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<p>Tras cumplir una larga condena por violencia armada, Julián el Mudo, antiguo miembro de una organización clandestina ya disuelta, vuelve a su barrio en la periferia de una pequeña ciudad. La realidad que encuentra es muy distinta a la que dejó cuando entró en la cárcel. Donde antes se alzaba la fábrica, ahora se extiende una urbanización abandonada a medio construir y la crisis económica ha sumido las calles en un estado de abotargamiento generalizado.</p> <p>A Julián todo esto lo trae sin cuidado. El mundo ha seguido su curso y no tiene la más mínima intención de volver a implicarse en nada. No tardará en comprobar que su destino no pasa por ahí. El subinspector que lo capturó en Barcelona, hombre clave en los negocios turbios de su ciudad, sabe que a nadie le preocupará mucho la suerte de un convicto como él.</p> <p>El tren de fuego es el elemento iniciador que hace estallar la carga explosiva.</p>
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<p>Eleberri honetan, Teles, jaioterria itzuli den euskal errefuxiatu politiko ohia, poliziaren jazarpenean murgilduta geratuko da ustezko hilketa bat dela medio. Honek guztiak, testu arin batez eta hainbat istorio gurutzatuaren bidez, komunitatearen bizitzan eskutuan dagoen ustelkeria azaleraraztera eramango gaitu. Baliozko «euskal oasia»ri buruzko alegoria alegia.</p>
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<p>Un día del mes de septiembre de 1920, un airado anarquista italiano llamado Mario Buda hizo estallar un coche tirado por caballos cargado con dinamita y metralla en Wall Street, Nueva York, asesinando a 40 personas. Desde aquel prototipo de Buda, el coche bomba ha evolucionado hasta convertirse en la «fuerza aérea de los pobres», un arma genérica de destrucción masiva que hoy es capaz de excavar enormes cráteres en cualquier ciudad, desde Bombay a Oklahoma City.</p> <p>En esta brillante e inquietante historia del coche bomba, Mike Davis traza el proceso que ha llevado a su utilización y desarrollo en todo el mundo. Y en el mismo desgrana, con su peculiar estilo brioso y apoyado en infinidad de datos, el papel jugado por las agencias estatales de inteligencia –señaladamente las de Estados Unidos, Israel, India y Pakistán– en la globalización de las técnicas de terrorismo urbano. Davis sostiene que, más allá de las apocalípticas amenazas nucleares o bioterroristas, lo que está provocando profundos cambios en las ciudades y en los estilos de vida urbanos es el incesante impacto de los coches bomba, puesto que los privilegiados centros de poder cada vez más se rodean de «cordones de acero» para quedar a salvo de un arma que, sin embargo, parece imposible neutralizar.</p>
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<p>De Tolosa a París, passant per Barcelona, la breu però intensa història d’Acció Directa és un no parar d’expropiacions, persecucions en cotxe, serveis secrets, lluites a les presons, ocupacions massives, tirotejos... Una història real de guerrilla que no té res a envejar als clàssics de l’acció. És l’experiència del Maig del 68, unida a les lluites dels moviments autònoms, dels sensepapers, de les revolucions del Tercer Món, d’un proletariat precari que no es vol rendir i un fil roig que no han aconseguit tallar.</p> <p>El llibre que teniu a les mans és molt més que la crònica d’un grup armat, és el relat d’una generació, el retrat d’un moment polític. És la vida dels qui, a França i a Europa, no es van voler integrar en un sistema d’explotació, d’aquells per a qui la revolució no es conjugava en pretèrit ni en futur, sinó en present. Una història que s’ha amagat i demonitzat a parts iguals, en lloc de voler entendre’n els motius. Un relat en primera persona de la mà de qui no sols en va ser protagonista sinó un dels seus cronistes per excel·lència, la ploma mordaç de Jann-Marc Rouillan no entén de renúncies ni admet segones interpretacions.</p> <p>«Una lluita que s’havia començat a entaular responent a la repressió amb la guerrilla, on el combat contra l’imperialisme es duia a terme amb el proletariat immigrat, on no es finançava el compromís polític amb subvencions socioculturals sinó amb “expropiacions”, on es vivia i moria per la idea de la revolució, que no només era una idea.» Thierry Discepolo, del pròleg</p>
