<p>Vivimos en unos tiempos en que la distancia entre el pensamiento cr&iacute;tico y el procedente de la Academia nunca hab&iacute;a sido tan grande, y eso que hoy m&aacute;s que nunca resulta necesario repensar la sociedad en su conjunto para poder siquiera atisbar la posibilidad de un mundo futuro donde la vida sea digna de ser vivida.</p> <p><em>De vagos y maleantes, Michel Foucault en Espa&ntilde;a</em> nos permite acercarnos a una &eacute;poca de una gran vitalidad pol&iacute;tica y creatividad intelectual, la del final del franquismo y la posterior Transici&oacute;n en el Estado espa&ntilde;ol. Este periodo se caracteriza por una eclosi&oacute;n de movimientos sociales (vecinales, feministas, de liberaci&oacute;n sexual, de cr&iacute;tica de las instituciones totales como la c&aacute;rcel o el manicomio, etc.), ansiosos por recrear nuevos discursos superadores de las anquilosadas tesis marxistas oficiales y por dibujar horizontes de ruptura que fueran m&aacute;s all&aacute; de la reforma o pacto a la baja que finalmente devendr&iacute;a la Monarqu&iacute;a constitucional.</p> <p>Tanto en la calle como en la Universidad y su entorno, la progresiva entrada de los textos de Foucault fue seguida con gran atenci&oacute;n, marcando de manera muy significativa la discusi&oacute;n pol&iacute;tica y filos&oacute;fica del momento. El fil&oacute;sofo de Poitiers no dej&oacute; a nadie indiferente, ni a los que, aunando reflexi&oacute;n y praxis, se valieron con toda libertad de su &laquo;caja de herramientas&raquo; para encontrar nuevas v&iacute;as de an&aacute;lisis y actuaci&oacute;n para la transformaci&oacute;n social; ni a los que, viendo peligrar las viejas ortodoxias marxistas, ve&iacute;an en Foucault un peligro para su hegemon&iacute;a en el &aacute;mbito acad&eacute;mico.<br /> Tal y como se refleja certeramente en esta radiograf&iacute;a de la Transici&oacute;n, los debates que el discurso cr&iacute;tico de Foucault provoc&oacute; en los medios acad&eacute;micos y fuera de los mismos, para algunos no fueron m&aacute;s que una mera moda intelectual, en su &eacute;poca de &laquo;enfants terribles&raquo; o de &laquo;comunistas de sal&oacute;n&raquo; &mdash;tipo Fernando Savater, Josep Ramoneda o Gabriel Albiac&mdash;, antes de pasar a ejercer de intelectuales org&aacute;nicos del nuevo r&eacute;gimen. Sin embargo, tanto entonces como ahora las reflexiones de Foucault siguen siendo para muchos un referente fundamental para el an&aacute;lisis de las formas de opresi&oacute;n y la elaboraci&oacute;n de nuevos discursos emancipatorios.<br /> &nbsp;</p>