Federici

  • <p>Aquesta no &eacute;s una hist&ograve;ria de fades, sin&oacute; una de bruixes i resist&egrave;ncies, a l&rsquo;origen de la qual trobem el genocidi, l&rsquo;assetjament i el control disciplinari dels cossos de milers de dones a Europa, l'&Agrave;frica, l'&Agrave;sia i Am&egrave;rica.</p> <p>Algunes de les moltes lli&ccedil;ons pol&iacute;tiques que podem extreure de Caliban i la bruixa s&oacute;n la implantaci&oacute; d'una nova divisi&oacute; sexual del treball, la desmitificaci&oacute; de la foscor de l'edat mitjana o la diluci&oacute; de les pr&agrave;ctiques socials basades en els b&eacute;ns comunals per part d'un capitalisme embrionari.</p> <p>Tant la transformaci&oacute; del model productiu com el fen&ograve;men incipient d'acumulaci&oacute; de riquesa van desembocar en un canvi d'ordre social que va &laquo;naturalitzar&raquo; la viol&egrave;ncia cap a les dones, alhora que les arraconava a l'espai dom&egrave;stic. A partir d'una profunda investigaci&oacute; hist&ograve;rica, Federici ens ensenya els or&iacute;gens del m&oacute;n en qu&egrave; vivim, un m&oacute;n on les viol&egrave;ncies dels sistemes capitalista, patriarcal i colonial continuen vigents i ens demostren que la ca&ccedil;a de bruixes i els seus efectes hist&ograve;rics es cronifiquen fins als nostres dies.</p>
  • <p>De la emancipaci&oacute;n de la servidumbre a las herej&iacute;as subversivas, un hilo rojo recorre la historia de la transici&oacute;n del feudalismo al capitalismo. Todav&iacute;a hoy expurgado de la gran mayor&iacute;a de los manuales de historia, la imposici&oacute;n de los poderes del Estado y el nacimiento de esa formaci&oacute;n social que acabar&aacute; por tomar el nombre de capitalismo no se produjeron sin el recurso a una extrema violencia. La acumulaci&oacute;n originaria exigi&oacute; la derrota de los movimientos campesinos y urbanos, que normalmente bajo la forma de la herej&iacute;a religiosa reivindicaron y pusieron en pr&aacute;ctica diversos experimentos de vida comunal y reparto de la riqueza. Su aniquilaci&oacute;n abri&oacute; el camino a la formaci&oacute;n del Estado moderno, la expropiaci&oacute;n y cercado de las tierras comunes, la conquista&nbsp; y expolio de Am&eacute;rica, la apertura del comercio de esclavos a gran escala y una guerra contra las formas de vida y las culturas populares que tom&oacute; a las mujeres como su principal objetivo.</p> <p>Al analizar la quema de brujas, Federici no s&oacute;lo desentra&ntilde;a uno de los episodios m&aacute;s inefables de la historia moderna, sino el coraz&oacute;n de una poderosa din&aacute;mica de expropiaci&oacute;n social dirigida sobre el cuerpo y la reproducci&oacute;n femenina. &Eacute;sta constituye a un tiempo el acta de nacimiento de nuestra &eacute;poca como el registro de unas voces imprevistas (las de los subalternos: Calib&aacute;n y la bruja) que todavia hoy resuenan con fuerza en las luchas que resisten a la continua actualizaci&oacute;n de la violencia originaria.</p>
  • <p>Fil&oacute;sofas, rebeldes, activistas: este libro gr&aacute;fico cuenta la historia del feminismo en el contexto euro-norteamericano desde la Antig&uuml;edad hasta nuestros d&iacute;as. En sus p&aacute;ginas no s&oacute;lo se abordan sus principales figuras, sino tambi&eacute;n importantes debates feministas,como, por ejemplo, la igualdad de derechos, el trabajo dom&eacute;stico, el amor libre, la identidad y la diferencia, o las principales corrientes en lo relativo al g&eacute;nero, cada uno en su respectivo contexto hist&oacute;rico.</p> <p>De este modo, el lector tendr&aacute; claro que el feminismo no tiene un contenido concreto, establecido, sino que es la contribuci&oacute;n activa de las mujeres a los debates sociales de su tiempo, y que sus temas e inquietudes van cambiando conforme a c&oacute;mo lo hace el propio movimiento femenino. Ya se trate de m&iacute;sticas medievales, fil&oacute;sofas de la Edad Moderna, juristas contempor&aacute;neas o activistas radicales, todas ellas tienen en com&uacute;n su amor por la libertad femenina. Su ejemplo pone de manifiesto que el feminismo no es algo que se pueda &laquo;aprender&raquo;, sino el reto de tener una opini&oacute;n propia y de asumir su responsabilidad. Pero para ello es importante conocer la historia y buscar inspiraci&oacute;n en los debates del pasado.</p>
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