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<p>Hace unos veinte años, a Jobs y Wozniak, los fundadores de Apple, se les ocurrió la muy extraña idea de vender máquinas de procesamiento de información para uso doméstico. El negocio despegó, y sus fundadores hicieron un montón de dinero y recibieron el crédito que merecían como osados visionarios. Pero sobre la misma época, a Bill Gates y Paul Allen se les ocurrió una idea todavía más extraña y fantasiosa: vender sistemas operativos de ordenador. Esto era mucho más extraño que la idea de Jobs y Wozniak. Un ordenador por lo menos tenía cierta realidad física. Venía en una caja, podía abrirse y enchufarse y se podía ver cómo parpadeaban las luces. Un sistema operativo no tenía ninguna encarnación tangible. Venía en un disco, claro, pero el disco no era, a todos los efectos, más que la caja que contenía el sistema operativo. El producto mismo era una serie<br /> muy larga de unos y ceros que, cuando se instalaba y se cuidaba bien, te daba la capacidad de manipular otras series muy largas de unos y ceros. Incluso los pocos que de hecho comprendían que era un sistema operativo de ordenador posiblemente pensaban en ello como un prodigio increiblemente complicado de la ingeniería, como un reactor o un avión espía U-2, y no algo que pudiera llegar a ser (en la jerga de la alta tecnología) productizado.</p>
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<p>Curtido en los entresijos de la Red, José Antonio Millán envía anualmente unos cinco mil correos electrónicos y recibe otros tantos; lleva varios blogs, participa en foros y listas, y tiene desde hace once años un sitio web con más de mil páginas. Toda esta intensa actividad le lleva ahora a intentar orientar a los cibernautas en sus tratos, ya sea en la redacción de e-mails, en la gestión de una ciberbitácora o en los lugares sociales que propicia esa insólita región conocida como el ciberespacio. Conocedor de la valía de Millán -de quien tuve la alegría de traducir un libro suyo hace años-, ya me he hecho con el Manual de urbanidad y buenas maneras en la red, y pienso leérmelo y seguir sus dictados al pie de la letra (si estoy de acuerdo con ellos, claro está). Quim Monzó</p>
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<h4>EN LA RED</h4> <ul> <li>Historia oral en la web. Sherna Berger Gluck</li> <li>¿Qué ocurre con la historia oral cuando vemos lo que oímos? Albert Lichtblau</li> <li>Acceso a la Red en Gran Bretaña. Robert Perks</li> <li>Cuando la audiencia es el mundo. Sian Edwards, Krista Woodley</li> </ul> <h4>FECHAS HISTÓRICAS DE LA LA HISTORIA ORAL</h4> <ul> <li>Las fuentes orales entre Bolonia (1976) y México (2008). Mercedes Vilanova</li> <li>Una década de la Asociación Internacional de Historia Oral. Marieta de Moraes Ferreira</li> <li>La historia oral en acción. Alexander von Plato</li> <li>La fluidez entre el pasado y el presente. Ronald J. Grele</li> <li>Hace treinta años. Alessandro Triulzi</li> <li>Índice (fascímil) de la Conferencia Internacional de Bolonia (16 a 18-XII-1976)</li> </ul> <h4>CLAROSCUROS DE LA MEMORIA</h4> <ul> <li>Relatar la vida, delatar la identidad. Jordi Roca i Girona, Lídia Martínez Flores</li> <li>Formas de recordar y olvidar en Mendoza, Argentina. Laura María Torres</li> <li>Qué y cómo responde la clase dirigente en Córdoba, Argentina. Alicia Servetto</li> </ul> <h4>LA ENTREVISTA IX</h4> <ul> <li>«Todavía estamos avergonzados». Entrevistas a excombatientes de la guerra colonial portuguesa (1961-1974). Ângela Campos</li> <li>António Lobo Antunes, una entrevista de ficción. Mª Ángeles Pérez Samper</li> <li>Relaciones de final incierto: Conservación de la naturaleza y protección del medio ambiente. Almut Leh</li> </ul>
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<p>El concepto de innovación ha traspasado todas las fronteras disciplinares para ser la brújula del nuevo capitalismo del conocimiento. Nacido en su acepción moderna de las entrañas de la producción industrial con el fin de entender y promover nuevos ciclos económicos (Schumpeter), es ahora requerido como el principio y fin de todo ámbito social que se quiera competitivo. En este triunfo, reside sin duda la proclamación de la innovación como la clave del éxito en una economía globalizada. <!-- STOP: including template: design/trafis/override/templates/content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl (design:content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl) --> <!-- START: including template: design/trafis/override/templates/content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl (design:content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl) -->Este libro descompone, con precisión médica, la "traducción a la cultura" de este término económico. La historia de las vanguardias, la teoría económica, nociones como arte, creatividad o cooperación, las políticas culturales (siempre destinadas a producir crecimiento económico "por medios culturales") y mucho más se dan cita en esta investigación que apunta sobre uno de los principales debates acerca del futuro tanto de las formas capitalistas, como de lo que propiamente llamamos cultura. El propósito último es comparar los distintos métodos de "poner a producir" la cultura, con el fin de optar por aquél que, sin olvidar los viejos valores asociados a la misma, permita emancipar la innovación de las formas de apropiación a las que ahora se ve sometida. <!