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<p>«Etarra —le llamaban a Axun. Carcelero —le decían al marido de Mari Carmen. Asesina —a Luisa. Española —le insultaban a Jimena». Cuatro pinceladas para dar inicio a un texto atrevido, incómodo y transformador en su propuesta. Trabajo de investigación etnográfica, mirada feminista. Relatos anómalos sobre el conflicto armado vasco, en los que se enuncian violencias invisibilizadas, y donde los encuentros desestabilizan la homogeneidad y los estereotipos del enemigo, rompiendo las divisiones establecidas. <em>Calla y olvida</em> recoge experiencias de mujeres que quiebran el silencio, reivindican la memoria y el reconocimiento en actos de resistencia, frente al mandato del callar y olvidar.</p>
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<p>En enero de 1907, cuando solo tenía veintiún años, Natacha Klimova fue condenada a muerte por participar, junto a otros miembros del movimiento maximalista, en un atentado contra el ministro del Interior del régimen zarista. La pena fue conmutada por cadena perpetua, pero antes, mientras esperaba la sentencia, Klimova había escrito a su familia una extensa carta que acabó publicada en la prensa y que conmovió a buena parte de la sociedad rusa.</p> <p>La historia de Natacha Klimova no había hecho más que empezar. Pero ¿quién fue Natacha Klimova? ¿Cómo llegó una joven de la nobleza de Riazán a colaborar en el mayor atentado terrorista de la Rusia prerrevolucionaria? ¿Cómo consiguió escapar de prisión y qué fue de ella durante su vida como fugitiva? Maud Mabillard decidió seguir la pista de Klimova y reconstruir su historia a través de cartas, documentos policiales y testimonios de quienes la conocieron.</p> <p>El resultado es esta <em>Flor roja</em> que, además de llenar los vacíos biográficos de Natacha Klimova, ayuda también a componer el complejo puzle político y social de la Rusia de comienzos del siglo XX. Un texto en el que habitan ideólogos, espías, campesinos o literatos —Tolstói y Mayakovski, entre otros, transitan por estas páginas— y que, sin perder el rigor del documento histórico, adquiere por momentos la tensión de una trama policial.</p>
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<p>«Soc de la ciutat de Haifa, però gairebé no recordo la llar de la meva infància. Puc veure la zona on jugava de petita, però de casa nostra només en recordo l’escala. Se’m van endur amb quatre anys, i no vaig tornar a veure Haifa fins molt després. Vaig tornar a la meva ciutat vint-i-un anys més tard, el 29 d’agost de 1969, quan el camarada Salim Issawi i jo vam expropiar un avió imperialista i vam tornar a Palestina per retre homenatge al nostre país ocupat i per mostrar que no havíem abandonat la nostra pàtria. Irònicament, l’enemic israelià, impotent, ens va escortar amb els seus avions francesos i americans.»</p> <p>Leila Khaled és una més de les milers i milers de palestines que han crescut entre l’ocupació militar israeliana i la resistència palestina, i que al llarg de la seva vida han hagut de decidir, sense gaires opcions, quin camí prenien, assumint-ne totes les conseqüències. El seu pas a la lluita armada, i la participació en operacions destinades a cridar l’atenció del món davant l’opressió invisible que patia Palestina, com el segrest d’avions, l’han convertida en un personatge molt conegut. Estimada, apreciada i admirada per generacions de palestines i solidàries d’arreu del món; i temuda, odiada i criminalitzada per les defensores del sionisme i les seves aliades internacionals.</p> <p>El llibre <em>Leila Khaled, el meu poble viurà</em> s’escriu l’any 1971 i s’edita l’any 1973, a partir de les converses que George Hajjar manté amb Leila Khaled. «Jo sabia que hi havia de jugar un paper: em vaig adonar que la meva missió històrica era com la d’un guerrer en l’inevitable batalla entre opressors i oprimits, explotadors i explotats. Vaig decidir convertir-me en una revolucionària per poder alliberar el meu poble i a mi mateixa.»</p>
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<p>En su primer libro de cuentos, Luis Mattini, ex militante del PRT-ERP, nos lleva al mundo de los “setentistas”, como él prefiere llamar a su generación marcada por la coherencia entre el deseo y la acción. Las discusiones de una célula militante antes de un asalto a un banco, la construcción de una imprenta clandestina en el sótano de una casa, la arriesgada y solitaria tarea de un chasqui y un debate sobre el futuro de la revolución con su maestro espartaquista, son algunas de las historias que presenta Mattini entre la ficción y el recuerdo de unos tiempos interesantes.</p>
