Contracultura i Art

  • <p>El autor no trata de disimular adonde van sus simpat&iacute;as. As&iacute;, pues, no resultar&aacute; in&uacute;til entenderle precisar que garantiza, y lo puede probar, la exactitud de todos los sucesos relatados en este libro, a fortiori, de todos los textos citados. Sin embargo, si todo lo que escribe es ver&iacute;dico, seguramente no pretende hacer un informe satisfactorio que diese cuenta del conjunto hist&oacute;rico del movimiento de las ocupaciones. Por el momento, faltan la mayor parte de las informaciones relativas a la casi totalidad de las provincias y la mayor&iacute;a de las f&aacute;bricas, , incluidas las de la regi&oacute;n parisina. Por otra parte, incluso limit&aacute;ndose al aspecto aqu&iacute; estudiado, esencial, pero, sin embargo, circunscrito del movimiento de las ocupaciones, el autor no ha cre&iacute;do conveniente dar cuenta de ciertas partes del acontecimiento del m&aacute;s alto inter&eacute;s para el historiador, sin duda, pero cuya divulgaci&oacute;n podr&iacute;a ser utilizada contra diversas personas, como se puede comprender sin esfuerzo, teniendo en cuenta el momento preciso en que se ha terminado la redacci&oacute;n de este libro. El autor ha tenido la dicha de poder disponer de la colaboraci&oacute;n de varios miembros de la Internacional Situacionista, entre los cuales dos hab&iacute;an formado parte del ex &quot;grupo de los <em>Enrag&eacute;s</em>&quot;. Quisiera precisar que sin ellos, por todos los conceptos, no hubiera podido escribir este libro.</p> <p>Bruselas, 26 de julio de 1968</p>
  • <div class="content_full"> <div class="texto1"> <p>Por alguna raz&oacute;n, Ezra Pound mir&oacute; a su alrededor en 1938 y pens&oacute; que la cultura europea se estaba yendo al carajo. Su reacci&oacute;n se tradujo en un bramido impotente contra la llegada de la noche: la publicaci&oacute;n de <em>Gu&iacute;a de la kultura</em> (con &ldquo;K&rdquo;, al viejo Ezra le encantaba deletrear palabras fon&eacute;ticamente cuando adoptaba la m&aacute;scara del estrafalario T&iacute;o Ez, sentado en el porche, mascando tabaco y repartiendo bollos de ma&iacute;z).</p> <p><em>Gu&iacute;a de la kultura</em> no tiene coherencia interna, tal como &eacute;l mismo reconoce complacido: &laquo;el lector apresurado quiz&aacute; diga que escribo esto en clave y que mi discurso simplemente salta de un punto a otro sin conexi&oacute;n ni secuencia. Y sin embargo el discurso es completo. Todos los elementos est&aacute;n ah&iacute; y el m&aacute;s repugnante adicto a los crucigramas deber&iacute;a ser capaz de resolver &eacute;ste&raquo;. Sin embargo reconozcamos que el poeta, sin duda uno de los mayores chiflados del mundo, fue tambi&eacute;n un hombre de profunda erudici&oacute;n y un gran artista. Esta obra, aunque dispersa, rebosa agudeza, procedente de un punto de vista distorsionado. Ezra Pound era muchas cosas &mdash;algunas de ellas execrables&mdash;, pero no era ning&uacute;n zopenco. &iquest;Es &eacute;ste un libro dif&iacute;cil? &iquest;Demencial? &iquest;Exasperante? &iquest;Revelador? Puedes encontrar la respuesta en las &uacute;ltimas palabras del <em>Ulises</em> de Joyce.</p> </div> </div>
  • <p>Pintada sobre las paredes de la protesta, pero tambi&eacute;n estampada en mochilas, camisetas, colgantes y gorras, incluso en las prendas masculinas m&aacute;s &iacute;ntimas, la A es un signo tan conocido y reconocido que ha acabado por ser considerado un s&iacute;mbolo tradicional de la iconograf&iacute;a libertaria. En realidad, nos explican sus creadores, tiene poco m&aacute;s de cuarenta a&ntilde;os: la A nace como proyecto en Par&iacute;s durante el a&ntilde;o 1964, en el interior de u&ntilde;a peque&ntilde;a red de j&oacute;venes anarquistas, pero comienza su vida p&uacute;blica durante el a&ntilde;o 1966 en Mil&aacute;n, impresa sobre octavillas y carteles de la Giovent&ugrave; Libertaria. Poco despu&eacute;s, la explosi&oacute;n de 1968 -y la invenci&oacute;n providencial del espray de pintura- har&aacute; circular el s&iacute;mbolo por las calles de todo el mundo.