Nos quieren más tontos
Aunque no todo el mundo es consciente de ello, las líneas principales de cualquier política educativa están directamente conectadas con una determinada visión del mundo, y forman parte de un proyecto global que pretende modelar la sociedad del futuro. Este libro pretende examina la verdadera naturaleza del actual sistema educativo, subrayar sus intenciones y denunciar sus carencias. Pilar Carrera y Eduardo Luque proponen aquí un regreso a valores que jamás deberían haber desaparecido de la educación.
Hoy se ha impuesto en la mayor parte del planeta, y muy específicamente en lo que llamamos Occidente, una educación en la que el conocimiento ha quedado relegado ante lo que ha venido a denominarse “competencias”. Se trata de un modelo educativo pensado para satisfacer necesidades empresariales, en el que, en palabras de Jacques Delors, el “saber hacer” ha de sustituir al “saber”.
Impulsada por el Banco Mundial, apoyada por el FMI y la OMC, esta política pretende la creación de una Sociedad del conocimiento… sin conocimiento –como muy bien señalan Pilar Carrera y Eduardo Luque–, y sometida al mercado, que es quien en el fondo establece tanto los contenidos como las herramientas a utilizar en el aprendizaje.
15,00€
Categorías: Pedagogía y educación
Nos quieren más tontos
Aunque no todo el mundo es consciente de ello, las líneas principales de cualquier política educativa están directamente conectadas con una determinada visión del mundo, y forman parte de un proyecto global que pretende modelar la sociedad del futuro. Este libro pretende examina la verdadera naturaleza del actual sistema educativo, subrayar sus intenciones y denunciar sus carencias. Pilar Carrera y Eduardo Luque proponen aquí un regreso a valores que jamás deberían haber desaparecido de la educación.
Hoy se ha impuesto en la mayor parte del planeta, y muy específicamente en lo que llamamos Occidente, una educación en la que el conocimiento ha quedado relegado ante lo que ha venido a denominarse “competencias”. Se trata de un modelo educativo pensado para satisfacer necesidades empresariales, en el que, en palabras de Jacques Delors, el “saber hacer” ha de sustituir al “saber”.
Impulsada por el Banco Mundial, apoyada por el FMI y la OMC, esta política pretende la creación de una Sociedad del conocimiento… sin conocimiento –como muy bien señalan Pilar Carrera y Eduardo Luque–, y sometida al mercado, que es quien en el fondo establece tanto los contenidos como las herramientas a utilizar en el aprendizaje.