Editorial: Virus Editorial

Colección: Libèl·lula

ISBN: 9788492559688

216 págs.

Fray Dulcino y Margarita

Mesianismo igualitario y resistencia montañesa

«Pues dile a Fray Dulcino que se avitualle tú que tal vez pronto verás el sol si no desea unírseme aquí, quemado que se procure víveres, pues las nevadas darán paso a la victoria del novarés que de otro modo no le sería fácil conquistar.»
—Dante Alighieri, La Divina Comedia

Dolcino da Novara y Margherita Boninsegna —Margherita da Trento— son hoy dos figuras míticas que, a pesar de su enfrentamiento con el poder más duradero de la historia, la Iglesia católica que los condenó y martirizó hasta la muerte, han pervivido en la memoria popular italiana como símbolos de rebelión popular y libertaria.

En agosto del año 1300, Dulcino dirigió una carta a los apostólicos, después de que su líder Gherardo Segarelli fuera quemado en la hoguera. Ese fue el principio del movimiento dulciniano, que denunciaba al clero corrupto y reivindicaba la vida en comunidad y la pobreza frente a la opulencia eclesiástica. Él y Margarita se conocieron en 1303, en Trento, y lideraron una comunidad que llevó a la Iglesia romana a declarar una guerra santa para combatirlos.

El movimiento dulciniano recorrió la península italiana de sur a norte y acabó aliándose con los montañeses de Valsesia, enfrentados a la imposición del derecho romano y la religión, para proteger su modelo de organización comunitaria. Con una guerrilla que llegó a tener alrededor de diez mil miembros, el movimiento dulciniano se enfrentó a las tropas de Roma durante dos años.

10,00

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pseudónimo de Gustavo Buratti Zanchi, fue un periodista y escritor italiano, destacado por su defensa de la cultura y la lengua piamontesas. Llevó a cabo su actividad política en el ámbito local y municipal, fue miembro del Partido Socialista Italiano entre 1975 y 1984 y, más tarde, entre los años 2000 y 2009, consejero nacional de los Verdes. Intenso activista cultural, fundó las revistas La slòira y ALP, fue coordinador del Centro di Studi Dolciniani y fundador del Consiglio federativo della Resistenza di Biella. Escribió también una decena de obras dedicadas a la historia de las comunidades herejes y montañesas, y a las formas de autonomía política y participación popular.
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Fray Dulcino y Margarita

Mesianismo igualitario y resistencia montañesa

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«Pues dile a Fray Dulcino que se avitualle tú que tal vez pronto verás el sol si no desea unírseme aquí, quemado que se procure víveres, pues las nevadas darán paso a la victoria del novarés que de otro modo no le sería fácil conquistar.»
—Dante Alighieri, La Divina Comedia

Dolcino da Novara y Margherita Boninsegna —Margherita da Trento— son hoy dos figuras míticas que, a pesar de su enfrentamiento con el poder más duradero de la historia, la Iglesia católica que los condenó y martirizó hasta la muerte, han pervivido en la memoria popular italiana como símbolos de rebelión popular y libertaria.

En agosto del año 1300, Dulcino dirigió una carta a los apostólicos, después de que su líder Gherardo Segarelli fuera quemado en la hoguera. Ese fue el principio del movimiento dulciniano, que denunciaba al clero corrupto y reivindicaba la vida en comunidad y la pobreza frente a la opulencia eclesiástica. Él y Margarita se conocieron en 1303, en Trento, y lideraron una comunidad que llevó a la Iglesia romana a declarar una guerra santa para combatirlos.

El movimiento dulciniano recorrió la península italiana de sur a norte y acabó aliándose con los montañeses de Valsesia, enfrentados a la imposición del derecho romano y la religión, para proteger su modelo de organización comunitaria. Con una guerrilla que llegó a tener alrededor de diez mil miembros, el movimiento dulciniano se enfrentó a las tropas de Roma durante dos años.

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pseudónimo de Gustavo Buratti Zanchi, fue un periodista y escritor italiano, destacado por su defensa de la cultura y la lengua piamontesas. Llevó a cabo su actividad política en el ámbito local y municipal, fue miembro del Partido Socialista Italiano entre 1975 y 1984 y, más tarde, entre los años 2000 y 2009, consejero nacional de los Verdes. Intenso activista cultural, fundó las revistas La slòira y ALP, fue coordinador del Centro di Studi Dolciniani y fundador del Consiglio federativo della Resistenza di Biella. Escribió también una decena de obras dedicadas a la historia de las comunidades herejes y montañesas, y a las formas de autonomía política y participación popular.
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