Cultura Libre y Ciberactivismo

  • <p>Mitnick fue el <em>hacker</em> m&aacute;s escurridizo de la historia. Logr&oacute; colarse en ordenadores y redes de las agencias y compa&ntilde;&iacute;as m&aacute;s grandes del mundo, aparentemente impenetrables, como Motorola, Sun Microsystems o Pacific Bell. Para Kevin, hackear no iba solo de alcanzar avances tecnol&oacute;gicos: era un juego de confianza que requer&iacute;a burlar y confundir para acceder a informaci&oacute;n valiosa. Impulsado por un fuerte est&iacute;mulo para lograr lo imposible, enga&ntilde;ando a los empleados para obtener informaci&oacute;n privada y maniobrando a trav&eacute;s de capas de seguridad, obtuvo acceso a datos que nadie pod&iacute;a ver. Cuando el FBI comenz&oacute; a acecharle, Kevin se dio a la fuga, en un juego de persecuci&oacute;n cada vez m&aacute;s sofisticado, que le llev&oacute; a adoptar identidades falsas y muchos cambios de aspecto, a pasar temporadas en una gran cantidad de ciudades y a un enfrentamiento final con los federales, que no parar&iacute;an hasta derribarlo. Una emocionante historia real de intriga, suspense e incre&iacute;ble evasi&oacute;n, y el retrato de un visionario cuya creatividad, habilidad y persistencia obligaron a las autoridades a replantearse la forma en que lo persegu&iacute;an, inspirando cambios permanentes en el modo en que las personas y las empresas protegen su informaci&oacute;n m&aacute;s confidencial.</p>
  • <p>El uso l&uacute;dico y libetario de las tecnolog&iacute;as digitales, iniciado por los primeros programadores y hacktivistas, se ha profundizado en las &uacute;ltimas d&eacute;cadas a partir de experiencias concretas que sorprenden en su irrupci&oacute;n y que contrastan con el desarrollo de estrategias tecnol&oacute;gicas para el control social y el provecho econ&oacute;mico.<br /> <br /> A mediados de los noventa, el surgimiento espont&aacute;neo de una red de solidaridad con el EZLN fue un ejemplo del poder distribuido y transnacional de las redes activistas, agregaciones <i>ad hoc</i>, capaces de actuar e irrumpir a nivel global desde contextos diversos. El devenir de estas redes activistas en todo su esplendor dio lugar al movimiento altermundista. Al alimentar estas potencias, el activismo comunicativo y hacker cobr&oacute; enorme relevancia en los albores del nuevo siglo, poniendo en escena formas de hacer que rompen c&oacute;digos y los moldes de lo establecido.<br /> <br /> A partir de 2010, irrumpen en escena las multitudes coectadas en las plazas de m&uacute;ltiples ciudades en el mundo, tejiendo constelaciones de sentidos y pr&aacute;cticas, que conectan el espacio de lo com&uacute;n con los flujos globales de la indignaci&oacute;n. Se trata de la emergencia de una pol&iacute;tica prefigurativa abierta a toda la ciudadan&iacute;a y que se enfrenta a nuevos riesgos.<br /> <br /> Explorar la relaci&oacute;n entre redes digitales y movilizaci&oacute;n social es el prop&oacute;sito de este libro.</p>
  • <p>&iquest;Qu&eacute; riesgos esconde el nuevo mundo digital? &iquest;C&oacute;mo debemos movernos en este nuevo entorno? &iquest;Cu&aacute;les son los riesgos y oportunidades de internet? En este ensayo los autores Aina Fern&aacute;ndez y Albert Garcia proponen ayudarnos a comprender este mundo, cambiante y complejo, donde la tecnolog&iacute;a y la digitalizaci&oacute;n son protagonistas de un hist&oacute;rico punto de inflexi&oacute;n que afecta a todos los &aacute;mbitos. Hablamos de&nbsp;amenazas reales pero tambi&eacute;n de enormes oportunidades: el nuevo escenario modifica la econom&iacute;a y las empresas; genera amenazas como la inseguridad o la falta de privacidad; abre el debate sobre el futuro de las ciudades o la evoluci&oacute;n de la especie y plantea cambios en el modelo educativo o energ&eacute;tico, por caducados e insostenibles.