América Latina

  • <p>&laquo;La guerra no se puede contar&raquo;, dice una de las voces de este libro, y quiz&aacute;s ello explique que Graciela Speranza y Fernando Cittadini, los autores -los mediums-, dejen a la guerra, viva agazapada en la memoria de sus protagonistas, contarse a s&iacute; misma. <em>Partes de guerra</em> est&aacute; construido con los relatos de un grupo de soldados, oficiales y suboficiales argentinos que estuvieron en primera l&iacute;nea del conflicto de las Islas Malvinas. Libro coral, intenso y conmovedor, ofrece un impecable e in&eacute;dito trabajo de montaje: no se limita a transcribir ordenadamente los diversos testimonios, sino que a partir de ellos, respetando los tonos personales, urde la trama de un relato &uacute;nico con la tensi&oacute;n dram&aacute;tica de la propia ficci&oacute;n.</p>
  • <p>Despu&eacute;s de cuarenta a&ntilde;os del golpe militar chileno, las contribuciones hist&oacute;ricas, literarias o culturales alcanzan gran divulgaci&oacute;n y eco en diversos espacios pol&iacute;ticos latinoamericanos. en esta obra se presenta y examina el itinerario biogr&aacute;fico-militar del general Augusto Lutz Urz&uacute;a, as&iacute; como sus antecedentes y perspectivas en el &aacute;mbito familiar y castrense, una vez acaecida su muerte en Santiago en noviembre de 1974. Pero sobre todo se ponen de relieve en este libro su figura y consideraciones documentales a ra&iacute;z de su implicaci&oacute;n en las muertes de dos estadounidenses asesinados en Chile en 1973, una vez en marcha la represi&oacute;n de Augusto Pinochet. Es un hecho hist&oacute;rico que inspira al director de cine Costa-Gavras para realizar su pel&iacute;cula <em>Missing</em> (1982).</p>
  • <p>Una militante del MIR, madre de dos hijos, es detenida tras el golpe de Pinochet y sometida a torturas en Villa Grimaldi. Compa&ntilde;eros que desaparecen para siempre. Resistencia frente al terror.</p> <p>Una militante del MIR, madre de dos hijos, es detenida tras el golpe de Pinochet y sometida a torturas en Villa Grimaldi. Compa&ntilde;eros que desaparecen para siempre. Resistencia frente al terror.</p> <p>Nadie que abra este libro podr&aacute; salir indemne. El estremecedor testimonio que una mujer militante en &quot;un centro de tortura y muerte donde se dieron cita buena parte de los personajes m&aacute;s oscuros, criminales y abyectos que se encargaron de llevar a la pr&aacute;ctica la pol&iacute;tica de exterminio de Pinochet... es una mujer concreta, real,... la que escribe estos recuerdos y, simult&aacute;neamente, son infinitos seres los que hacen presentes d&aacute;ndole su significado m&aacute;s vasto y rotundo a lo que se entiende por cr&iacute;menes contra la humanidad&quot;.</p>
  • <p>Esteban Montejo, un viejo revolucionario mamb&iacute;, afrocubano y nacido esclavo, cimarr&oacute;n para m&aacute;s se&ntilde;as, cuenta su vida a un joven de 23 a&ntilde;os, Miguel Barnet. Lo hace en 1963, en un pa&iacute;s en el que una revoluci&oacute;n triunfante apuesta por desenterrar la memoria silenciada de las rebeliones populares, de las resistencias que fueron ignoradas o criminalizadas, en fin, recuperar &laquo;la historia de la gente sin historia&raquo;. El anciano recuerda un sinf&iacute;n de detalles de la vida cotidiana que se imbrican en hechos hist&oacute;ricos transcendentales: el r&eacute;gimen de terror en los ingenios azucareros, la vida en el monte como cimarr&oacute;n, la abolici&oacute;n de la esclavitud, la Guerra de la Independencia. Entra y sale de ellos con paso discreto, lo suyo no es la grandilocuencia. Deja a su memoria discurrir libremente por veredas y vericuetos en los que tambi&eacute;n transitan otros muchos rostros an&oacute;nimos. Rostros de hombres y mujeres que conforman el sustrato nutricio de la identidad popular cubana.</p> <p><em>Biograf&iacute;a de un cimarr&oacute;n</em> es un relato de no ficci&oacute;n.</p>