-- STOP: including template: design/trafis/override/templates/content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl (design:content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl) --> <!-- START: including template: design/trafis/override/templates/content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl (design:content/datatype/view/ezxmltags/paragraph.tpl) --> <br /> <!-- START: including template: design/standard/templates/content/datatype/view/ezxmltags/strong.tpl (design:content/datatype/view/ezxmltags/strong.tpl) --></p>
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<p>Éste es un libro sobre el trabajo en cultura: «ámbito de producción» progresivamente organizado según modelos de trabajo de carácter empresarial que genéricamente toman como principal elemento la figura del emprendedor. Administraciones públicas y discursos neoliberales han animado, efectivamente, una sutil transformación del concepto de cultura, cada vez más explotada como recurso económico, que favorecida como derecho social democrático. Símbolo y motor de este cambio han sido la infinidad de programas y entidades de reciente creación que han favorecido la multiplicación de una vasta constelación de microempresas, muchas veces constituidas a partir de los restos (cada vez más obsoletos en las nuevas condiciones) de las antiguas asociaciones y colectivos sin ánimo de lucro. Correlato imprescindible: las nociones de creatividad, autonomía y placer en el trabajo han adquirido una nueva centralidad como dispositivos de movilización subjetiva. Los resultados distan, no obstante, de ser unívocos. La precariedad, las jornadas interminables, las nuevas patologías ligadas a la autoexplotación, y también el reforzamiento de la propiedad intelectual o la estricta subordinación de la cultura a las lógicas empresariales parecen señalar una crisis latente del sector cuyas posibles expresiones y consecuencias sólo ahora empezamos a vislumbrar.</p>
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<p>«Les persones únicament arribaran a ser lliures a través de la cultura. L'obstacle màxim que s'oposa a l'assoliment d'aquesta no és més que una forma d'ignorància, com la indiferència, la rutina i l'escepticisme». Aquestes paraules, escrites per l'anarquista Gabriel Buades l'any 1934 a Inca, Mallorca, a l'escrit Pol·len llibertari, donen sentit a aquest llibre centrat en donar pistes als que se senten lectors de tota la vida, els nous i els vells. Els canvis tecnològics són tan accelerats que l'orientació d'aquest llibre pretén fer entendre on som i cap a on anem. I què en podem fer, és clar.</p>
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<p>Este Manual tiene el objetivo de demostrar la ineficacia radical de la Ley Sinde desde un punto de vista práctico. Los usuarios y webmasters encontrarán los métodos más útiles para sortear las barreras de la censura gubernamental. La llamada Ley Sinde ha despertado la oposición de diversos colectivos de ciudadanos tanto por la forma en la que se promovió, al margen de la ciudadanía; como por el hecho de que no responde a los objetivos que dice promover, la supuesta protección de creadores; como por las presiones externas de las industrias que en definitiva han acabado por imponerla. La oposición a la nueva legislación ha sido tan contundente y masiva que podemos decir sin tapujos que esta Ley no es representativa de la voluntad general ni está dirigida al bien común. Este Manual de desobediencia a la Ley Sinde tiene el objetivo de demostrar la ineficacia radical de la Ley Sinde desde un punto de vista práctico. Los usuarios y webmasters encontrarán los métodos más útiles para sortear las barreras de la censura gubernamental. Hacktivistas.net ha creado este Manual para que la primera web que sea cerrada, se convierta en la más popular de la blogosfera. Para que sus contenidos, lejos de desaparecer, inunden la red. Porque mientras ellos crean comisiones de censura, nosotras y nosotros «rippeamos», subtitulamos, traducimos y compartimos. Es un acto natural que crece de nuestras acciones colectivas.</p>
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<p>El desafío de esta obra es pensar la cibercultura. ¿Qué es la cibercultura? ¿Qué movimiento social y cultural se esconde tras este fenómeno técnico? ¿Podemos hablar de una nueva relación con el saber? ¿Qué cambios comporta la cibercultura en la educación y en la formación? ¿Cuáles son las nuevas formas artísticas ligadas a los ordenadores y a las redes? El urbanismo y la organización del territorio, ¿cómo se ven afectados por el desarrollo del ciberespacio? En una palabra, ¿cuáles son las implicaciones culturales de las nuevas tecnologías? Una obra clave para introducirnos en la cultura de la sociedad digital.</p> <p> </p>