</p> <p>Sin olvidarse de los conceptos m&aacute;s b&aacute;sicos para dar una visi&oacute;n global del cambio, el libro trata temas como la colaboraci&oacute;n, pr&aacute;ctica que internet y la digitalizaci&oacute;n propician m&aacute;s que nunca y que permite ahora compartir conocimiento o cualquier activo, incluido el trabajo. Asimismo, la fabricaci&oacute;n digital impulsada por el movimiento <i>maker </i>puede introducir cambios importantes en la manera de producir objetos y organizar el trabajo, entre muchos otros. Por ese motivo, debemos <strong>empoderar tecnol&oacute;gicamente a las personas</strong>, para que puedan tomar decisiones conscientes y aprovechar la parte positiva que promete el mundo digital, atenuando sus riesgos, y construir el mundo que queremos</p>
  • <p>La propiedad privada resulta injusta y la propiedad p&uacute;blica presenta otros problemas, enfrent&aacute;ndose a una ola privatizadora. &iquest;Es posible una gesti&oacute;n colectiva de los asuntos p&uacute;blicos que no sea privada ni estatal, sino comunal? &iquest;Una gesti&oacute;n participativa que genere derechos pero tambi&eacute;n exija deberes a los miembros de una comunidad en acci&oacute;n?</p> <p class="MsoNormal">Una de las funciones del poder pol&iacute;tico en nuestras sociedades es la defensa del bien p&uacute;blico, pero a pesar de ello incumple a menudo esta funci&oacute;n y acaba sometido a intereses particulares privados. El conjunto de la sociedad no tiene, por tanto, garant&iacute;as de que se est&eacute;n tomando las decisiones justas y necesarias en relaci&oacute;n a la gesti&oacute;n de recursos claves para nuestro bienestar y subsistencia: educaci&oacute;n, sanidad, energ&iacute;a, agua... Al mismo tiempo,<span style="mso-spacerun:yes">&nbsp; </span>surgen alternativas para gestionar nuestra econom&iacute;a de manera horizontal y democr&aacute;tica.</p> <p class="MsoNormal">El concepto &laquo;com&uacute;n&raquo; ha aparecido con fuerza en el escenario pol&iacute;tico como un reflejo de la necesidad social de repensar la gesti&oacute;n de lo p&uacute;blico. El polit&oacute;logo <b style="mso-bidi-font-weight:normal">Joan Subirats</b>, especialista en gobernanza y gesti&oacute;n p&uacute;blica, y <b style="mso-bidi-font-weight:normal">C&eacute;sar Rendueles</b>, fil&oacute;sofo y profesor de sociolog&iacute;a, experto en filosof&iacute;a pol&iacute;tica y gesti&oacute;n cultural, nos ofrecen una fresca y sugestiva conversaci&oacute;n acerca de los (bienes) comunes y la sociedad contempor&aacute;nea.</p>
  • <p>&iquest;Qu&eacute; Internet queremos? Hoy en la Red observamos un combate similar al de Tesla y Edison, cada uno con intereses distintos y con un enfoque diferente de la creatividad y de la sociedad. No deja de ser preocupante que en pleno siglo XXI no se haya realizado una pregunta tan importante y trascendental para nuestro futuro, a pesar de que son muchos y diversos los colectivos concienciados y activos en Internet. Contestarla llevar&iacute;a tiempo y precisar&iacute;a de una deliberaci&oacute;n y una contraposici&oacute;n de ideas y argumentos que excede la rid&iacute;cula mitificaci&oacute;n de una tecnolog&iacute;a que nos ofrece posibles mejoras, as&iacute; como amenazas evidentes; una aproximaci&oacute;n ingenua que obvia las relaciones de dominio que se pueden desarrollar. El problema reside en que mientras el tiempo pasa y la ciudadan&iacute;a ni tan siquiera la plantea, otros la est&aacute;n respondiendo y actuando, conformando una Red com&uacute;n de acuerdo a sus intereses.</p>
