Concepción Arenal (1820-1893), con una inteligencia y sensibilidad fuera de lo común, fue la pensadora española más importante, original y adelantada a su tiempo, y la de mayor proyección internacional. Dedicó su vida y sus fuerzas a la defensa de la mujer, la reforma penal y la causa obrera. Escritora, pensadora y activista, no menoscabó su defensa de los más necesitados y sus ansias de mejorar la sociedad. Pocos la escucharon, y menos todavía la leyeron. Sin embargo, su voz, que ella percibía perdida en el desierto, fue la más poderosa de su siglo.