Selva, Sara C&aacute;diz, Baudina Pessini y Silvana G., colaboradoras de estas publicaciones. Estos textos permiten entender &laquo;la trama de colaboraci&oacute;n entre mujeres, as&iacute; como [sirven] para dimensionar su incidencia en la prensa obrera de la &eacute;poca y, por supuesto, presentan una serie de reflexiones pol&iacute;ticas feministas sobre el trabajo, la educaci&oacute;n, la econom&iacute;a y la solidaridad&raquo;.</p> <p>Al igual que los compiladores de estos art&iacute;culos, esperamos que este trabajo contribuya a poner en circulaci&oacute;n textos desconocidos &ndash;o m&aacute;s bien omitidos y ocultados&ndash;, que puedan ser conocidos por todas y todos, y que las feministas de hoy puedan encontrar inspiraci&oacute;n en el esfuerzo inconmensurable de estas mujeres precursoras de las luchas actuales y en tantos otros momentos de intensa disputa de las hegemon&iacute;as en el curso de nuestra historia.</p>
  • <p>Los textos aqu&iacute; reunidos analizan las intersecciones entre las herencias coloniales, las formas del despojo capitalista y las respuestas que han dado distintas experiencias comunitario-populares en Am&eacute;rica Latina. A partir del an&aacute;lisis de conflictos y realidades, de casos situados en escenarios diversos (M&eacute;xico, Guatemala, Brasil, Bolivia, Argentina y Chile), se busca apuntalar una mirada continental sobre lo territorial, lo comunitario y los comunes.</p> <p>La profundizaci&oacute;n del modelo neoliberal en el continente est&aacute; signada por la persistencia hist&oacute;rica de modalidades de colonialismo que siguen operando bajo la l&oacute;gica del capital. Ante ello parte de los sujetos afectados han reaccionado a partir de sus propias tradiciones de organizaci&oacute;n, reelabor&aacute;ndolas y trastocando el sentido convencional de la participaci&oacute;n pol&iacute;tica. La funci&oacute;n del Estado no ha perdido centralidad en este contexto, pero s&iacute; las formas de entenderlo y transformarlo.</p> <p>Los textos que conforman este libro buscan contribuir al desarrollo de los movimientos comunitarios y populares con claves anal&iacute;ticas con y desde el rigor de la academia, para la comprensi&oacute;n de estos fen&oacute;menos.</p>
  • PIROTECNIA

    12,00
    <p><em>PIROTECNIA: Ensayo miedoso de literatura ultra&iacute;sta</em> es el &uacute;nico libro que Hilda Mundy (1912, Oruro &ndash; La Paz, 1982), periodista y escritora vanguardista, rebelde y feminista, public&oacute; en vida. Fue una de las pocas escritoras de vanguardias de Am&eacute;rica Latina, junto con Magda Portal (Per&uacute;) y Mar&iacute;a Luisa Bombal (Chile).</p> <p>Edmundo Paz Sold&aacute;n nos muestra en su pr&oacute;logo c&oacute;mo este libro fue olvidado hasta que se rescat&oacute; el a&ntilde;o 2004 en una edici&oacute;n boliviana, en donde &laquo;&hellip;sus sesenta textos en prosa tratan de atrapar el ruido de la urbe en el nuevo siglo, producto de transformaciones tecnol&oacute;gicas, y los cambios de sensibilidad y de conducta de una modernidad incipiente en algunas ciudades en el occidente del pa&iacute;s, entre los que se cuentan un rechazo al contrato matrimonial y los nuevos roles a los que aspira la mujer&hellip;&raquo;</p> <p>Sus 60 textos en prosa tratan de atrapar el ruido de la urbe en el nuevo siglo y los cambios de sensibilidad y de conducta de una modernidad incipiente, entre los que se cuentan un rechazo al contrato matrimonial y los nuevos roles a los que aspira la mujer. Se trata de una escritura que registra los avances tecnol&oacute;gicos: el tel&eacute;fono, el alumbrado p&uacute;blico; los nuevos escenarios urbanos: el teatro, la confiter&iacute;a, el stadium; y se admira por ellos, aunque a veces se&ntilde;ala dudas ante el costo del progreso: del autom&oacute;vil, por ejemplo. Mundy se muestra como un esp&iacute;ritu l&uacute;dico, sus recursos estil&iacute;sticos son variados, pero como buena ultra&iacute;sta el eje central es la met&aacute;fora audaz y trabajar la materialidad del texto usando las may&uacute;sculas, las cursivas y los puntos suspensivos, que terminan convirti&eacute;ndose en una met&aacute;fora del tipo de escritura ligera que ella preconiza a trav&eacute;s de sus frases cortas, en oposici&oacute;n a una escritura pesada, ret&oacute;rica.</p> <p>En los a&ntilde;os '30, cuando Mundy escrib&iacute;a, la poes&iacute;a boliviana todav&iacute;a estaba atada a las formas del modernismo, ya superadas en el resto del continente; hubo que esperar hasta fines de los '50 para que ocurriera la renovaci&oacute;n. El m&eacute;rito de Mundy es por ello m&aacute;s importante, aunque quiz&aacute;s eso haya conducido a su obra escasa a un largo olvido.</p>
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