  • <p>Este libro comparte algunas preguntas y reflexiones sobre el papel de la cultura en un momento pol&iacute;tico tan fren&eacute;tico como incierto. &iquest;Puede la efervescencia cultural que se gener&oacute; en torno al 15M traducirse en un nuevo marco institucional? &iquest;Puede la cultura libre informar las pol&iacute;ticas p&uacute;blicas? &iquest;Debe hacerlo? Las pol&iacute;ticas culturales se encuentran en una dif&iacute;cil coyuntura: tienen que ser capaces de dar cuenta del cambio que recorre la sociedad y de dar cabida a nuevas pr&aacute;cticas y formas de vida. La ciudadan&iacute;a exige cada vez m&aacute;s instituciones abiertas, transparentes y accesibles. Desde distintos lugares se est&aacute; desbordando el acotado campo del sector de la cultura, exigiendo nuevas modalidades de interlocuci&oacute;n con las administraciones. Desde &aacute;mbitos aut&oacute;nomos y desde las pr&aacute;cticas cr&iacute;ticas se apuntan formas nuevas de entender lo que podr&iacute;a ser una cultura del com&uacute;n. Y sin embargo los nuevos partidos parecen sentirse inc&oacute;modos, desbordados con la gesti&oacute;n de la cultura. &iquest;Es posible pensar en pol&iacute;ticas culturales de corte materialista y con vocaci&oacute;n de transformaci&oacute;n? &iquest;Puede lo p&uacute;blico aceptar y cohabitar con lo com&uacute;n? &iquest;Tiene sentido plantearnos una cultura libre de Estado?</p>
  • <p>Este libro reflexiona sobre la premisa de que el conocimiento es en la actualidad uno de los principales flujos de producci&oacute;n de valor, innovaci&oacute;n social e imaginaci&oacute;n pol&iacute;tica y que su circulaci&oacute;n es por primera vez en la historia potencialmente universal, gracias a las posibilidades ofrecidas por las nuevas tecnolog&iacute;as. A partir de esta constataci&oacute;n, diversos autores y autoras analizan en un conjunto de magn&iacute;ficas contribuciones los problemas y las posibilidades que rodean al conocimiento entendido como un nuevo bien com&uacute;n en la era digital, que, sin embargo, opera en una econom&iacute;a guiada por el beneficio y la apropiaci&oacute;n privada de las externalidades sociales generadas colectivamente. Si el conocimiento es un flujo por definici&oacute;n producido colectivamente y si la producci&oacute;n de valor e innovaci&oacute;n social han dejado de responder a la l&oacute;gica de la acumulaci&oacute;n de capital por los propietarios de los medios de producci&oacute;n social, entonces el estatuto del conocimiento, de su circulaci&oacute;n y de su apropiaci&oacute;n colectiva debe ser reconsiderado y su uso social dotado de otro marco legal, econ&oacute;mico e institucional organizado mediante un criterio de libre acceso y circulaci&oacute;n irrestricta. Frente a este contexto, el libro analiza tanto las fuertes tendencias al cercamiento privado de estos nuevos commons como las innumerables iniciativas y las posibilidades ofrecidas por las nuevas tecnolog&iacute;as y las nuevas redes globales para compartir el conocimiento com&uacute;n en el horizonte de un proyecto de sociedad radicalmente igualitaria y democr&aacute;tica.</p>