</p> <p>Esta in&eacute;dita historia en im&aacute;genes, junto a los relatos que la acompa&ntilde;an, repasa su sorprendente e incluso extravagante difusi&oacute;n planetaria, alcanzada primero bajo el empuje de la pasi&oacute;n libertaria y luego de la cultura punk, hasta su m&aacute;s reciente explotaci&oacute;n comercial. Un viaje por el imaginario contempor&aacute;neo que da cuenta de las m&uacute;ltiples interpretaciones -a menudo inesperadas, tal vez contradictorias- de un s&iacute;mbolo nacido con una fuerte connotaci&oacute;n espec&iacute;fica y transfondo con el tiempo en uno de los signos m&aacute;s usados para expresar no tan s&oacute;lo anarqu&iacute;a, sino tambi&eacute;n revuelta, rechazo, anticonformismo y transgresi&oacute;n en sus m&aacute;s variadas acepciones.</p>
  • <p>A lo largo del siglo XIX y hasta el &uacute;ltimo tercio del siglo XX, millones de espa&ntilde;oles abandonaron el pa&iacute;s huyendo de un aciago destino, con la esperanza de forjar una vida digna. Aquella aventura humana dej&oacute; un rastro notable en el cine, que se acerc&oacute; a la misma en numerosas ocasiones.</p>
  • <p>Industrias mikuerpo no era un grupo, sino un entramado de participaci&oacute;n. Un o&iacute;do en lugar de una voz, con m&aacute;s vocaci&oacute;n de medio que de emisor, aunque de una forma tal, que el medio no s&oacute;lo fuese el mensaje, sino todas las instancias de la comunicaci&oacute;n reunidas en una especie de reactivo qu&iacute;mico, o de microorganismo capaz de fermentar el magma cultural para intentar darle otro sentido. Su materia prima era el ruido, la confusi&oacute;n de im&aacute;genes, la mezcla conceptual de la calle. No hab&iacute;a detr&aacute;s una estructura, sino un dispositivo de generaci&oacute;n fractal de &laquo;consecuencias inesperadas&raquo;, un ensayo de producci&oacute;n de errores en el sistema.<!-- STOP: including template: design/trafis/override/templates/content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl (design:content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl) --> <!-- START: including template: design/trafis/override/templates/content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl (design:content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl) --> Su programa era una b&uacute;squeda a ciegas en el plano pragm&aacute;tico de la expresi&oacute;n, revolucionando por completo los mecanismos de producci&oacute;n, distribuci&oacute;n y consumo cultural, el papel del artista y del cr&iacute;tico, las formas de consumo y todas las relaciones productivas del arte, conmovidas cada vez m&aacute;s por nuevos medios de producci&oacute;n. &Eacute;ste era el sentido que se quer&iacute;a dar a una efectiva realizaci&oacute;n y superaci&oacute;n del arte, capaz de obviar el circuito institucional: la exploraci&oacute;n de nuevas formas de gesti&oacute;n del capital simb&oacute;lico basadas en la intervenci&oacute;n perturbadora sobre cualquiera de las instancias de la comunicaci&oacute;n (disoluci&oacute;n del emisor, producci&oacute;n colectiva en red, desplazamiento de la carga de sentido sobre el receptor, desmaterializaci&oacute;n o reproducci&oacute;n infinita de la obra, desnaturalizaci&oacute;n de los c&oacute;digos, generaci&oacute;n de &laquo;ruido significante&raquo;, etc.).</p>
