Cuando los políticos mecen la cuna
La gente suele pensar que si la indigencia y la marginación nunca se acaban de resolver es por la naturaleza y dificultad del propio asunto. Nada más lejos de la realidad. El mundo de los marginados, sobre todo tratándose de niños y adolescentes, no es algo residual; es un mundo intenso, pletórico de vida, de posibilidades, de penalidades ciertamente , pero también de inimaginalbes alegrías. Por eso lo que menos necesitan los niños y adolescentes que crecen al margen, es del ingenuo voluntarismo de los bien intencionados, o de la pedantería de títulos académicos, en asuntos en los que la mejor academia lo ignora casi todo.
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Categorías: Control Social, represión y cárcel
Cuando los políticos mecen la cuna
La gente suele pensar que si la indigencia y la marginación nunca se acaban de resolver es por la naturaleza y dificultad del propio asunto. Nada más lejos de la realidad. El mundo de los marginados, sobre todo tratándose de niños y adolescentes, no es algo residual; es un mundo intenso, pletórico de vida, de posibilidades, de penalidades ciertamente , pero también de inimaginalbes alegrías. Por eso lo que menos necesitan los niños y adolescentes que crecen al margen, es del ingenuo voluntarismo de los bien intencionados, o de la pedantería de títulos académicos, en asuntos en los que la mejor academia lo ignora casi todo.