ESCLAVOS UNIDOS
La otra cara del American Dream
Estados Unidos como potencia económica es objeto de deseo mundial. Tanto entre las elites, que lo ven como lo más cercano a la utopía del libre mercado, la competencia y la privatización, como entre los más pobres, embebidos por un incesante imperialismo cultural que les graba a fuego el American Dream de la tierra de las oportunidades. Sin embargo, la realidad difiere bastante de la imagen que Washington proyecta ante el mundo, especialmente en el caso de la clase media y trabajadora, encadenada a producir beneficios sin descanso en un contexto de práctica ausencia de estado del bienestar. Así, el llamado «excepcionalismo americano», enarbolado hasta la saciedad para presumir de una construcción nacional superior al resto, podría ser utilizado de forma válida si se le dota de un significado de singularidad que, en este caso, dista de ser positivo.
Porque Estados Unidos es el país con más habitantes encarcelados del planeta, es el país con más armas per cápita de todo el mundo, tiene el mayor ejército, la esperanza de vida es similar a naciones latinoamericanas en desarrollo, tiene el porcentaje de pobreza juvenil más alto de la OCDE, registra la mayor deuda pública del planeta, sus ciudadanos tienen veinte veces más probabilidades de morir por violencia armada que el resto de países industrializados, compite en los primeros puestos de desigualdad, es el país con mayor número de fallecidos por consumo de drogas y registra una alta tasa de analfabetismo. ¿Alguien da más?
18,00€
ESCLAVOS UNIDOS
La otra cara del American Dream
Estados Unidos como potencia económica es objeto de deseo mundial. Tanto entre las elites, que lo ven como lo más cercano a la utopía del libre mercado, la competencia y la privatización, como entre los más pobres, embebidos por un incesante imperialismo cultural que les graba a fuego el American Dream de la tierra de las oportunidades. Sin embargo, la realidad difiere bastante de la imagen que Washington proyecta ante el mundo, especialmente en el caso de la clase media y trabajadora, encadenada a producir beneficios sin descanso en un contexto de práctica ausencia de estado del bienestar. Así, el llamado «excepcionalismo americano», enarbolado hasta la saciedad para presumir de una construcción nacional superior al resto, podría ser utilizado de forma válida si se le dota de un significado de singularidad que, en este caso, dista de ser positivo.
Porque Estados Unidos es el país con más habitantes encarcelados del planeta, es el país con más armas per cápita de todo el mundo, tiene el mayor ejército, la esperanza de vida es similar a naciones latinoamericanas en desarrollo, tiene el porcentaje de pobreza juvenil más alto de la OCDE, registra la mayor deuda pública del planeta, sus ciudadanos tienen veinte veces más probabilidades de morir por violencia armada que el resto de países industrializados, compite en los primeros puestos de desigualdad, es el país con mayor número de fallecidos por consumo de drogas y registra una alta tasa de analfabetismo. ¿Alguien da más?