asamblea

  • <p>Este libro es una investigaci&oacute;n sobre el miedo, la rigidez y el moralismo, y los modos en los que estos afectos han echado ra&iacute;ces en los movimientos de liberaci&oacute;n. Es tambi&eacute;n una propuesta para volver a recuperar la ternura y la vulnerabilidad en el compromiso militante, sin por ello renunciar a la responsabilidad y a la tenacidad que este requiere. </p> <p>&iquest;Por qu&eacute; los movimientos y espacios radicales cargan, en tantas ocasiones, con estos sentimientos y actitudes de miedo, ansiedad, sospecha, rigidez y competencia? Montgomery y bergman llaman a este fen&oacute;meno &laquo;radicalismo r&iacute;gido&raquo;. Con este t&eacute;rmino dan nombre a las formas congeladas y t&oacute;xicas de relaci&oacute;n que se han infiltrado en los movimientos sociales. </p> <p>El resultado es una autoexploraci&oacute;n de los bloqueos culturales y subjetivos; y al mismo tiempo un llamamiento a salir de la espiral de tristeza e involuci&oacute;n que tan frecuentemente degenera en la competencia por el juicio pol&iacute;tico correcto. De hecho, este libro es una apuesta por una militancia alegre en el sentido de Spinoza en su teor&iacute;a de los afectos: la alegr&iacute;a como un aumento de las potencias individuales y colectivas.</p>
  • <p>Los hermanos Goncourt, Edmond y Jules, crearon algunas de las obras literarias m&aacute;s representativas de la escuela naturalista francesa. Pero tambi&eacute;n, cada noche, en secreto, escribieron al alim&oacute;n sus aclamados Diarios, en los que dejaron constancia de las glorias y miserias de los c&iacute;rculos intelectuales y art&iacute;sticos del Par&iacute;s del siglo xix. En 1870, justo antes del comienzo de la guerra con Prusia, del sitio de Par&iacute;s y de la posterior proclamaci&oacute;n de la Comuna, la muerte de Jules obligar&iacute;a a Edmond a continuar la tarea en solitario.</p> <p>En el marco del Par&iacute;s revolucionario de 1870 y 1871, ese gran reaccionario que fue Edmond de Goncourt recorri&oacute; incansablemente las calles, habl&oacute; con todo el mundo, asisti&oacute; a reuniones pol&iacute;ticas, entr&oacute; en hospitales, atraves&oacute; fortificaciones, visit&oacute; barricadas, presenci&oacute; combates y luego volvi&oacute; cada noche a su habitaci&oacute;n para forjar algunas de las m&aacute;s bellas p&aacute;ginas que se hayan escrito sobre estos momentos cruciales de la historia, cuya significaci&oacute;n contin&uacute;a hoy siendo de tan alta importancia para todos nosotros.</p>
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