<p><em>&laquo;Fuimos tan terriblemente consecuentes &mdash;cuando lo importante hubiera sido mostrar nuestra fuerza humana y nuestra generosidad&mdash; y pol&iacute;ticamente muy poco radicales, hasta inofensivos, a la hora de subvertir las condiciones sociales y hacerlas que se tambaleen.&raquo;</em></p> <p>As&iacute; se refiere Stefan Wisniewski, militante de la segunda generaci&oacute;n de la Fracci&oacute;n del Ej&eacute;rcito Rojo (RAF), a los hechos del oto&ntilde;o alem&aacute;n de 1977 y, por extensi&oacute;n, a la propia trayectoria de la organizaci&oacute;n armada m&aacute;s relevante de la Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial.</p> <p>En esta entrevista concedida en 1997 a Petra Groll y J&uuml;rgen Gottschlich &mdash;complementada con el comunicado de disoluci&oacute;n de la RAF, publicado en 1998&mdash;, Wisniewski reflexiona sobre la ofensiva para la liberaci&oacute;n de los presos de la organizaci&oacute;n lanzada entre julio y octubre de 1977, el secuestro y posterior ejecuci&oacute;n del exdirigente nazi y presidente de la patronal alemana Hanns Martin Schleyer, y el rapto del avi&oacute;n de Lufthansa que acab&oacute; con la muerte de tres militantes palestinos.</p> <p>A lo largo de la entrevista, realizada con &eacute;l todav&iacute;a en prisi&oacute;n, Wisniewski aborda de manera cr&iacute;tica las diferentes apuestas estrat&eacute;gicas de la organizaci&oacute;n o las manipulaciones medi&aacute;ticas y pol&iacute;ticas en torno al grupo, ofreciendo el testimonio inestimable y en primera persona de alguien que particip&oacute; tanto de la coherencia como de las contradicciones del ciclo de la experiencia armada en la izquierda radical europea.</p>