<p>Un c&oacute;digo secreto preside instituciones escolares, empresas, familias, colectivos humanos de todo tipo; viene expresado en forma de rotunda consigna: &iexcl;Prohibido pensar! Las razones, las preguntas, la cr&iacute;tica, la curiosidad, el an&aacute;lisis..., todos ellos ejemplos de reflexi&oacute;n, est&aacute;n perseguidos, porque los mitos, las costumbres, los prejuicios, las ordenes, las emociones, las prisas... ahogan la posibilidad de discurrir.</p> <div>Denunciar este estado de cosas evidenciando cu&aacute;les son los principales par&aacute;sitos del cultivo del pensamiento y sus ant&iacute;dotos en forma de catalizadores de los argumentos nos ha parecido el mejor modo de recuperar la utop&iacute;a cl&aacute;sica del &aacute;mbito de las ideas, aquel que expresa el deseo de pensar la vida y vivir el pensamiento. Los ejercicios de entrenamiento filos&oacute;fico confirman el compromiso pr&aacute;ctico de la propuesta.</div>