Oscar Wilde (Dublín, 1854) Poeta, novelista y dramaturgo, recordado sobre todo por su única novela, El retrato de Dorian Gray (1891), las notables comedias El abanico de Lady Windermere (1892) y La importancia de llamarse Ernesto (1895), la agudeza de sus dichos y las escandalosas circunstancias que lo llevaron a prisión. Su padre era un importante cirujano y autor de libros sobre arqueología y folclore, y su madre, una poeta y defensora de la causa nacionalista irlandesa. Estudió en el Magdalen College de Oxford, donde se familiarizó con las teorías de Walter Pater y John Ruskin sobre la centralidad del arte en la vida. En la década de 1880 abrazó el Esteticismo. «La belleza es la única cosa que el tiempo no puede dañar. Las filosofías se derrumban como arena; las creencias pasan una tras otra; pero lo que es bello es un goce para todas las estaciones, una posesión para toda la eternidad». En 1891 escribió en francés la pieza teatral Salomé, drama bíblico en un acto que conoció el repudio y la censura. En 1895 inició un juicio por difamación al marqués de Queensberry —padre de su amigo íntimo Lord Alfred Douglas—, que lo había acusado de sodomía. El marqués, absuelto, acusó a su vez a Wilde, que fue condenado a dos años de trabajos forzosos. En prisión escribió De Profundis, extensa carta en la que reflexiona sobre el dolor. Al salir de la cárcel, arruinado espiritual y materialmente, se mudó a París, donde vivió bajo el nombre de Sebastian Melmoth y escribió La balada de la cárcel de Reading (1898), en la que denunció las condiciones inhumanas en las prisiones. Murió en París, en la indigencia, a los cuarenta y seis años por una meningitis.
Walter Crane (Liverpool, 1845) Grabador, pintor y dibujante, Walter Crane ilustró libros para niños, realizó tapices, mosaicos, vitrales, esculturas y otros objetos decorativos. Entre 1859 y 1862, trabajó como aprendiz del grabador William J. Linton, labor que le permitió estudiar la obra de diferentes artistas contemporáneos que pasaban por el taller de estampación, así como de los maestros del Renacimiento italiano. En 1864 comenzó a ilustrar libros para colecciones económicas y se dedicó al estudio de impresos coloreados provenientes de Japón, cuyos métodos imitó, a partir de 1874, en los libros infantiles, labor por la cual es considerado uno de los más prolíficos e influyentes creadores de su generación. Los hermanos Grimm, Hawthorne, Spenser y Wilde inspiraron sus mejores imágenes. Fiel representante del Arts and Crafts, se relacionó estrechamente con el movimiento socialista, y participó en revistas libertarias como Freedom Press o Liberty Press. En 1896 fue elegido director del Reading College de Berkshire y dos años despues del Royal College of Art de Londres. Bohemio, y comprometido, Crane falleció a los setenta años, en Horsham, Sussex, poco después del suicidio de su esposa.
Percy Jacomb Hood (Redhill, 1857) Pintor, ilustrador y retratista, hijo de un ingeniero de ferrocarriles, George Percy Jacomb Hood estudió dibujo y artes en el Slade School de Londres durante tres años, donde obtuvo por su talento una beca y el premio Poynter. Tiempo después, se trasladó a París y entre 1880 y 1882 quedó bajo la tutela de Jean-Paul Laurens. Expuso en la Royal Academy of Art en 1878, en la Grosvenor Gallery y en el Salón de París. Colaboró como artista corresponsal con el periódico The Graphic durante los primeros juegos olímpicos modernos en Atenas, en 1896. Su trabajo se intensificó durante las visitas de la familia real inglesa a la India entre 1902 y 1911. Miembro fundador del New English Art Club y de la Sociedad de Retratistas, en 1910 se casó con una hija del barón de Hochepied Larpent. Osado al expresar sus gustos y disgustos, Hood fue reconocido por su urbanidad y su profesionalismo en el cumplimiento de sus encargos. Continuó trabajando laboriosamente, dedicado a la realización de retratos para la Royal Academy, hasta poco antes de su muerte, acaecida durante un viaje a Italia, en 1929, cuando tenía setenta y dos años.