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Argelaga 5
5,00€<p><strong>La democracia directa contra los robots</strong> es un importante trabajo de Michel Gomez, pionero de las luchas anti-industriales, en el Comité de los Irradiés, en el colectivo In Extremis o en la editorial Les Amis de la Roue, por citar sólo tres ejemplos. En él se analiza la degradación de la democracia directa por la seudoprotesta posmoderna del tipo «indignados» o Occupy Wall street. Además señala trampa que puede llegar a ser la llamada economía social y solidaria en manos de burocracias mediadoras entre el sistema capitalista y la catástrofe que genera.</p> <p><strong>La alarma energética y la crisis social</strong>, de Miquel Amorós, resume la discusión de la cuestión energética en dos de sus charlas recientes. Establece la relación intrínseca entre energía barata y crecimiento económico, que impone un estilo de vida despilfarrador y dependiente, pues el acceso a la energía está severamente controlado por un oligopolio. El agotamiento de los combustibles fósiles extiende ese control a las fuentes de energía renovables, dando la explotación del territorio un salto cualitativo y agudizando el conflicto social. No hay solución desarrollista, pues dentro de la economía de mercado, la lógica industrial acentúa la crisis en lugar de resolverla.</p> <p><strong>Sobre la reedición del «Manuscrito encontrado en Vitoria»</strong> es un cuestionario entregado por Álvaro Hilario a Miquel Amorós para su publicación en el diario «Gara». Se trata de una conocido trabajo debida principalmente a la pluma de Jaime Semprun, que apareció en 1977 con la firma de «Los Incontrolados». Contiene prácticamente el único análisis de la relación de fuerzas entre el orden burgués y la amenaza proletaria, favorable al primero tras la masacre de Vitoria. La democracia posfranquista fue edificada sobre cadáveres obreros.</p> <p><strong>Contra el Progreso</strong> es un texto clásico y verdaderamente anticipador, escrito por Agustín García Calvo en el exilio y publicado en «Frente libertario». Con el fin de amenizar una tertulia con viejos y jóvenes libertarios, que al no ser gente de partido sabían conversar, Agustín prepara un pincho moruno con las nociones abstractas de Futuro, Tiempo, Progreso e Historia, que tanto han servido a la dominación como pilares de su ideología.</p> <p><strong>Informe: Cuestionando la capitalidad europea de la cultura Donostia 2016</strong>, del grupo Anti TAV de Donostia. El nacionalismo es ante todo una ideología interclasista, o mejor dicho, una ideología propia de una clase dominante que aspira a administrar su espacio vital lo más ventajosamente para sus intereses, y por eso ha de convencer a «los mercados», es decir, al capitalismo internacional, que la independencia del mismo será igual de ventajosa para ellos. El actual clima de consenso en Euskadi, estimulado por el soberanismo catalán, indica que se persigue un capitalismo mucho más desarrollista que el que permitiría la permanencia en el Estado español, lejos de los que los antidesarrollistas postulamos, que no es otra cosa que una Euskalherria o una Catalunya comunitaria, fuera del capitalismo y sin Estado. Para muestra del turbocapitalismo identitario, la mercantilización de la cultura, la apuesta por el turismo industrial, la apología del TAV y demás infraestructuras, el recurso a los grandes eventos y el sueño de una «eurociudad», o sea, la transformación de Euskadi y Catalunya en un sistema metropolitano completo, verdadero ejemplo de terrorismo urbanizador.</p> <p><strong>En Grecia, el Estado se hunde, los barrios se organizan</strong> es una entrevista realizada para el número 7 de la revista francesa «Z», perfectamente ilustrativa del proceso de organización autónoma de la población ante la descomposición y la quiebra del aparato estatal. El ejemplo es válido para cualquier otro país europeo; la diferencia sólo es de grado. Resaltemos las dificultades con que tropieza la autonomía: las inercias de una vida sometida a la mercancía, la costumbre del recurso al Estado, el egoísmo, la aparición de fascismos, la represión policial, la fatiga del sacrificio, etc. La vida libre no es un camino fácil, pero tampoco lo está siendo la vida esclava.