  • <p>Desde el &uacute;ltimo ciclo de luchas, a finales del siglo pasado, se han producido una gran cantidad de cambios en os movimientos populares y en las formas de acci&oacute;n colectiva que ser&aacute;n analizados en este trabajo. En menos de dos d&eacute;cadas la regi&oacute;n pas&oacute; de la hegemon&iacute;a conservadora y neoliberal a la hegemonia progresista, para deslizarse nuevamente haci la derecha cuando comenz&oacute; el fin de ciclo de los gobiernos que se inspiraron en la lucha de los movimientos.</p> <p>En este marco, aquellos movimientos han sufrido mutilaciones: algunos desaparecieron centrifugados en problemas internos, otros fueron coptados por los gobiernos o decidieron plegarse a las instituciones, y pocos quedan en pie. Los que persisten han experimentado cambios notorios, digamos que han llegado a la meseta de la madurez. Unos se han normalizado y ya no presentan un riesgo de desestabilizaci&oacute;n para los sistemas pol&iacute;ticos que han aprendido a relacionarse con ellos. Sin embargo, otros, m&aacute;s bien pocos, han sabido reinventarse, encontrando nuevas fuentes de rejuvenecer su militancia, mantenerse vivos y reforzar sus perfiles antisist&eacute;micos.</p>
  • <p>Ac&aacute; soy la que se fue. Relatos sudakas en la europa fortaleza es una primera compilaci&oacute;n de relatos hechos de y para migrantes de Abya Yala y el Caribe en europa. Un proceso en el que 25 autoras compartieron un trocito de sus experiencias migratorias. Escritos en el presente europeo y desde la herida colonial, los textos atraviesan diversos aspectos de la vida y sus resistencias cotidianas en estas y otras geograf&iacute;as. Estas p&aacute;ginas buscan ser un ejercicio de costura, un tejido, uma colcha de retalhos, de experiencias llenas de agujeros, buracos, que se van complementando a trav&eacute;s de relatos m&uacute;ltiples.</p> <p>Autoras: Caroline Betemps Bozzano y Luc&iacute;a Ega&ntilde;a Rojas (editoras), con textos de AnouchK Ibacka Valiente, Bea Cantero Riveros, Caborca Lynch, Carolina Tamayo Rojas, Ce Quimera, daniela ortiz, Fernanda Nogueira, Florencia Brizuela Gonz&aacute;lez, Francisco Godoy Vega, Gabriela Contreras, Gabriela Parada Mart&iacute;nez, Helen Torres, iki yos pi&ntilde;a narv&aacute;ez, Joyce Jandette, Klau Chinche, Linda Porn Davis, Lucrecia Masson, Mafe Moscoso, Magdalena Pi&ntilde;eyro, Mar&iacute;a Basura, Nata n Rodr&iacute;guez Di Tomaso, P&ecirc;dra Costa, Sandra Abd&rsquo;Allah-&Aacute;lvarez Ram&iacute;rez y &Uacute;rsula Santa Cruz Castillo</p>
  • <p>El gran m&eacute;rito de Jorge Cafrune es haber logrado poner en voz el cancionero de Atahualpa Yupanqui, de Jaime D&aacute;valos y tantos compositores de la Argentina profunda, desplegando eficazmente una ritualidad anclada en la tradici&oacute;n gauchesca. Su figura p&uacute;blica y privada se ofreci&oacute; compacta y sin fisuras: la performance del gaucho retobao encarn&oacute; a destiempo, en un siglo que supo hacer de la payada una gran org&iacute;a de sangre. Quiz&aacute; porque toda muerte es absurda y es empresa humana llenarla de sentido, el mito del cantor del pueblo creci&oacute; junto a la certeza de que su muerte , acaecida a comienzos de 1978, hab&iacute;a sido decretada por los militares porque su voz entonaba verdades que precisaban con toda furia acallar. Pero, &iquest;cu&aacute;nta verdad cabe en ese mito? &iquest;C&oacute;mo fueron los &uacute;ltimos d&iacute;as de Jorge Cafrune?</p> <p>Esta investigaci&oacute;n que comienza con una pregunta ret&oacute;rica intenta horadar m&aacute;s que los hechos en s&iacute;, en ese magma de significaciones que acompa&ntilde;an la leyenda de una muerte y que encuentran en la canci&oacute;n militante de una d&eacute;cada radicalizada el rico material donde abrevar.</p>
