Todo está hecho. Este libro, los demás de la librería, los estantes, el suelo y el techo del local. Todo. Incluso quien vende el libro está hecho. O la planta que adorna el local. Y es que, como proclama el primer axioma del libro, lo hecho ha sepultado a lo dado. Desde ahí Luis Montero propone una exploración acerca de los modos de producción de ese mundo, este mundo, de sus características y propiedades, desde la epistemología, la ética y la política. Y, fundamentalmente, una exploración de nuestras obligaciones ante ese proceso de producción. Porque que el mundo esté hecho nos obliga a seguir haciéndolo. Y esa obligación supone la supeditación de lo que somos, hacemos y conocemos a ese único final: la producción y mantenimiento de este mundo. Además, Mundo-hecho se propone como un manual de ensamblaje. A modo de esos folletos de multinacional del mueble que enumera los pasos y subpasos para el montaje de la estantería a modo de un Tractatus operativo, Mundo-hecho es el libro de instrucciones para el montaje de este mundo. Pero como todo manual de ensamblaje, Mundo-hecho también se pretende como un manual de desinstalación. Una guía paso a paso para la desarticulación de este mundo-hecho, ese proceso tan necesario.