</p> <p><strong>Las minas de Casandra. Contra la minería aurífera en Grecia</strong> es un trabajo que amplía un artículo aparecido en el libro «El oro de Salave» (Cambalache, 2013), de imprescindible lectura. La resistencia admirable de los habitantes de Calcídica a las actividades letales de multinacionales como Eldorado Gold o Hellas Gold y a las intimidaciones de todo tipo que padecen por parte de una policía mercenaria cedida por el Estado, nos dicen que estamos ante la lucha más importante en defensa del territorio habida en el continente. Se trata, como bien dicen los griegos, de una «lucha por la vida», entendida como vida sin los apremios del capital, cuya acumulación ahora se centra en la explotación exhaustiva de los recursos territoriales, en detrimento del medio ambiente, del vecindario y de la sociedad civil griega.</p> <p><strong>La utopía digital a debate. Un comentario crítico a «Sociofobia»</strong> de César Rendueles es una aportación de José Ardillo a la crítica de la ideología digitalista. La utopía de internet para todos, de un espacio virtual socializado, se parece demasiado a la utopía liberal del último capitalismo como para pasarlo por alto. Las ilusiones de libertad de las redes no tienen traducción en el espacio real porque son eso, idealizaciones del mercado global. Gracias al progresismo y fascinación por la técnica de Marx, heredados de la burguesía, casi todos los anticapitalistas modernos han confiado en el papel liberador de las nuevas tecnologías. Sin embargo, la informatización del mundo es la esclavización del mundo.</p> <p><strong>El bosque avanza. Los Diggers: una lucha por la tierra y la justicia</strong> es un extracto del folleto colectivo «El bosque que avanza», aparecido hace poco en Francia. La evocación del movimiento de los Diggers, entre 1645 y 1650, o sea, durante la Revolución Inglesa, resulta aleccionadora. El punto central de su programa, la explotación común de los bienes comunales en manos de los terratenientes, se asemeja extrañamente al punto central de un programa actual verdaderamente revolucionario. El antidesarrollismo no empieza de otro modo. Para los que quieran saber más, recordemos a propósito la existencia de una película estupenda, «Winstanley», rodada en 1975 por Kevin Brownlow y fácil de encontrar en la red.</p> <p><strong>Sobre la inviabilidad técnica del capitalismo</strong> es la segunda colaboración de Jorge del Arco en esta revista. El cenit de la producción de petróleo anuncia la inviabilidad del capitalismo, pero no supone su fin. El capitalismo no caerá por su propio peso sino que derivará en modos de explotación nuevos. No cabe sentarse y esperar a la crisis final, la que despierte al proletariado de su letargo, ni tampoco una reacción altruista de los privilegiados, dispuestos a dejarse convencer con propuestas nacidas en el campo de la ciencia. No hay ciencia que sea neutral, ni poder que preste oídos a los vendedores de reformas. No confiarlo todo a factores objetivos, ni delegar en otros la tarea de liberarnos; no precipitarse en un activismo irreflexivo, ni tampoco rehuir el enfrentamiento: Simplemente analizar los hechos desde una perspectiva revolucionaria.</p> <p><strong>Dossier: Actualidad de la «Zone À Défendre»</strong>, la ZAD. La ocupación y cultivo salvaje de los terrenos destinados a la construcción de un aeropuerto inútil cerca de Nantes fue rubricada por una imponente manifestación en esa ciudad. Las maniobras divisorias de los estrategas del poder lograron el objetivo opuesto: los ocupantes «zadistas», los reformistas ciudadanistas y los campesinos aparcaron o superaron momentáneamente sus disputas ante la agresión indiscriminada. El dossier consta de tres documentos: la carta de un participante a la redacción de Argelaga, un documento interno «En pro de los Comunales de la ZAD» y un testimonio de la manifestación del 22 de febrero.</p> <p><strong>Los indígenas ante el progreso, la cooperación y la caridad</strong>, de Antonio Pérez. Se trata de un miembro del legendario Grupo Ácrata madrileño de 1967-69, luego de alguien que empezó la experiencia de la política en la trifulca contra la policía, la cárcel y el exilio. Tuvo tiempo para ser uno de los escasos antropólogos españoles que convivió en América con los indígenas, por lo que cuando escribe, conoce el tema de primera mano. Ha sido siempre un guerrillero, alguien que va por libre, sin compromisos, culto e irónico, ingenioso y certero en su crítica, como vienen a demostrarlo sus variadas colaboraciones en revistas y blogs.</p> -
