Si bajo el maestrazgo de Jaume Vicens, Pierre Vilar y Jordi Nadal a Miquel Izard (Barcelona, 1934) le atrajeron el proletariado y la manufactura algodonera, tras su exilio a Venezuela, 1968, devino americanista. Investigó el rechazo a la colonización, la forja de ámbitos cimarrones o denunció la esperpéntica, falaz y grotesca Leyenda Apologética y Legitimadora (LAL) sobre la agresión castellana. Jubilado de la Universidad de Barcelona y sin apoyo institucional para seguir dichas pesquisas, regresó al pasado catalán y, ahora, a la Guerra y la Dictadura, atrapándole las asombrosas mudanzas del verano de 1936. Sigue indagando sobre la Retirada, enero de 1939, o sobre los chiquillos y mujeres durante los primeros años del franquismo, dos grupos muy perjudicados y ninguneados por tanto cronista. Enseñó también en las venezolanas ULA de Mérida y UCV de Caracas o en la NYU de New York. Entre sus libros destacan El rechazo a la civilización; Orejanos, cimarrones y arrochelados; El miedo a la Revolución; o Patagonia. Crónica de un viaje.