género

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    <p>Los debates en torno a la masculinidad y la creaci&oacute;n de &shy;grupos de hombres, han carecido hasta ahora de una revisi&oacute;n cr&iacute;tica sobre su verdadero alcance transformador. En &shy;Masculinidades y feminismo, se cuestiona la noci&oacute;n, a priori positiva, de nuevas masculinidades. &nbsp;</p> <p>Por lo general, estas se componen de adultos heterosexuales, de clase media blanca y con n&uacute;cleos familiares heteronormativos que, a menudo, excluye a las masculinidades homosexuales, afeminadas, trans*, menores o adolescentes, migrantes, personas mayores o mujeres masculinas. <br /> <br /> En la pr&aacute;ctica, nos encontramos ante grupos autoreferenciales que enfatizan cada vez m&aacute;s la propia identidad masculina, en lugar de ahondar en las relaciones de poder o el di&aacute;logo con el feminismo. Esto muestra c&oacute;mo el hombre sigue vi&eacute;ndose y mir&aacute;ndose como principio y fin, superh&eacute;roe en el campo de la lucha por la igualdad. Asimismo, la ficci&oacute;n entre nueva y vieja masculinidad, sustituye a la comprensi&oacute;n del desarrollo hist&oacute;rico de la dominaci&oacute;n patriarcal por una difusa divisi&oacute;n generacional. <br /> <br /> La supuesta e insuficiente asunci&oacute;n de roles en campos como la paternidad o las tareas dom&eacute;sticas, oculta la profunda desigualdad de g&eacute;nero existente en lo social, y el hecho de que los hombres seguimos monopolizando los espacios de socializaci&oacute;n, sin renunciar a nuestros privilegios en el trabajo, los movimientos sociales, etc. <br /> <br /> La pregunta es si se puede acabar con la desigualdad sin acabar tambi&eacute;n con la masculinidad y, por lo tanto, si esta debe reformarse, transformarse o abolirse.&nbsp;</p>
  • <p>La victimizaci&oacute;n de las mujeres es inseparable del rol hist&oacute;rico que se les ha atribuido en relaci&oacute;n con la violencia. Reducir su papel al de cuidadoras u objetos de protecci&oacute;n por parte de los hombres ha servido para criminalizar y castigar como monstruosa toda desviaci&oacute;n de esa denominada &laquo;condici&oacute;n femenina&raquo;. Mediante la ley y las instituciones, y desde los medios de comunicaci&oacute;n y las propias relaciones sociales, se articula y se transforma una norma de g&eacute;nero que castiga a quienes la transgreden. <em>Putas e insumisas</em> no solo cuestiona este escenario de opresi&oacute;n, sino que reivindica la autonom&iacute;a y la capacidad de autodefensa individual y colectiva, desmitificando la relaci&oacute;n social e imaginaria que dibuja a las mujeres como seres pasivos. Las mujeres recibimos... pero tambi&eacute;n repartimos.</p>
  • Desde su publicación en 2018 este libro ha supuesto una auténtica revolución en la comprensión del terror sexual y las narrativas asociadas a la violación como un mecanismo social de disciplinamiento de los cuerpos de las mujeres.
  • En Urbanismo feminista se concretan y detallan diferentes aspectos relativos a esa ciudad que pone la vida en el centro, desde la clara conciencia de que solamente los procesos impulsados desde abajo, y a partir de la complejidad comunitaria, edificarán una realidad urbana radicalmente distinta a la que conocemos.
  • Las niñas salvajes es una magnífica novela corta de Ursula K. Le Guin, la historia de dos jóvenes nómadas que son raptadas y esclavizadas en una sociedad de espada y seda.