Una condena compartida
22,00€<p>El presente estudio trata sobre la criminalidad femenina asumiendo la diferenciación social de roles de género como punto de partida para el análisis, teniendo en cuenta asimismo la existencia de unos internos invisibles en las prisiones españolas: los niños y las niñas. A través de una discusión teórica y metodológica sobre las políticas penitenciarias, se desarrolla, además un estudio de campo actual realizado en la Comunidad de Madrid. Buscando superar el determinismo biológico y psicológico de la tradición clásica y positivista criminológica, se cuestionan los axiomas tenidos por verdaderos acerca de la naturaleza, el estatus y el papel de las mujeres en la sociedad contemporánea, así como la situación de sus hijos e hijas que las acompañan en prisión. Con ello se procura elaborar una crítica feminista y de derechos de la infancia junto con un modo de estudio alternativo a la ortodoxia encubiertamente patriaarcal y positivista, abundante incluso en los tratados críticos. </p> -
Un reflejo de la sociedad
12,00€<p>Todavía hoy recuerdo la tarde que estaba en el despacho y sonó el teléfono, era un tal Xavi, abogado de la CNT. Me preguntó si le podía acompañar al Centro Penitenciario de Brians para visitar al preso Amadeu Casellas Ramón. Sinceramente, no tenía ni idea de quien era, así que tras aceptar acompañarle, busqué información sobre el referido preso.<br /> Nunca imaginé que gracias a esa llamada y al propio Amadeu, pudiera descubrir las irregularidades que se producen diariamente en los centros penitenciarios.</p> <p>Amadeu Casellas tenía una condena total de 34 años, 28 meses y 3 días, condena en base al propio artículo 76 del vigente Código Penal, no podía exceder los 20 años puesto que ninguna de sus condenas superaba la pena de prisión de 20 años.</p> <p>Este libro muestra el testimonio real de un preso privado de libertad durante más de 25 años, a la vez que refleja como son en realidad las cárceles y el sistema penitenciario de este país.</p> -
La invasión molecular
14,00€<p>El 30 de mayo de 2004 varios agentes del FBI, bajo el amparo del famoso Patriot Act promulgado tras el 11-S, detienen por bioterrorismo a Steve Kurtz, profesor de Arte en la New York University, y a Robert Ferrell, docente de Genética en la Pittsburg University. En sus laboratorios caseros se hallan algunas moléculas «sospechosas». ¿Moléculas asesinas? No, solo microorganismos inofensivos –como fue demostrado posteriormente– que los dos profesores producen para su trabajo de contrainformación científica dentro del colectivo Critical Art Ensemble.<br /> <br /> La maraña legislativa y la desorientación mediática en torno a los OGM (Organismos Genéticamente Modificados), reflejan la paradoja y la confusión a la que se enfrenta el capitalismo neoliberal en su necesidad de sacar provecho de la colonización molecular. Por un lado, el rechazo de la gran mayoría de la población hacia la contaminación genética dificulta la publicidad y venta de productos OGM. Por otro, los márgenes de explotación, se anuncian como fabulosos y por ello irrenunciables para las empresas involucradas. Tras llevar a cabo la colonización geográfica, se está intentando colonizar el espacio orgánico, en una carrera desenfrenada por «patentar la vida». Este libro traza un mapa de la política transgénica en acto proponiendo formas originales de reacción capaces de conjugar conocimiento científico y conciencia social. Se trata pues de un «manual» de resistencia antibiotech, que nos invita a contrastar la colonización molecular con nuestra experiencia cotidiana.<br /> <br /> El Critical Art Ensemble (CAE) es un colectivo de artistas y científicos centrados en la «resistencia molecular », es decir, los medios de acción y lucha concreta contra los procesos de invasión del capitalismo en los niveles microfísicos de la estructura social: el ADN y la investigación genética. A lo largo de más de veinte años de actividad, CAE ha generado múltiples proyectos que conjugan performances artísticas, divulgación científica y activismo político.</p> -