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<p>En plena II Guerra Mundial, la muga se convirtió, controlada su vertiente septentrional por fascistas franceses y destacamentos policiales nazis, en un territorio fronterizo y peligroso. Entre 1940 y 1944, la famosa Red Comète logró evacuar a 878 pilotos aliados através del Bidasoa. Pero hay otra red, menos conocida, que logró salvar a más de cien perseguidos por el Reich empleando una ruta por el Pirineo, entre el valle de Aezkoa y la Baja Navarra. Entre 1942 y 1943, el gran hayedo de la Selva de Irati, entre la Francia de Vichy y la España de Franco, se convirtió en el paso clandestino de quienes escapaban de la guerra y la tiranía hacia Inglaterra.</p> <p>Charles Schepens, alias Monsieur Pérot, con el tiempo afamado oftalmólogo belga afincado en Boston, y Jean Sarochar, alias Manech, excombatiente de la I Guerra Mundial y pastor de Mendive, fueron los dos personajes más destacados de la red belga Zéro que se encargó, junto con una amplio tejido de cómplices, de llevar a buen término la fuga de más de un centenar de refugiados. Schepens, como ingeniosa cabeza organizadora, y Sarochar, como intrépido y fabulador mugalari, burlaron a las autoridades colaboracionistas y a la Gestapo durante año y medio, gracias a la cobertura que les proporcionó el rescate de una ruinosa empresa maderera, que extraía troncos del Irati, que se transportaban por teleférico, para traviesas de tren. Sobrevivieron milagrosamente, convirtiéndose en personajes míticos en aquellos valles escondidos —mezcla de Roldán y Martin-Txiki—, y fueron honrados en su tiempo por sus hazañas como miembros de la Resistencia.</p> <p>Su historia, sin embargo, no había sido contada hasta ahora, exhaustivamente y con detalle. Este libro apasionante de historia, con trazas de novela de espías, documentado con rigor, erudición y mucho trabajo de campo, nos sumerge en la época y en el lugar con una viveza extraordinaria: se trata de una auténtico ejercicio de memoria democrática. Nos sitúa en un espacio y en un tiempo de heroísmo y desgracia, protagonizado por héroes anónimos de una pieza que, junto a sus comunidades de colaboradores necesarias, convienen ser recordados.</p>
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<p>La història d’aquelles sigles emmarcades en un context de lluites obreres a la SEAT i arreu d’un Baix Llobregat en flames en una Transició que fou transacció.</p> <p>El 21 d’abril de 1978, el <em>Noticiero Universal</em> informava de la detenció d’un grup d’atracadors que havien dut a terme robatoris a mà armada a Barcelona i localitats properes utilitzant quasi sempre armes de foc idèntiques. Els suposats lladres resultarien ser membres de l’ERAT, l’Exèrcit Revolucionari d’Ajuda als Treballadors, una organització armada que, segons diria el Consell de Fàbrica de la SEAT, d’on provenien, tenia per objectiu vetllar pels interessos dels treballadors a l’atur, empreses en crisi, presos i familiars, etcètera, fet pel qual, afegirien, van creure necessari la consecució de fons en els bancs.</p> <p>Aquest llibre és la història d’aquelles sigles emmarcades en un context de lluites obreres a la SEAT i arreu d’un Baix Llobregat en flames en una Transició que fou transacció. I és també un repàs de les dissidències en aquell procés de transmutació del règim franquista a una democràcia parlamentària. I enmig de tot, i com a exemple de la voluntat de l’Estat de silenciar les veus contràries a la Transició, la figura de Joaquín Gambín, que, sota les ordres de la policia hereva de la Brigada Político-Social, es va infiltrar a una CNT en ascens, a ERAT i a ETA.</p>
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<p>El moviment de dones del Kurdistan és al centre d’un dels experiments revolucionaris més emocionants del món: Rojava. Format durant dècades de lluita, i més recentment, en la lluita contra l’Estat Islàmic, Rojava encarna un compromís radical amb l’ecologia, la democràcia i l’alliberament de les dones. Però mentre que proliferen imatges impactants de dones kurdes en uniforme de combat, continua sense haver-hi un coneixement real del moviment de dones.</p> <p>Desmuntant els marcs orientalistes superficials imperants, Dilar Dirik, en canvi, ofereix un informe empíricament ric del moviment de dones del Kurdistan. Valent-se d’una recerca original i treball de camp etnogràfic, fa una enquesta dels orígens històrics del moviment, l’evolució ideològica i la pràctica política durant els últims quaranta anys.</p> <p>Dirik, que va més enllà de les idees abstractes, situa la cultura i ideologia del moviment en la feina concreta que fa per a la revolució de les dones aquí i ara. Emportant-se el lector des dels campaments de la guerrilla a la muntanya fins a les acadèmies de dones radicals i als camps de refugiats autoorganitzats, els lectors d’arreu del món poden implicar-se en la revolució del Kurdistan, tant de manera teòrica com pràctica, com una pedra de toc vital en la lluita més àmplia per un internacionalisme antifeixista, anticapitalista i feminista militant.</p>