  • <p><font class="txparrafo">&laquo;Creo que no se ha escrito en Italia nada tan fuerte desde Maquiavelo.&raquo; Guy Debord (1969)<br /> <br /> Aunque la Internacional Situacionista (IS) se fund&oacute; en Italia en 1957, no hubo en este pa&iacute;s una secci&oacute;n estable de la organizaci&oacute;n hasta 1969. Para entonces todas las veleidades art&iacute;sticas en la IS ya hab&iacute;an sido conjuradas. Si bien las teor&iacute;as situacionistas hab&iacute;an empezado a difundirse a&ntilde;os atr&aacute;s en Italia &mdash;malamente, por cierto&mdash;, no fue hasta despu&eacute;s del Mayo famoso cuando se constituy&oacute; en Mil&aacute;n un grupo que demostr&oacute; ser el m&aacute;s indicado para desarrollar la tarea revolucionaria de la IS, por su visi&oacute;n de conjunto, su idea organizativa y sus capacidades te&oacute;ricas. En un momento en el que la cr&iacute;tica de la vida cotidiana ocupaba el centro de la cr&iacute;tica social, las ideas situacionistas desplegaron toda su fuerza en Italia ofreciendo una visi&oacute;n l&uacute;cida y total de la nueva &eacute;poca. Fue un periodo en el que el malestar en la sociedad italiana estuvo apunto de desembocar en una insurrecci&oacute;n generalizada, insurrecci&oacute;n que fue liquidada por el trabajo complementario de los servicios secretos del Estado y de las fuerzas de izquierda. <br /> <br /> Entre muchas otras cuestiones &mdash;como se ver&aacute; en el libro&mdash; la IS italiana se mostr&oacute; muy acertada a la hora de evaluar <i>in situ</i> lo que estaba ocurriendo con el terrorismo, desvelando para qu&eacute; estaba siendo utilizado. As&iacute; mismo denunci&oacute; con claridad el trabajo contrarrevolucionario de los llamados partidos comunistas y salud&oacute; el retorno de la Revoluci&oacute;n Social, no sin antes anunciar los problemas inmediatos que esta tendr&iacute;a que solucionar. <br /> <br /> Este libro re&uacute;ne los textos completos de la secci&oacute;n italiana de la IS (1969-1972), traducidos por Diego L. Sanrom&aacute;n e introducidos por un informativo texto &mdash;una breve historia de la IS italiana&mdash; escrito por Miguel Amor&oacute;s. <br /> </font></p>
  • <p><strong>Helios G&oacute;mez</strong> (Sevilla, 1905-Barcelona, 1956) pertenece a la generaci&oacute;n de entre-guerras que hicieron de las causas pol&iacute;tico-sociales el tema principal de su producci&oacute;n. Conocido fundamentalmente por sus trabajos en el campo del dise&ntilde;o, de la publicidad, cabeceras de diarios, carteles militantes e ilustraciones en tinta china publicadas en la prensa y editadas en los &aacute;lbumes <em>D&iacute;as de Ira</em> (Berl&iacute;n 1930), <em>Revoluci&oacute;n Espa&ntilde;ola</em> (URSS 1933) y <em>Viva Octubre</em> (Bruselas 1936), destac&oacute; tambi&eacute;n en la pintura mural y otras t&eacute;cnicas como la pintura al &oacute;leo, el dibujo, las acuarelas, etc. En su vida, militancia pol&iacute;tica y obra se entrelazan a lo largo de los a&ntilde;os. Entre 1927 y 1930 abandona Espa&ntilde;a por razones pol&iacute;ticas, exili&aacute;ndose primero en Par&iacute;s, despu&eacute;s en Bruselas donde trabaja como decorador e ilustrador y viajando tambi&eacute;n por &Aacute;msterdam, Viena y la URSS. En 1929, se instala en Berl&iacute;n donde expone y colabora con algunas publicaciones. Despu&eacute;s del derrocamiento de la dictadura de Primo de Rivera (1930) se instala en Barcelona, donde colabora en numerosas revistes republicanas y comunistas como <em>l&rsquo;Opini&oacute;</em>, <em>La Rambla</em>, <em>La Batalla</em>, <em>L&rsquo;Hora</em>, <em>Bol&iacute;var</em>, <em>Nueva Espa&ntilde;a</em>, <em>Mundo Obrero</em> i <em>El Mono Azul</em>. En 1931, ingresa en el PCE colaborando como ilustrador para <em>Mundo Obrero</em>. Encarcelado en 1932 consigue la libertad provisional escapando a Bruselas y despu&eacute;s a la URSS invitado como representante espa&ntilde;ol en el Congreso Internacional de Artistas Proletarios. Reside en el pa&iacute;s hasta febrero de 1934. Vuelve a Barcelona participando en los fets d&rsquo;octubre siendo nuevamente encarcelado. Una vez