Cul de Sac 5
El campo y la ciudad, ¿mundos enfrentados?
Las nociones de «campo» y «ciudad» han atraído sobre sí desde tiempos inmemoriales numerosos tópicos y lugares comunes, tanto negativos como positivos, a través de los cuales han venido a considerarse realidades contrapuestas y, en gran medida, antagónicas. El campo encarnaba un estilo de vida sencillo, natural e inocente; pero también se le vinculaba como un lugar de atraso, incultura y brutalidad. La ciudad, por su parte, representaba el centro de progreso por excelencia, el lugar en que se desarrollaba la vida del espíritu y en el que se congregaban escritores, eruditos y artistas; en cambio, simbolizaba a su vez la degradación de la moral y de las costumbres, un foco de vicios y ambiciones.
Tal y como señalara Raymond Williams este contraste entre el campo y la ciudad como dos estilos de vida totalmente distintos se remonta a la época clásica, pero en gran medida ha sobrevivido hasta nuestros días, una época en la que la mitad de la población del planeta vive ya en entornos urbanos mientras que, en el Occidente desarrollado e industrializado, el mundo campesino ha desaparecido por completo.
En este número de Cul de Sac hemos querido acercarnos a esos clichés sobre el campo y la ciudad y tratar de vislumbrar, entre los ideales que han simbolizado, las realidades que han escondido a lo largo de los siglos. De ese modo podremos comprender el papel que juegan en nuestro mundo turbocapitalista y modernizado del siglo XXI.
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Cul de Sac 5
El campo y la ciudad, ¿mundos enfrentados?
Las nociones de «campo» y «ciudad» han atraído sobre sí desde tiempos inmemoriales numerosos tópicos y lugares comunes, tanto negativos como positivos, a través de los cuales han venido a considerarse realidades contrapuestas y, en gran medida, antagónicas. El campo encarnaba un estilo de vida sencillo, natural e inocente; pero también se le vinculaba como un lugar de atraso, incultura y brutalidad. La ciudad, por su parte, representaba el centro de progreso por excelencia, el lugar en que se desarrollaba la vida del espíritu y en el que se congregaban escritores, eruditos y artistas; en cambio, simbolizaba a su vez la degradación de la moral y de las costumbres, un foco de vicios y ambiciones.
Tal y como señalara Raymond Williams este contraste entre el campo y la ciudad como dos estilos de vida totalmente distintos se remonta a la época clásica, pero en gran medida ha sobrevivido hasta nuestros días, una época en la que la mitad de la población del planeta vive ya en entornos urbanos mientras que, en el Occidente desarrollado e industrializado, el mundo campesino ha desaparecido por completo.
En este número de Cul de Sac hemos querido acercarnos a esos clichés sobre el campo y la ciudad y tratar de vislumbrar, entre los ideales que han simbolizado, las realidades que han escondido a lo largo de los siglos. De ese modo podremos comprender el papel que juegan en nuestro mundo turbocapitalista y modernizado del siglo XXI.