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<p>En los últimos años la extrema derecha ha hecho todo lo posible por acelerar el calentamiento: un presidente estadounidense que cree que es un engaño ha eliminado los límites a la producción de combustibles fósiles. El presidente brasileño ha abierto el Amazonas y lo ha visto arder. En Europa, los partidos que niegan la crisis e insisten en la máxima combustión han irrumpido en los gobiernos, de Suecia a España. Al borde del colapso, han surgido las fuerzas que más agresivamente promueven el business as usual, siempre en defensa del privilegio blanco, contra supuestas amenazas de otros no blancos. ¿De dónde vienen?</p> <p>El primer estudio sobre la extrema derecha en la crisis climática, ‘Piel blanca, combustible negro’ presenta un barrido revelador de una nueva constelación política, y revela sus profundas raíces históricas. Las tecnologías que utilizan combustibles fósiles nacieron impregnadas de racismo. Nadie las amó con más pasión que los fascistas clásicos. Ahora han surgido fuerzas de derechas, algunas de las cuales afirman tener la solución: cerrar las fronteras para salvar a la nación mientras el clima se desmorona. Épica y fascinante, ‘Piel blanca, combustible negro’ traza un futuro de frentes políticos que sólo puede calentarse.</p> <p>«Con aguda sensibilidad, traza las sorprendentes conexiones entre la ideología racista y nacionalista y el negacionismo climático. Una visión esencial de una amenaza emergente.» —Richard Seymour</p> <p>«Un libro de gran riqueza analítica, que llega al corazón de la larga relación del fascismo con la supremacía blanca, los combustibles fósiles, el fetichismo maquinista y la crueldad capitalista. Si quieres entender los obstáculos políticos a los que se enfrentará la acción climática en las próximas décadas, este libro es de lectura obligada.» —Cara Daggett</p>