  • <p>Todo el mundo tiene su propio lugar de enunciaci&oacute;n, el cual es necesario gestionar con cr&iacute;tica, responsabilidad y respeto. Hay quien siempre ha podido hablar, en su nombre y en el de los dem&aacute;s, y hay quien habitualmente se ha visto obligado a escuchar, pero eso est&aacute; cambiando en los &uacute;ltimos tiempos. Ahora toman la palabra los silenciados, plantando cara al racismo patriarcal heteronormativo. La fil&oacute;sofa y activista Djamila Ribeiro, partiendo del punto de vista de la mujer negra, analiza todo lo que rodea al &ldquo;Lugar de enunciaci&oacute;n&rdquo;, defendiendo el derecho a una existencia digna, el derecho a la voz.</p>
  • <p>Escribe Mel Duarte que la carta de liberaci&oacute;n de los esclavos hace mucho tiempo que fue firmada, sin embargo, la poblaci&oacute;n negra sigue siendo mano de obra barata. M&aacute;s que escribirlo, lo recita, lo grita, lo escupe. Negra desnuda cruda recuerda la ancestralidad de la mujer negra, pero volc&aacute;ndose en las rimas m&aacute;s modernas, casi rapeadas, para propagar toda la potencia necesaria y combatir as&iacute; el racismo y el machismo que a&uacute;n existen en nuestros d&iacute;as. A todas las mujeres negras que lucharon a lo largo de la historia les intentaron robar la nobleza y la dignidad. No lo consiguieron. Y adem&aacute;s siguen vivas gracias a versos como estos.</p>
  • <p>El feminismo ser&aacute; negro o no ser&aacute;. Contar&aacute; con todas y demostrar&aacute; la solidaridad y comprensi&oacute;n de todas, o siempre estar&aacute; cojo. Siete vientos riza el rizo porque adem&aacute;s se apoya en las creencias de la religi&oacute;n del candombl&eacute;, con una de sus diosas africanas, Yans&aacute;, a la cabeza, mostrando la diversidad del universo femenino. Su potente mensaje se despliega a trav&eacute;s del crudo testimonio de siete mujeres que completar&aacute;n el rompecabezas de una sola, y avanza sobre la estructura de un espect&aacute;culo teatral dif&iacute;cil de olvidar.</p>
  • MAGONISMO

    12,00
    <p>El libro que tienes en tus manos, estimado lector, se propone recuperar la memoria de la rebeld&iacute;a de los oprimidos que enarbolaron los ideales magonistas durante la Revoluci&oacute;n Mexicana, entre agosto de 1910 y febrero de 1913.</p> <p>El magonismo como fuerza participante en la Revoluci&oacute;n Mexicana aspir&oacute; a abolir el poder, no a ejercerlo; la autoemancipaci&oacute;n y el auto-gobierno de las masas populares eran sus metas. Es un movimiento precursor de las luchas emancipadoras que promueven la autogesti&oacute;n de la sociedad. Recuperar la memoria del hacer y el saber insurreccional magonista es parte de la construcci&oacute;n de un conocimiento hist&oacute;rico de las luchas del pueblo y de la utilizaci&oacute;n de este saber en la rebeld&iacute;a actual. La historia escrita por los triunfadores tiende a ocultar la importante participaci&oacute;n de los magonistas en la derrota de la dictadura de Porfirio D&iacute;az, su negativa a aceptar los Tratados de Ciudad Ju&aacute;rez y, con ello, a subordinarse a la direcci&oacute;n democr&aacute;tica-burguesa del maderismo.</p> <p>La historia de los vencedores prefiere olvidar que los magonistas se mantuvieron rebeldes durante el interinato de Francisco Le&oacute;n de Barra y que no aceptaron ni la rendici&oacute;n ni la cooptaci&oacute;n que les ofrec&iacute;a el nuevo r&eacute;gimen maderista, como tampoco la aceptaron los zapatistas, sus hermanos de anhelos y rebeld&iacute;a. Como buenos libertarios, lucharon por un mundo nuevo en el que las f&aacute;bricas, la tierra y la libertad fueran para todos: por ello, tras la ca&iacute;da de D&iuml;az, mantuvieron encendida la antorcha de la insurrecci&oacute;n.</p>
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