liberado, regresa a Bruselas. En abril de 1936 participa en la creaci&oacute;n del Sindicat de Dibuixants Professionals de Catalunya &ndash;impulsor del cartelismo militante durante la Guerra Civil espa&ntilde;ola&ndash;; en julio de este mismo a&ntilde;o lo har&aacute; en la defensa de Barcelona luchando en las barricadas. Perdida la guerra, se refugia en Francia donde es internado en los campos de concentraci&oacute;n franceses (1939-1942). Vuelve a Barcelona siendo arrestado entre 1945-46 y 1948-54 encarcelado en la Modelo de Barcelona, donde pinta un oratorio conocido como La Capilla Gitana y compone un corpus po&eacute;tico. Morir&aacute; dos a&ntilde;os despu&eacute;s de salir de la prisi&oacute;n.</p>
  • <p><span class="llista_autor">Nacido en el seno de una familia acomodada, los padres de Crowley eran miembros de la secta fan&aacute;tica La Hermandad de Plymouth, lo que le hizo padecer una dif&iacute;cil infancia y un inmenso rechazo por el cristianismo. En 1898, mientras estudiaba en Cambridge, decidi&oacute; emprender su carrera como mago. Al igual que el poeta WB Yeats, ingres&oacute; en la Orden Herm&eacute;tica del Amanecer Dorado y m&aacute;s adelante se convirti&oacute; en l&iacute;der de la Ordo Templi Orientis, que hoy en d&iacute;a contin&uacute;a existiendo.<br /> <br /> Para Crowley, la magia se encontraba &iacute;ntimamente ligada a la voluntad humana y lleg&oacute; a creer que tanto &eacute;l como sus disc&iacute;pulos pod&iacute;an ejercer control sobre casi cualquier cosa mediante el solo empleo de la voluntad. Sin embargo, lo que le convirti&oacute; en carne de ca&ntilde;&oacute;n de los tabloides brit&aacute;nicos fue su utilizaci&oacute;n del sexo como fuerza creativa necesaria para realizar su trabajo, manteniendo relaciones sexuales con cientos de mujeres y hombres de todo el mundo.<br /> <br /> En esta biograf&iacute;a Martin Booth relata, sin emitir juicios de valor, los hechos reales de la vida del ocultista, poeta, novelista, bisexual y consumidor de estupefacientes, dejando que el lector decida por s&iacute; mismo si se trataba de un charlat&aacute;n degenerado o de un aut&eacute;ntico mago.</span></p>
  • <div align="justify">As&iacute; que la Caperucita Roja del cuento, despu&eacute;s de ser violada, golpeada y humillada durante siglos, quiere asumir el papel del lobo. Pero son demasiados los abusos a los que ha sido sometida, as&iacute; que nos vemos obligadas a pegarnos entre nosotras para poder abrir, sentir y llorar las heridas que heredamos de generaciones y generaciones de f&aacute;bulas. Y as&iacute; redimirlas y escribir nuevos cuentos.<span class="llista_autor"> <p>Todas las Caperucitas Rojas se vuelven lobos en la pr&aacute;ctica postpornogr&aacute;fica.</p> </span></div>
  • <p>&quot;La identidad andaluza del flamenco de la que no nos cabe duda alguna, a&uacute;n no se hab&iacute;a puesto de manifiesto de una manera tan clara y veraz como hasta ahora. Vaya para el autor y la editorial mi ol&eacute; m&aacute;s sincero&quot;</p> <p>Juan Pinilla</p>
  • La ciudad

    9,00
    <p>Frans Masereel nace en 1889 en Blankenberge, B&eacute;lgica, y muere en 1972 en Avignon. Ese espacio de tiempo es el &aacute;mbito que posibilita una obra como la que aparece en este libro y en otros que ya hemos dado a la imprenta (<em>La idea</em>). Una de las caracter&iacute;sticas de su obra es que no necesita hermeneutas ni intermediarios entre el arte y el observador, por lo que todo <em>introito</em> empieza con tu primera mirada. &iexcl;&iexcl;A gozar!!</p>
  • DSKNTRL

    7,00
    <p>Dskntrl, descontrola con su omisi&oacute;n lo Normal. Tom&aacute;ndose libremente cuentos y ensayos y experimentos de la Ruta Natural, esta de comer y cagar. Vivir y Morir. Despertarse y Dormir. Preguntarse y Responder.</p>
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