Jim Jones
Prodigios y milagros de un predicador apocalíptico
«¿Qué es lo que están haciendo en mitad de la jungla todos esos afroamericanos junto a este hombre blanco?» Stanley Nelson
Hyacinth Thrash, una anciana negra de 76 años, se incorporó de su cama y, despacio, se dispuso a salir de su habitación. No había escuchado nada, ningún ruido o grito, nada que pudiera hacerle sospechar lo que había sucedido mientras dormía. Salió fuera de su casa y comenzó a pasear por lo que parecía una ciudad fantasma. De pronto, sintió un escalofrío: «Oh, Dios mío, han llegado y se los han llevado a todos», pensó. En su cabeza se agolpaban imágenes de decenas de paramilitares descendiendo de helicópteros y de hombres enmascarados avanzando entre la selva. ¿Habría llegado por fin el terrible día que había anunciado su líder y profeta, el Reverendo Jim Jones, en el que un terrible Armagedón acabaría con la civilización? Sin embargo, lo que vio la dejó estupefacta. Centenares de personas, formando pequeños grupos, aparecían muertas y sin aparentes signos de violencia, como si durmieran plácidamente.
En noviembre de 1978, los periódicos de todo el mundo amanecieron con un increíble titular: 909 miembros de una extraña e inquietante secta llamada Templo del Pueblo, dirigida por el megalómano Jim Jones, habían fundado en el interior de una remota selva una especie de “paraíso” en la Tierra (al que llamaron “Jonestown”) y cometido el mayor suicidio colectivo de la historia, una tragedia que el propio Jones -siguiendo las palabras del líder del black power Huey P. Newton- definió como un “suicidio revolucionario”.
Jim Jones difundió una curiosa doctrina que mezclaba cristianismo con socialismo, al mismo tiempo que afirmaba ser capaz de sanar a los enfermos así como experimentar visiones que anunciaban un inminente final de los tiempos.
Jim Jones. Prodigios y milagros de un predicador apocalíptico narra una de las historias más terribles e interesantes del siglo XX y recoge, por vez primera en castellano, el escalofriante discurso final que pronunció Jim Jones instantes antes de producirse el suicidio. Del mismo modo, incluye un prólogo de Jordi Valls (prestigioso fundador de Vagina Dentata Organ y artista francotirador) escrito expresamente para esta edición, seguido por un ensayo de Servando Rocha en torno al culto y la figura de su líder.
12,00€
Hay existencias
Categorías: Norteamérica, Religiones, teología y ateología
Palabras clave: apocalipsis, suicidio revolucionario, religiones
Jim Jones
Prodigios y milagros de un predicador apocalíptico
«¿Qué es lo que están haciendo en mitad de la jungla todos esos afroamericanos junto a este hombre blanco?» Stanley Nelson
Hyacinth Thrash, una anciana negra de 76 años, se incorporó de su cama y, despacio, se dispuso a salir de su habitación. No había escuchado nada, ningún ruido o grito, nada que pudiera hacerle sospechar lo que había sucedido mientras dormía. Salió fuera de su casa y comenzó a pasear por lo que parecía una ciudad fantasma. De pronto, sintió un escalofrío: «Oh, Dios mío, han llegado y se los han llevado a todos», pensó. En su cabeza se agolpaban imágenes de decenas de paramilitares descendiendo de helicópteros y de hombres enmascarados avanzando entre la selva. ¿Habría llegado por fin el terrible día que había anunciado su líder y profeta, el Reverendo Jim Jones, en el que un terrible Armagedón acabaría con la civilización? Sin embargo, lo que vio la dejó estupefacta. Centenares de personas, formando pequeños grupos, aparecían muertas y sin aparentes signos de violencia, como si durmieran plácidamente.
En noviembre de 1978, los periódicos de todo el mundo amanecieron con un increíble titular: 909 miembros de una extraña e inquietante secta llamada Templo del Pueblo, dirigida por el megalómano Jim Jones, habían fundado en el interior de una remota selva una especie de “paraíso” en la Tierra (al que llamaron “Jonestown”) y cometido el mayor suicidio colectivo de la historia, una tragedia que el propio Jones -siguiendo las palabras del líder del black power Huey P. Newton- definió como un “suicidio revolucionario”.
Jim Jones difundió una curiosa doctrina que mezclaba cristianismo con socialismo, al mismo tiempo que afirmaba ser capaz de sanar a los enfermos así como experimentar visiones que anunciaban un inminente final de los tiempos.
Jim Jones. Prodigios y milagros de un predicador apocalíptico narra una de las historias más terribles e interesantes del siglo XX y recoge, por vez primera en castellano, el escalofriante discurso final que pronunció Jim Jones instantes antes de producirse el suicidio. Del mismo modo, incluye un prólogo de Jordi Valls (prestigioso fundador de Vagina Dentata Organ y artista francotirador) escrito expresamente para esta edición, seguido por un ensayo de Servando Rocha en torno al culto y la figura de su líder.
Categorías: Norteamérica, Religiones, teología y ateología
Palabras clave: apocalipsis, suicidio revolucionario, religiones
Editorial: Felguera Ediciones
ISBN: 9788493746759
146 págs.