<p>En este libro se presenta el debate mantenido en torno al estatuto epistemológico de la Criminología (también crítica) con la denuncia de su silencio acerca de las guerras, las atrocidades masivas y el daño social. Asimismo, se publican una serie de trabajos que han pretendido, a partir de las reflexiones indicadas, examinar algunas de las problemáticas más importantes que en el presente se refieren a la relación entre crisis económica, crisis democrática y producción de daño social. Con este conjunto de ensayos se propone una "nueva" tarea política de la Criminología y de la Sociología jurídico-penal, apostando por la capacidad imperiosa del análisis interdisciplinario dando paso a un modelo realmente integrador.</p>
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<p>Las prisiones de lo posible no son una descripción del estado del mundo. Tampoco nombran un intrincado y curioso problema intelectual. Son los múltiples rostros en que se despliega un mundo que se ha quedado solo. Nombran la emergencia de un problema que atraviesa la experiencia que cualquiera puede hacer hoy de la realidad: la experiencia de que todo es posible pero no podemos nada. La experiencia de que todo se puede decir pero no hay nada relevante que añadir. La experiencia de que en el horizonte sólo hay más de lo mismo, una reiterada confirmación de lo que hay. ¿Cómo es posible que en toda opción, alternativa o elección se reproduzca la obviedad de un mismo mundo?</p> <p>En un momento en que nuevos discursos emancipatorios recuperan el concepto de posible («otro mundo es posible») como horizonte de esperanza, se hace urgente explorar a fondo el lugar que ocupa este concepto en nuestros discursos, en la relación que podemos mantener con la realidad, con la producción de otras realidades. Es lo que este libro se propone. </p> <p>Con herramientas filosóficas, que no rehuyen la dificultad de algunos de los conceptos centrales del pensamiento occidental (necesidad, contingencia, realidad, posibilidad), analiza cómo la noción de posible ha servido, desde su origen, para organizar la realidad cambiante y hacer de ella algo pensable, justificable y transitable. Es la ley de orden de la contingencia. Dibuja la cartografía de un espacio de la elección al que no hay alternativa. ¿Cómo trazar en ella otros recorridos? ¿Cómo sabotear esa lógica confirmadora de lo posible? Estas preguntas son las que animan la segunda parte de este libro, en la que se apunta a otra lógica de lo real: la de los posibles que no se escogen, <br /> que no prometen ni anuncian; la de los acontecimientos que no realizan una posibilidad entre otras dentro de un abanico de alternativas. Son los acontecimientos que redistribuyen lo que puede ocurrir.</p>
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<p>La violencia sexual como arma de guerra ha sido durante largo tiempo ignorada en la aproximación a los conflictos armados, aunque en las últimas décadas se ha logrado su incorporación a la agenda de la paz y de la seguridad internacionales. <br /> Janie Leatherman analiza exhaustivamente en esta obra cómo se crean las condiciones que dan lugar a la violencia sexual en los conflictos armados, cuáles son sus consecuencias y las posibles respuestas frente a la misma. La autora examina cómo las estructuras de la economía política global están involucradas en la guerra y en los actos de violencia sexual que esta entraña. Su principal argumento es que el sistema de dominación patriarcal y la visión compartida de la masculinidad hegemónica fomentan y mantienen dicha violencia. Su crítica se focaliza en las empresas globalizadas que obtienen beneficios de los países devastados por la guerra y, de ese modo, de las víctimas de violencia sexual. La obra propone asimismo estrategias de prevención y protección así como programas para dar apoyo a la rehabilitación de las y los sobrevivientes y sus comunidades. <br /> <i>Violencia sexual y conflictos armados</i> representa una contribución muy destacada al análisis de esta grave violación de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de las mujeres en los conflictos armados contemporáneos.</p>