  • <p>Poco antes de aparecer <i>The Wealth of Networks</i>, afirmaba Yochai Benkler que uno de los problemas de escribir sobre Internet es lo dif&iacute;cil que resulta discernir las modas pasajeras de los cambios profundos. Algo similar podr&iacute;a aducirse de toda la tinta llovida desde entonces sobre estas cuestiones, pero casi una d&eacute;cada despu&eacute;s pocos discuten el indeleble sedimento te&oacute;rico de esta monumental obra, hoy por fin disponible en castellano.</p> <p>En<em> La riqueza de las redes</em> Benkler describe la emergencia de la &laquo;econom&iacute;a de la informaci&oacute;n en red&raquo; y el creciente protagonismo en ella del procom&uacute;n, como estrategia de gesti&oacute;n alternativa a los esquemas estatales y mercantiles, as&iacute; como de la producci&oacute;n social, &laquo;la materia oscura de nuestro universo de producci&oacute;n econ&oacute;mica&raquo;. A continuaci&oacute;n, ofrece un examen de las promesas democratizadoras aparejadas al surgimiento de la &laquo;esfera p&uacute;blica en red&raquo; que hoy se antoja indispensable para quienes aspiren a una comprensi&oacute;n cr&iacute;tica y cabal del panorama comunicativo post-Wikileaks/Snowden.</p> <p>Para concluir, Benkler detalla las posiciones y &laquo;capas&raquo; clave de una &laquo;batalla en torno a la ecolog&iacute;a institucional del entorno digital&raquo; tan actual hoy como sus palabras: &laquo;El surgimiento de la producci&oacute;n informativa basada en el procom&uacute;n representa una genuina discontinuidad respecto de la econom&iacute;a de la informaci&oacute;n industrial del siglo xx. La ley y la regulaci&oacute;n conforman una esfera importante en la que se disputan estas batallas sobre la configuraci&oacute;n de nuestro emergente sistema de producci&oacute;n informativa. A la hora de observar dichas batallas, a la hora de participar en ellas o a la hora de interpretarlas como legisladores, jueces o negociadores de tratados, es importante que entendamos las implicaciones normativas de lo que tenemos entre manos.&raquo;</p>
  • <p>Las nuevas l&oacute;gicas de acumulaci&oacute;n de riqueza aumentan la brecha entre la alta burgues&iacute;a cognitiva y el cognitariado, instituyendo as&iacute; una sociedad global basada en la ignorancia. Por eso, ning&uacute;n proyecto pol&iacute;tico emancipador puede eludir el debate sobre alternativas para generar y gestionar el conocimiento como una &ldquo;virtud de los comunes&rdquo;. <br /> <br /> En este marco, REN&Eacute; RAM&Iacute;REZ GALLEGOS propone construir un sistema de ciencia, tecnolog&iacute;a e innovaci&oacute;n social abierto, libre y p&uacute;blico, que promueva la virtud de los comunes para el buen vivir de la humanidad y el planeta. Frente al neoliberalismo, que busc&oacute; construir &ldquo;para&iacute;sos fiscales&rdquo; para la circulaci&oacute;n del capital, el socialismo del buen vivir se propone edificar &ldquo;para&iacute;sos de conocimientos abiertos&rdquo; para el bien com&uacute;n y la emancipaci&oacute;n humana. <br /> <br /> Algunas aristas de este proyecto, y sus desaf&iacute;os sociales, pol&iacute;ticos, ambientales, culturales y econ&oacute;micos, se esbozan en las p&aacute;ginas de este libro, en el contexto de los cambios paradigm&aacute;ticos que se est&aacute;n emprendiendo en Ecuador.</p>
  • <p>Las licencias Creative Commons y la filosof&iacute;a del copyleft fueron el resultado del primer movimiento social generado en torno a la propiedad intelectual. El software libre goza de buena salud, pero la cultura libre no. Las diferencias entre c&oacute;digo y libros, canciones y pel&iacute;culas son cada vez m&aacute;s evidentes, pero se sigue insistiendo en que el uso de las Creative Commons, por s&iacute; solas, van a acabar con la precariedad y con los abusos de la industria.