esclavismo

  • <p>Una oleada de suicidios durante el a&ntilde;o 2010 en la ciudad-f&aacute;brica de Foxconn, en Shenzhen, sac&oacute; a la luz las condiciones infrahumanas en las que vive y trabaja su plantilla laboral, formada en su mayor&iacute;a por j&oacute;venes y migrantes, llegados de diferentes regiones rurales de China.</p> <p>Esta empresa es la mayor fabricante mundial de componentes electr&oacute;nicos y da servicio a compa&ntilde;&iacute;as como Apple, Amazon o Google. El c&aacute;ndido discurso de Silicon Valley &mdash;&laquo;el sentimiento de construir un mundo mejor gracias a la tecnolog&iacute;a&raquo;&mdash; contrasta con las condiciones neoesclavistas que padecen las y los trabajadores de Foxconn, basadas en un taylorismo extremo y en una disciplina y vigilancia militarizadas, dentro y fuera de la cadena de montaje.</p> <p>Este libro recoge los testimonios de Yang, un estudiante y obrero industrial; Tian Yu, trabajadora migrante que sobrevivi&oacute; a un intento de suicidio; y Xu Lizhi, que antes de poner fin a sus d&iacute;as dej&oacute; escritas descarnadas poes&iacute;as que nos adentran en las fauces del sistema de Foxconn. Estos poemas, como el resto de textos, cuestionan el beneficio tecnol&oacute;gico, desde ese &laquo;otro lado del mundo&raquo;, en relaci&oacute;n con el coste humano, ecol&oacute;gico y social que entra&ntilde;a.</p> <p><em>&laquo;Hemos perdido el valor que nos corresponde como seres humanos y nos hemos convertido en una extensi&oacute;n de las m&aacute;quinas, su ap&eacute;ndice, s&iacute;, su esclavo. Muchas veces pensaba que la m&aacute;quina era mi amo y se&ntilde;or, cuyo cabello ten&iacute;a que peinar como un esclavo.&raquo;</em></p>
  • <p>Esta emigraci&oacute;n de supervivencia ofrece a las se&ntilde;oras de la fresa oportunidades de emancipaci&oacute;n y autonom&iacute;a. Es &uacute;til a Espa&ntilde;a y Marruecos por medio de un deal que puede parecer inaceptable y plantea una cuesti&oacute;n &eacute;tica: mujeres contra fresas. &iquest;Las mujeres espa&ntilde;olas habr&iacute;an aceptado esas condiciones para recolectar las fresas? &iexcl;No! &iquest;Habr&iacute;an aceptado separarse de sus hijos durante tres meses o m&aacute;s? &iexcl;No! Se busc&oacute;, por tanto, no muy lejos, obreras d&oacute;ciles, con criterios muy estrictos para que estas indeseadas no permanecieran en territorio espa&ntilde;ol. &iquest;Puede imaginarse siquiera a miles de mujeres espa&ntilde;olas trabajando en los invernaderos de fresas por un salario miserable en una regi&oacute;n que se enriquece gracias a la comercializaci&oacute;n del oro rojo? Enseguida habr&iacute;an aparecido denuncias contra las condiciones de trabajo y alojamiento, contra la dureza del trabajo, y reivindicaciones salariales. &iquest;Qu&eacute; otro trabajo impone a los adultos una vida en colectividad sin el m&aacute;s elemental respeto al derecho a la intimidad? Los procesos de emancipaci&oacute;n no deben hacernos olvidar la precariedad y las condiciones de reclutamiento de estas mujeres, elegidas entre las m&aacute;s fr&aacute;giles, desde un punto de vista social, de su pa&iacute;s. Todos estos factores persiguen evitar la menor rebeli&oacute;n, la menor reivindicaci&oacute;n, por peque&ntilde;a que sea.</p>
  • <p>El &quot;futuro del trabajo&quot; es el tema del momento en el peque&ntilde;o mundo de la &quot;gobernanza global&quot;. Casi todas las organizaciones internacionales lo han convertido en una prioridad, sin mencionar los think tanks y otras empresas de consultor&iacute;a. Su punto com&uacute;n: piense en este futuro desde el estrecho &aacute;ngulo de la &quot;cuarta revoluci&oacute;n industrial&quot; con sus robots, impresoras 3D y plataformas digitales para vender mejor las (des)regulaciones de trabajo. &iquest;Pero de qu&eacute; trabajo estamos hablando exactamente? &iquest;Para qui&eacute;n son estos discursos y an&aacute;lisis? &iquest;Para qu&eacute; fines? Hoy, tres cuartas partes de los trabajadores del mundo pertenecen a lo que se puede llamar el Sur global. Su abrumadora mayor&iacute;a sin acceso a un trabajo formal o protecciones sociales. Las impresoras 3D y los algoritmos son la menor de sus preocupaciones. Sin embargo, estos son los grandes ausentes del debate sobre el &quot;futuro del trabajo&quot;. Es urgente criticar y denunciar este &quot;debate&quot; pensado y organizado por multinacionales y Estados, sobre todo desde el punto de vista de aquellos que persisten en la marginaci&oacute;n.</p>
  • Las niñas salvajes es una magnífica novela corta de Ursula K. Le Guin, la historia de dos jóvenes nómadas que son raptadas y esclavizadas en una sociedad de espada y seda.
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