<p><em>La Guerra</em> (<em>Der Krieg</em>) reúne los 50 aguafuertes realizados por Otto Dix en 1924, con motivo del décimo aniversario del fin de la Primera Guerra Mundial. Tomando como referencia <em>Los Desastres de la Guerra</em> de Goya, Dix plasmó una visión de lo bélico como nunca antes se había hecho. Frente a las visiones místicas de escritores como Ernts Jünger o de pintores como Wilhem Sauter, aquí domina la visión más cáustica y desoladora de lo que fue la guerra de trincheras. </p>
<p>Muy conscientemente, Dix incide en la podredumbre, en la crueldad extrema y en el sinsentido. La obra concitó la ira de los nacionalsocialistas, que la consideraron como un auténtico sabotaje al espíritu militar alemán. Por el contrario, las organizaciones obreras y antibelicistas, la acogieron con entusiasmo, al punto de reeditar miles de ejemplares en ediciones económicas. </p>
<p>A día de hoy, un siglo después, los grabados de <em>La Guerra</em> siguen siendo una pieza clave del movimiento artístico de la Nueva Objetividad y una saludable vacuna contra la basura belicista que nos venden cotidianamente unos medias cada vez más militarizados.</p>