campos de concentración

  • <p>&laquo;1 de abril. Hoy por la ma&ntilde;ana 38,3. &iquest;Tifus? &iquest;O s&oacute;lo una broma de mal gusto de primero de abril? En todo caso, a pesar de la fiebre hoy estoy mucho m&aacute;s calmado que ayer &mdash;aun cuando tengo que seguir creyendo que pueda suceder&mdash; y s&oacute;lo puedo decir, con palabras de Tucholsky: &ldquo;&iexcl;Me echar&iacute;a tremendamente de menos! &iquest;Literatura, incluso frente a la muerte? &iquest;Y por qu&eacute; no?&raquo;</p> <p>Rost entr&oacute; en Dachau con un absceso en la pierna por lo que ingres&oacute; directamente en la enfermer&iacute;a. All&iacute; ley&oacute; a Goethe, los hermanos Friedrich y August von Schlegel, H&ouml;lderlin y Schopenhauer. Tambi&eacute;n a Rousseau, Silvio Pellico, Franz Grillparzer, August Strindberg y Jean Racine. Habl&oacute; con el senador belga Herman Bernard Wiardi Beckman, el publicista Gijs van Munster y los pr&iacute;ncipes Federico Leopoldo de Prusia y Javier de Borb&oacute;n-Parma. Escribi&oacute; &laquo;que muchas de esas notas no fueran escritas de la manera en la que aqu&iacute; se publican, sino s&oacute;lo con inteligibles palabras en clave, no precisa de explicaci&oacute;n ulterior. Es incluso menos necesario recordar que llevar este diario bajo las condiciones dadas era una tarea arriesgada que s&oacute;lo se pudo lleva a cabo con la ayuda de algunos amigos&raquo;.</p> <p><em>Goethe en Dachau</em> es un diario pero se aleja de otros testimonios del sistema concentracionario nazi en tanto que se centra en recoger las discusiones y reflexiones filos&oacute;ficas, pol&iacute;ticas,&hellip; convirti&eacute;ndose en ejemplo de c&oacute;mo la cultura puede salvar a un hombre del infierno que le rodea. Adem&aacute;s, el impresionante pr&oacute;logo de <em>Goethe en Dachau</em> es obra de su amiga y escritora Anna Seghers.</p> <p>Esta primera edici&oacute;n en castellano ha sido enriquecida con un pr&oacute;logo de Rosa Toran, notas de traducci&oacute;n y edici&oacute;n, dos anexos, un plano, un glosario y alguna sorpresa final.&nbsp;</p>
  • <p>La Guerra Civil espa&ntilde;ola vive sus &uacute;ltimos d&iacute;as. Un soldado republicano es herido en su huida al intentar cruzar la frontera por los Pirineos. Cuando despierta se da cuenta de que est&aacute; en un campamento de prisioneros, donde se le ofrece trabajar duro &ldquo;reconstruyendo Espa&ntilde;a&rdquo; para poder reducir su condena. Fue lo que se llam&oacute; &ldquo;El Patronato Central de redenci&oacute;n de penas&rdquo;. De este modo, mientras Juli&aacute;n recuerda lo vivido en los &uacute;ltimos a&ntilde;os en su pueblo junto a sus padres y Paquita, su novia, asistimos a lo que fue el d&iacute;a a d&iacute;a para estos hombres, donde el principal objetivo era sobrevivir.</p>
  • <p>La Europa del siglo XX contienen campos de concentraci&oacute;n en su territorio (Grecia e Italia son las zonas cero de esa barbarie) y financia campos fuera de sus fronteras (Turqu&iacute;a, Libia o N&iacute;ger, que sepamos).</p> <p>Estos diarios personales desde el campo de concentraci&oacute;n de Vial, en la isla griega de Qu&iacute;os, son el testimonio de la barbarie europea, de unas sociedades y unos gobiernos en los que&nbsp; la pol&iacute;tica post-Auschwitz no parece haber mudado las formas de segregar, animalizar y provocar sufrimiento a las y los Otros.</p> <p>Este texto colectivo es fruto del compromiso de mujeres que entienden que los &lsquo;papeles&rsquo; no son importantes, que la humanidad deber&iacute;a ser un valor defendido con radical militancia y que denuncian a un sistema violento en todos sus extremos: el legal, el administrativo, el policial, el cultural&hellip;</p>
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