</p> <p>A pesar de las simpat&iacute;as que genera en algunos sectores de la izquierda la cultura libre presenta por desgracia m&aacute;s que sospechosos parecidos de familia con la agenda neoliberal. &laquo;Muy pocas alternativas a la propiedad intelectual convencional han integrado en sus proyectos alguna clase de cr&iacute;tica del mercado de trabajo, una redefinici&oacute;n de la categor&iacute;a de trabajador intelectual, una soluci&oacute;n viable para las tareas de mediaci&oacute;n, formas de retribuci&oacute;n justa de actividades art&iacute;stico-culturales o, incluso, alguna clase de complicidad con proyectos pol&iacute;ticos antagonistas m&aacute;s amplios. La opci&oacute;n mayoritaria ha sido dejar esas cuestiones abandonadas a la espontaneidad de la red, como antes el liberalismo propuso abandonarlas a la espontaneidad del mercado&raquo;. (del pr&oacute;logo de C. Rendueles e I. S&aacute;bada).</p> <p>M&aacute;s que nuevos tipos de licencias son necesarias instancias colectivas para la gesti&oacute;n de la propiedad intelectual y derechos de autor. Necesitamos sindicatos en el &aacute;mbito de la cultura. Este libro es un modesto intento para empezar a sentar las bases hist&oacute;ricas, ideol&oacute;gicas y discursivas para ese proceso.</p>
  • <p>Los representantes de las grandes corporaciones y de las industrias culturales hablan del modelo comercial, que durante el &uacute;ltimo siglo ha hegemonizado las formas de producci&oacute;n intelectual y creaci&oacute;n cultural, como si se tratara de un ecosistema cerrado que habr&iacute;a llegado a nuestros d&iacute;as de forma arm&oacute;nica y desconflictivizada. Seg&uacute;n esta lectura, ese supuesto orden natural, basado en los t&iacute;tulos de propiedad sobre obras fruto de procesos creativos y de investigaci&oacute;n, se ver&iacute;a hoy amenazado por la irrupci&oacute;n de internet y de la cultura de la descarga y el intercambio asociada a &eacute;sta.</p> <p>Pero, como muestra <em>La tragedia del copyright</em>, &eacute;ste ha sido siempre un terreno de conflicto que afecta a bienes comunes en campos tan diversos como la ciencia, la agricultura, la producci&oacute;n art&iacute;stica o la cultura popular. La historia del <em>copyright</em> y de los derechos de autor est&aacute; estrechamente asociada a los procesos de desposesi&oacute;n, apropiaci&oacute;n, privatizaci&oacute;n y comercializaci&oacute;n del conocimiento y la cultura, que han afectado tanto a la sabidur&iacute;a ancestral de comunidades ind&iacute;genas como a quienes han dedicado su vida a la creaci&oacute;n. El inter&eacute;s por la explotaci&oacute;n comercial de los saberes ha estado en tensi&oacute;n permanente con el dominio p&uacute;blico, el acceso abierto al conocimiento y, en &uacute;ltima instancia, con los modelos de cooperaci&oacute;n no basados en la competencia.</p> <p>Esta lucha entre lo com&uacute;n y su privatizaci&oacute;n se encuentra hoy ante una crisis de modelo, consecuencia de diferentes factores: el paso a un segundo plano de la copia f&iacute;sica; la construcci&oacute;n de estructuras de intercambio no basadas en la compra-venta; la disoluci&oacute;n de los viejos roles comerciales en un terreno en el que un mismo sujeto puede crear, producir, distribuir o consumir; o la constituci&oacute;n de &laquo;empresas del procom&uacute;n&raquo; que sit&uacute;an el conocimiento entre los bienes comunes y cuestionan el concepto mismo de propiedad intelectual. Realidades que tambi&eacute;n intentan captar y de las que se intentan apropiar los aparatos industriales pero que, en cualquier caso, dibujan un nuevo terreno de juego y de conflicto.</p> <p>&nbsp;</p> <p><a target="_blank" href="https://viruseditorial.net/ca/file/mailing-la-tragedia-del-copyright.pdf/">Ficha</a></p>
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