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<p>Las nuevas tecnologías han provocado una revolución de las vanguardias artísticas, por el hecho ideológico de provocar una ruptura con el gremialismo del oficio artístico y posibilitar un mayor número de autores-creadores acceden a la producción artística, gracias a la reproductibilidad técnica, a la reproductibilidad espacio-temporal y a la tecnología informática</p>
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<p>PARA LOS OJOS EUROPEOS o hispanos el presente libro de Lawrence Lessig es una «joya» a la vez éxotica y tremendamente actual. Exótica por la claridad, la sencillez y la moderación tan propias de un jurista estadounidense, que quiere ante todo convencer y hacer comprender sin importar la adscripción política del lector, como ajenas a las tradiciones jurídicas continentales mucho más posicionadas, «profundas» y en última instancia inasequibles.<br /> <br /> Tremendamente actual, porque aunque casi todas las referencias se deben al contexto estadounidense, las legislaciones europeas y de América Latina están convergiendo progresivamente con las del gigante de América del Norte.</p>
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<p>Hace unos veinte años, a Jobs y Wozniak, los fundadores de Apple, se les ocurrió la muy extraña idea de vender máquinas de procesamiento de información para uso doméstico. El negocio despegó, y sus fundadores hicieron un montón de dinero y recibieron el crédito que merecían como osados visionarios. Pero sobre la misma época, a Bill Gates y Paul Allen se les ocurrió una idea todavía más extraña y fantasiosa: vender sistemas operativos de ordenador. Esto era mucho más extraño que la idea de Jobs y Wozniak. Un ordenador por lo menos tenía cierta realidad física. Venía en una caja, podía abrirse y enchufarse y se podía ver cómo parpadeaban las luces. Un sistema operativo no tenía ninguna encarnación tangible. Venía en un disco, claro, pero el disco no era, a todos los efectos, más que la caja que contenía el sistema operativo. El producto mismo era una serie<br /> muy larga de unos y ceros que, cuando se instalaba y se cuidaba bien, te daba la capacidad de manipular otras series muy largas de unos y ceros. Incluso los pocos que de hecho comprendían que era un sistema operativo de ordenador posiblemente pensaban en ello como un prodigio increiblemente complicado de la ingeniería, como un reactor o un avión espía U-2, y no algo que pudiera llegar a ser (en la jerga de la alta tecnología) productizado.</p>
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<h4>EN LA RED</h4> <ul> <li>Historia oral en la web. Sherna Berger Gluck</li> <li>¿Qué ocurre con la historia oral cuando vemos lo que oímos? Albert Lichtblau</li> <li>Acceso a la Red en Gran Bretaña. Robert Perks</li> <li>Cuando la audiencia es el mundo. Sian Edwards, Krista Woodley</li> </ul> <h4>FECHAS HISTÓRICAS DE LA LA HISTORIA ORAL</h4> <ul> <li>Las fuentes orales entre Bolonia (1976) y México (2008). Mercedes Vilanova</li> <li>Una década de la Asociación Internacional de Historia Oral. Marieta de Moraes Ferreira</li> <li>La historia oral en acción. Alexander von Plato</li> <li>La fluidez entre el pasado y el presente. Ronald J. Grele</li> <li>Hace treinta años. Alessandro Triulzi</li> <li>Índice (fascímil) de la Conferencia Internacional de Bolonia (16 a 18-XII-1976)</li> </ul> <h4>CLAROSCUROS DE LA MEMORIA</h4> <ul> <li>Relatar la vida, delatar la identidad. Jordi Roca i Girona, Lídia Martínez Flores</li> <li>Formas de recordar y olvidar en Mendoza, Argentina. Laura María Torres</li> <li>Qué y cómo responde la clase dirigente en Córdoba, Argentina. Alicia Servetto</li> </ul> <h4>LA ENTREVISTA IX</h4> <ul> <li>«Todavía estamos avergonzados». Entrevistas a excombatientes de la guerra colonial portuguesa (1961-1974). Ângela Campos</li> <li>António Lobo Antunes, una entrevista de ficción. Mª Ángeles Pérez Samper</li> <li>Relaciones de final incierto: Conservación de la naturaleza y protección del medio ambiente. Almut Leh</li> </ul>
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<p><em>Software libre para una sociedad libre</em> es la primera edición castellana autorizada por Richard M. Stallman de su libro <em>Free Software, Free Society</em>. Un exhaustivo conjunto de ensayos y artículos que recorren la década de 1990 y los primeros años del nuevo milenio, y que conforman quizás la mejor apología escrita del software libre como dispositivo de libertad y democracia. Desde Traficantes de Sueños agradecemos la tarea de los compañeros y compañeras de la biblioweb de Sindominio a la hora de la edición digital de este texto.</p>
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<p>Curtido en los entresijos de la Red, José Antonio Millán envía anualmente unos cinco mil correos electrónicos y recibe otros tantos; lleva varios blogs, participa en foros y listas, y tiene desde hace once años un sitio web con más de mil páginas. Toda esta intensa actividad le lleva ahora a intentar orientar a los cibernautas en sus tratos, ya sea en la redacción de e-mails, en la gestión de una ciberbitácora o en los lugares sociales que propicia esa insólita región conocida como el ciberespacio. Conocedor de la valía de Millán -de quien tuve la alegría de traducir un libro suyo hace años-, ya me he hecho con el Manual de urbanidad y buenas maneras en la red, y pienso leérmelo y seguir sus dictados al pie de la letra (si estoy de acuerdo con ellos, claro está). Quim Monzó</p>
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<p>...open source, desobediencia civil electrónica, BBS, 2600, software libre, floodnet, hacktivismo, net-art, chaos computer club, ciberfeminismo, indymedia, netstrike, BSD, servidor, crackers, netwar, creative commons, underground, ciberpunk, TAZ, piratería informática, critical art ensemble, hacklab, interfaz, cibercafé, GNU/linux, wireless, pangea, virus, gombo13, anarquismo... Todo esto y mucho más nos permite acercarnos a la historia y presente de Internet, así como a las nuevas posibilidades de activismo político (y de control social) que se han abierto con este nuevo medio de comunicación.</p>
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<p>De la tensión entre política y arte nacieron durante el siglo XX las vanguardias que cuestionaron tanto la Política como el Arte, aportando reflexiones importantes acerca del modelo de sociedad que trasciende al arte dominante. A partir de un recorrido crítico y punzante por estas vanguardias artísticas, Stewart Home intenta establecer las líneas de continuidad que unen a movimientos aparentemente tan distantes en el tiempo como el Dadaísmo, el Situacionismo y el Punk.</p>