Bioeconomía y capitalismo cognitivo
hacia un nuevo paradigma de acumulación
Ésta es una obra ambiciosa. Intenta determinar lo que se podría comprender como un nuevo paradigma de acumulación. A través de un profundo análisis histórico y teórico, en el que se dan cita desde los clásicos (Marx, Schumpeter y Keynes), hasta las corrientes económicas críticas (Saffra, los regulacionistas, Galbraith, Chandler) y más heterodoxas (como el operaísmo italiano y francés), Andrea Fumagalli propone una nueva crítica de la economía política del capitalismo transformado. Un capitalismo, llamado cognitivo, en el que las mutaciones de la producción, la primacía de la financiarización y la centralidad del conocimiento y la información se anudan con lo que definitivamente constituye su base: la explotación de las capacidades lingüísticas, cognitivas y relacionales de los individuos. La vida misma puesta a trabajar, al precio de una existencia hecha precariedad. Por eso el autor no se conforma con un análisis exhaustivo sino que éste sirve para argumentar la necesidad del derecho a la renta (renta básica), a elegir empleo y condiciones de trabajo (flexicurity) y a acceder y defender lo común (commomfare). Como siempre, no obstante, el devenir subversivo de estas propuestas depende de la capacidad de la multitud precaria para hacer explícita su potencia política.
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Categorías: Economía y Trabajo
Bioeconomía y capitalismo cognitivo
hacia un nuevo paradigma de acumulación
Ésta es una obra ambiciosa. Intenta determinar lo que se podría comprender como un nuevo paradigma de acumulación. A través de un profundo análisis histórico y teórico, en el que se dan cita desde los clásicos (Marx, Schumpeter y Keynes), hasta las corrientes económicas críticas (Saffra, los regulacionistas, Galbraith, Chandler) y más heterodoxas (como el operaísmo italiano y francés), Andrea Fumagalli propone una nueva crítica de la economía política del capitalismo transformado. Un capitalismo, llamado cognitivo, en el que las mutaciones de la producción, la primacía de la financiarización y la centralidad del conocimiento y la información se anudan con lo que definitivamente constituye su base: la explotación de las capacidades lingüísticas, cognitivas y relacionales de los individuos. La vida misma puesta a trabajar, al precio de una existencia hecha precariedad. Por eso el autor no se conforma con un análisis exhaustivo sino que éste sirve para argumentar la necesidad del derecho a la renta (renta básica), a elegir empleo y condiciones de trabajo (flexicurity) y a acceder y defender lo común (commomfare). Como siempre, no obstante, el devenir subversivo de estas propuestas depende de la capacidad de la multitud precaria para hacer explícita su potencia política.