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Tiempo de coraje
10,00€<p><span class="tdDataItem" id="ContentPlaceHolder1_txtSinpsis">Estas páginas son el reflejo de lo cotidiano que algunos vivimos con niños y jóvenes de nuestros barrios marginados. Pero creo que son algo más que un Diario. De la mañana a la noche, sin saber de dónde ni porqué, nos encontramos en un mundo que no nos gusta ni estamos dispuestos a que sea el nuestro; en programas y proyectos que nos organizan, institucionalizan, vigilan y tutelan, desde su fe ciega en la eficacia del sometimiento.</span></p> -
<p>El curso dictado por Michel Foucault en el Collège de France entre enero y abril de 1979, Nacimiento de la biopolítica, se inscribe en una línea de continuidad con el curso del año anterior, Seguridad, territorio, población. Después de mostrar cómo la economía política marca en el siglo XVIII el nacimiento de una nueva razón gubernamental –gobernar menos, en interés de la eficacia máxima y en función de la naturalidad de los fenómenos a los que se enfrenta–, Foucault emprende el análisis de las formas de esa gubernamentalidad liberal. Se trata de describir la racionalidad política en cuyo marco se plantearon los problemas específicos de la vida y la población: «Estudiar el liberalismo como marco general de la biopolítica». ¿Cuáles son los rasgos específicos del arte liberal de gobernar, tal como éste se esboza en el siglo XVIII? ¿Qué crisis de gubernamentalidad caracteriza el mundo actual y qué revisiones del gobierno liberal ha suscitado? A esta tarea de diagnóstico responde el estudio de las dos grandes escuelas neoliberales del siglo XX, el ordoliberalismo alemán y el neoliberalismo de la Escuela de Chicago, única incursión de Michel Foucault, a lo largo de toda su enseñanza en el Collège de France, en el campo de la historia contemporánea. Este análisis pone en evidencia el papel paradójico que desempeña la «sociedad» con respecto al gobierno: principio en nombre del cual éste tiende a autolimitarse, pero blanco, asimismo, de una intervención gubernamental permanente, con el objeto de producir, multiplicar y garantizar las libertades necesarias para el liberalismo económico. Lejos de oponerse al Estado, la sociedad civil es, por lo tanto, el correlato de la tecnología liberal de gobierno.</p>
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<p>¿Quién controla a los jueces? ¿Quién controla a la policía judicial? En definitiva, ¿quién fiscaliza la máquina de control social del Estado? El magistrado Carlos González, con una larga y meritoria trayectoria profesional, nos ofrece una didáctica y contundente síntesis sobre la situación actual de estas dos fuerzas institucionales, dos fuerzas que poseen una capacidad de actuación inmediata sobre la sociedad, pero que escapan a su control.</p> <p>El autor nos explica cómo actúan estos poderes, sus contradicciones y deficiencias, y cómo afectan a la ciudadanía. Asimismo, nos explica el papel a cumplir por los ciudadanos en su control democrático, entre otros muchos temas que, por fin, aparecen expuestos de manera clara y comprensible al lector, entre ellos, el de la independencia judicial y la legitimidad democrática.</p>
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De los dolores y las penas
14,00€<p>Es deseable, y aún posible, una sociedad sin pena ni prisiones? Reivindicada por todos, medida y medio natural de castigo de las conductas oprobiosas, quizás nunca antes la cárcel había gozado de tanto consenso. Una cultura del castigo y una sociedad que ha hecho<br /> de la prisión su centro oculto, este es el objeto de la crítica de este libro. <br /> <br /> Por eso su apuesta es simétrica y contraria: la abolición de la cárcel. Argumentos no faltan. Elevada a lugar del dolor y de la corrupción de la mente, la prisión es solo el espacio para una tortura prolongada. La cárcel no es pues ese medio de rehabilitación con el que se publicita en términos humanitarios. Su naturaleza criminógena es innegable y solo bajo la forma de la venganza, logra resarcir a las víctimas. De ahí la naturaleza irreformable del archipiélago carcelario. Y de ahí también la necesidad de articular un abolicionismo claro y sincero de la «cultura del castigo».</p>