<p>Estados Unidos ya no es un pa&iacute;s, sino una marca. Las empresas multinacionales han conseguido imponerse en un sistema legal que ya s&oacute;lo existe para facilitar sus operaciones. Desde esta posici&oacute;n de dominio absoluto, las corporaciones se han lanzado al proyecto no s&oacute;lo de controlar el poder y el dinero, sino las mentes de todos. A trav&eacute;s de una publicidad que ya no vende productos, sino estilos de vida, y que se reproduce en todos los rincones de nuestra existencia, las multinacionales pretenden ocupar nuestro espacio mental hasta el punto de que ya no tengamos capacidad de decisi&oacute;n aut&oacute;noma. De la misma forma que luchamos para salvar el planeta de la contaminaci&oacute;n ambiental,</p>