Editorial: Hiru Argitaletxea

Colección: Colección pensar

ISBN: 9788495786791

232 págs.

Convalecencia

Este libro es algo así como una gran puerta que Peter Weiss, este gran autor del siglo pasado, abrió a parcelas desconocidas de su intimidad propia. Sus páginas surgieron a raíz de una grave crisis de su salud, y en ellas, escribiendo un diario desde agosto de 1970 hasta enero de 1971, reveló entre otras muchas cosas momentos ignorados de su vida pública pero también escribió muchas notas significativas sobre su vida personal, de manera que leyendo estas páginas nos enfrentamos con emoción tanto a las agonías de su historia –a sus dudas e inquietudes a veces casi mortales– como a sus convicciones políticas y a su gran aportación intelectual a las luchas de los pueblos por su liberación. ¡Admirable Peter Weiss! Este Diario, en fin, nos cuenta mil cosas importantes sobre la historia de un período, que incluye lo que se llamó la guerra fría, en el que hubo grandes esperanzas para la edificación de otro mundo que fuera una réplica a los grandes horrores del capitalismo; pero también grandes decepciones en cuanto al comportamiento de los partidos comunistas oficiales. Leyendo estas páginas nos adentramos, como si estuviéramos leyendo una gran novela rica en episodios, en una gran aventura humana, social y política.

14,00

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Categorías: Filosofia

 
Peter Weiss, autor de obras maestras como Persecución y asesinato de Jean-Paul Marat representados por el Grupo Teatral de la Casa de Salud de Charenton bajo la dirección del señor de Sade y Estética de la resistencia (ambas ya editadas por Hiru junto a otras del mismo autor) nació en las afueras de Berlín en 1916. Su madre era actriz y su padre un fabricante textil judío. Dedicó muchas horas de su vida –una vida errante en Europa durante muchos de sus años hasta que se estableció en Estocolmo– al dibujo, a la pintura y al cine experimental. Militante comunista, altamente crítico con respecto al estalinismo, pero también altamente leal a sus convicciones antiimperialistas, y activísimo en tareas de solidaridad, sobre todo con procesos como la lucha de liberación de Vietnam y la Revolución Cubana, su obra es muy rica y compleja. Murió en Estocolmo en 1982, después de sufrir no pocas vicisitudes por razón de su militancia siempre al servicio de la justicia, de la verdad y de la esperanza.
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Este libro es algo así como una gran puerta que Peter Weiss, este gran autor del siglo pasado, abrió a parcelas desconocidas de su intimidad propia. Sus páginas surgieron a raíz de una grave crisis de su salud, y en ellas, escribiendo un diario desde agosto de 1970 hasta enero de 1971, reveló entre otras muchas cosas momentos ignorados de su vida pública pero también escribió muchas notas significativas sobre su vida personal, de manera que leyendo estas páginas nos enfrentamos con emoción tanto a las agonías de su historia –a sus dudas e inquietudes a veces casi mortales– como a sus convicciones políticas y a su gran aportación intelectual a las luchas de los pueblos por su liberación. ¡Admirable Peter Weiss! Este Diario, en fin, nos cuenta mil cosas importantes sobre la historia de un período, que incluye lo que se llamó la guerra fría, en el que hubo grandes esperanzas para la edificación de otro mundo que fuera una réplica a los grandes horrores del capitalismo; pero también grandes decepciones en cuanto al comportamiento de los partidos comunistas oficiales. Leyendo estas páginas nos adentramos, como si estuviéramos leyendo una gran novela rica en episodios, en una gran aventura humana, social y política.

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Editorial: Hiru Argitaletxea

Colección: Colección pensar

ISBN: 9788495786791

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Peter Weiss, autor de obras maestras como Persecución y asesinato de Jean-Paul Marat representados por el Grupo Teatral de la Casa de Salud de Charenton bajo la dirección del señor de Sade y Estética de la resistencia (ambas ya editadas por Hiru junto a otras del mismo autor) nació en las afueras de Berlín en 1916. Su madre era actriz y su padre un fabricante textil judío. Dedicó muchas horas de su vida –una vida errante en Europa durante muchos de sus años hasta que se estableció en Estocolmo– al dibujo, a la pintura y al cine experimental. Militante comunista, altamente crítico con respecto al estalinismo, pero también altamente leal a sus convicciones antiimperialistas, y activísimo en tareas de solidaridad, sobre todo con procesos como la lucha de liberación de Vietnam y la Revolución Cubana, su obra es muy rica y compleja. Murió en Estocolmo en 1982, después de sufrir no pocas vicisitudes por razón de su militancia siempre al servicio de la justicia, de la verdad y de la esperanza.
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