Aurora de sangre
Vida y muerte de Hildegart
HILDEGART RODRÍGUEZ fue una fascinante figura en tiempos de la Segunda República española. Niña prodigio, en su corta vida estudió tres carreras universitarias, escribió 15 libros –abundando sobre la revolución sexual– y una centena de artículos periodísticos y opúsculos divulgativos; actividades unidas a una militancia obrera, social y feminista.
Su madre, Aurora Rodríguez, protectora y tiránica, no pudo soportar que su "escultura de carne" –como así se refería a su hija– dejara de ser como ella tenía proyectado que fuera. Cuando Hildegart quiso emanciparse, decidió 'destruir su obra’. Cuatro tiros de pistola acabaron con la vida de esta estimulante escritora de 18 años.
Desde su alumbramiento, los datos relativos a Hildegart y a su madre han sido intencionadamente contradictorios ya que Aurora se encargó de sembrar dudas sobre sus vidas. El misterio planea sobre sus biografías.
La historia escalofriante de Hildegart conmocionó a la España republicana, para luego sumirse en el espeso silencio de la dictadura franquista, hasta que, en 1973, el escritor y periodista Eduardo de Guzmán decidió publicar 'Aurora de sangre. Vida y muerte de Hildegart'. El libro es un extenso reportaje que hoy, La Linterna Sorda rescata del olvido.
Eduardo de Guzmán conocía los hechos de primera mano, trató a las dos protagonistas y cubrió en exclusiva el relato del crimen en 1933, cuando era redactor jefe del diario ‘La Tierra’.
Años después, en 1987, el reconocido psiquiatra Guillermo Rendueles, trabajando en el psiquiátrico de Ciempozuelos, descubrió allí el historial clínico de Aurora Rodríguez. Por él pudimos saber que Aurora vivió encerrada, olvidada por todos, 20 años más ya que se la dio como desaparecida al estallar la guerra en 1936.
Más allá de la crónica negra, 'Aurora de sangre. Vida y muerte de Hildegart', nos desvela todo un entramado metafórico en torno a las relaciones de dominación, de autoridad y poder, así como la persistente lucha de las mujeres por ser libres.
19,00€
Categorías: Género y Feminismo
Aurora de sangre
Vida y muerte de Hildegart
HILDEGART RODRÍGUEZ fue una fascinante figura en tiempos de la Segunda República española. Niña prodigio, en su corta vida estudió tres carreras universitarias, escribió 15 libros –abundando sobre la revolución sexual– y una centena de artículos periodísticos y opúsculos divulgativos; actividades unidas a una militancia obrera, social y feminista.
Su madre, Aurora Rodríguez, protectora y tiránica, no pudo soportar que su "escultura de carne" –como así se refería a su hija– dejara de ser como ella tenía proyectado que fuera. Cuando Hildegart quiso emanciparse, decidió 'destruir su obra’. Cuatro tiros de pistola acabaron con la vida de esta estimulante escritora de 18 años.
Desde su alumbramiento, los datos relativos a Hildegart y a su madre han sido intencionadamente contradictorios ya que Aurora se encargó de sembrar dudas sobre sus vidas. El misterio planea sobre sus biografías.
La historia escalofriante de Hildegart conmocionó a la España republicana, para luego sumirse en el espeso silencio de la dictadura franquista, hasta que, en 1973, el escritor y periodista Eduardo de Guzmán decidió publicar 'Aurora de sangre. Vida y muerte de Hildegart'. El libro es un extenso reportaje que hoy, La Linterna Sorda rescata del olvido.
Eduardo de Guzmán conocía los hechos de primera mano, trató a las dos protagonistas y cubrió en exclusiva el relato del crimen en 1933, cuando era redactor jefe del diario ‘La Tierra’.
Años después, en 1987, el reconocido psiquiatra Guillermo Rendueles, trabajando en el psiquiátrico de Ciempozuelos, descubrió allí el historial clínico de Aurora Rodríguez. Por él pudimos saber que Aurora vivió encerrada, olvidada por todos, 20 años más ya que se la dio como desaparecida al estallar la guerra en 1936.
Más allá de la crónica negra, 'Aurora de sangre. Vida y muerte de Hildegart', nos desvela todo un entramado metafórico en torno a las relaciones de dominación, de autoridad y poder, así como la persistente lucha de las mujeres por ser libres.