  • <p><em>La Madeja</em> vuelve un a&ntilde;o despu&eacute;s con algunos cambios. El m&aacute;s importante, quiz&aacute;s, es que abandonamos las secciones para hacer n&uacute;meros monogr&aacute;ficos. Hemos elegido como punto de encuentro, para empezar, el tema del cuerpo.</p> <p>El cuerpo, as&iacute;, sin m&aacute;s indicaciones, el cuerpo como significante abierto, dispuesto a llenarse de diferentes significados. &Eacute;sa ha sido nuestra intenci&oacute;n al invitar a algunas personas que, desde distintos posicionamientos te&oacute;ricos y sobre todo vitales, trabajan sobre/desde/en/a trav&eacute;s del cuerpo. As&iacute;, en este nuevo n&uacute;mero podemos encontrar un buen muestrario de cuerpos: cuerpos, presencia y voz que buscan hacer un hueco a las palabras, cuerpos de mujeres que envejecen, cuerpos atravesados por un sistema que los niega y los objetiviza, cuerpos de mujeres que buscan hacerse grandes a trav&eacute;s del placer, cuerpos que son nombrados fuera de la l&oacute;gica de la supuesta normalidad, cuerpos de mujeres fotografiados en las c&aacute;rceles de Argentina, cuerpos masculinos que reflexionan sobre su cuerpo, sobre el lenguaje que lo narra, cuerpos que habitan las guerras, cuerpos que dialogan con la palabra po&eacute;tica, cuerpos de otros continentes, cuerpos que bailan, cuerpos que resisten, cuerpos que se encuentran frente a los espejos, cuerpos herejes, cuerpos que se adornan, cuerpos doloridos, cuerpos que dan a luz, cuerpos que dan luz&hellip; Cuerpos.</p>
  • <p>El presente libro trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistem&aacute;ticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. En sus distintos cap&iacute;tulos, Angela Y. Davis ofrece un an&aacute;lisis riguroso y esclarecedor que no s&oacute;lo pone de manifiesto las estrategias de lucha de las mujeres negras, sino los problemas de composici&oacute;n de las diferencias que siguen desgarrando los movimientos pol&iacute;ticos actuales.</p>
  • <p>Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma m&aacute;s igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia dom&eacute;stica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco m&aacute;s libres.<br /> <br /> No obstante, el feminismo quer&iacute;a mucho m&aacute;s que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quer&iacute;a superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de ra&iacute;z. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihom&oacute;fobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo.<br /> <br /> Tanto da&ntilde;o hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro</p>
  • <p>Regla, menstruaci&oacute;n, periodo&hellip; &iquest;Qu&eacute; es? &iquest;Qu&eacute; pasa si no viene? &iquest;Qu&eacute; se puede usar cuando te baja? &iquest;Todas las personas la vivimos igual? As&iacute; son nuestras reglas ilustra la menstruaci&oacute;n desde una diversidad de cuerpos y vivencias, con humor y mirada feminista.</p> <p>Las historias que aqu&iacute; ver&eacute;is son fruto de conversaciones que tuvo la ilustradora EsCarolota con diferentes personas &ldquo;Hablar de la regla con otras personas, conocer otras vivencias y otros puntos de vista ayuda a abrir la mente y a crecer&rdquo; explica su autora.</p>
  • Feminismos

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    <p>&laquo;Ser feminista es la &uacute;nica opci&oacute;n decente en nuestro mundo. En un contexto en el que el g&eacute;nero determina una desigualdad estructural, la neutralidad no es una opci&oacute;n realista: o se est&aacute; contra el patriarcado o se contribuye m&aacute;s o menos activamente a perpetuarlo. Y aunque hay muchas formas de interpretar esta afirmaci&oacute;n, cualquiera que se defina como feminista estar&aacute; de acuerdo en algo: en un mundo feminista tus genitales no determinar&iacute;an tu destino.&raquo;</p> <p>La presente obra es el resultado de la colaboraci&oacute;n de mujeres que han volcado su vida y su dedicaci&oacute;n profesional al estudio, la comprensi&oacute;n y la divulgaci&oacute;n del feminismo. Es un grano de arena m&aacute;s que se suma al esfuerzo de millones de mujeres, sobre todo, y de hombres por visibilizar uno de los mayores problemas y retos con los que se ha enfrentado la sociedad desde los or&iacute;genes hasta nuestros d&iacute;as: la desigualdad por raz&oacute;n de g&eacute;nero.</p>
  • <p>La hist&oacute;rica revista mujeres Libres se imprimi&oacute; por primera vez en mayo de 1936. Editada por mujeres del poderoso movimiento libertario, la revista buscaba a trav&eacute;s de la formaci&oacute;n, la reflexi&oacute;n y la denuncia, dotar a las mujeres de una voz espec&iacute;fica en la lucha global por la igualdad y la libertad de los seres humanos.</p> <p>&nbsp;</p> <p>&ldquo;El primer objetivo de la lucha de la mujer consiste en hacer comprender al hombre y en primer lugar a sus padres, hermanos y parientes, qye sin la libertad de las mujeres no vale nada la de los hombres&rdquo; o &ldquo;Estamos ciertas que miles de mujeres reconocer&aacute;n aqu&iacute; su propia voz, y pronto tendremos junto a nosotras toda una juventud que se agita desorientada en f&aacute;bricas, campos y universidades, buscando afanosamente la manera de encauzar en f&oacute;rmulas de acci&oacute;n sus inquietudes&rdquo;. Son dos de las declaraciones de intenciones que las editoras incluyeron en este primer n&uacute;mero.</p> <p>La revista pronto se convirti&oacute; en el &oacute;rgano de expresi&oacute;n de Mujeres Libres, una organizaci&oacute;n que lleg&oacute; a contar con 28.000 mujeres afiliadas, 147 agrupaciones locales conocidas y una gran actividad cultural, pedag&oacute;gica y revolucionaria.</p> <p>--</p> <p>Dentro de la labor de difusi&oacute;n de la cultura libertaria, la Fundaci&oacute;n Anselmo Lorenzo ha decidido reimprimir la primera &eacute;poca (1936-39) de esta revista anarcofeminista, sepultada en la doble fosa del fascismo y del patriarcado. Desenterrar la historia escrita por nuestras compa&ntilde;eras, precursoras de un mundo nuevo, y que su lucha sirva de experiencia, aprendizaje e inspiraci&oacute;n al movimiento feminista actual. Porque fueron somos. Porque somos, ser&aacute;n.</p>
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