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<p>Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma más igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia doméstica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco más libres.<br /> <br /> No obstante, el feminismo quería mucho más que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quería superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de raíz. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihomófobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo.<br /> <br /> Tanto daño hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro</p>
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<p>Cuando una persona rompe con las estructuras internas con las que concibe su identidad, género y sexo, un mundo nuevo aparece y la vida se llena de posibilidades infinitas.</p> <p>Merche transita por nuevos senderos y en su caminar encontrará personas que le mostrarán realidades que nunca antes hubiese imaginado.</p>
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<p>Este libro recoge el diálogo mantenido entre Donna Haraway y Marta Segarra con el que se clausuró el ciclo de debates de pensamiento del CCCB del 2018, «Después del fin del mundo». El diálogo busca profundizar algunas de las ideas expuestas por Haraway en su libro Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno, entre ellas: cómo los feminismos han contribuido a pensar de forma diferente, no solo sobre las mujeres y el género, sino también sobre el planeta, y qué papel tienen las mujeres a la hora de hacer el planeta más habitable; la necesidad de velar por un mundo más integral y menos binario; y de aprender tanto a habitar el mundo, como a configurar mundos. Asimismo, invita a ampliar las estructuras de parentesco a «parentescos raros», velando por relaciones de solidaridad y lazos que contemplan la respons-habilidad de los unos con los otros, y negándose a pensar que esto es algo exclusivamente humano.</p>
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<p>Este libro, procedente de una de las voces más destacadas y reconocidas del activismo trans y del feminismo estadounidense, Julia Serano, contribuye a paliar la ausencia y la desatención de las mujeres trans en el movimiento feminista. Desde una perspectiva transfemenina, la autora analiza cuestiones como el sexo, el género y la identidad, el sexismo, el travestismo o el “privilegio masculino“, así como la transfobia y la transmisoginia, entre otros tantas otras. Ofrece una descripción comprensiva e imprescindible sobre lo que significa ser una mujer trans dentro de una sociedad patriarcal, y sobre qué es una vida trans como tal. Whipping Girl es un texto necesario, una referencia ineludible que nace en el activismo trans estadounidense y que atraviesa todo el pensamiento feminista. Este libro muestra que sin el reconocimiento de la comunidad trans, a veces olvidado en el movimiento feminista y siempre en el sistema cisheteronormativo y patriarcal, no habrá justicia.</p>
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<p>Este libro ofrece un conjunto de reflexiones que el campo de la salud debe absorber para incidir con conductas que promuevan la autonomía y la dignidad. Resulta consternadora la rémora de las viejas concepciones acerca de los procesos de salud-enfermedad, la ceguera cognitiva respecto de la generización inexorable de tales fenómenos y, muy especialmente, la recusa de percepción contextual para hacer inteligible el lenguaje del cuerpo que enuncia sus significados contrariando a los presupuestos naturales. A menudo he sostenido una advertencia, y me parece más que adecuado dar la bienvenida a este libro volviendo a ella: para quienes creen a pie juntillas que hay una lectura transparente de los fenómenos de la naturaleza, es bueno que sepan que la naturaleza no sabe que se llama naturaleza. Su lenguaje es el que hemos inventado, una arbitraria operación mediadora con la que damos por sentado principios y leyes. Conviene abdicar de su prepotencia, y hacer de la salud un estatuto libertario, tal como emerge como acicate de las páginas de este texto.</p> <p>Artículos de Dora Barrancos, Sabrina Balaña, Agostina Finielli, Carla Giuliano, Andrea Paz, Carlos Ramírez, Marta Dillon, Moira Pérez, Laura Contrera, Débora Tajer, Luciano Fabbri, Blas Radi, Karina Felitti, Valeria Salech, Violeta Osorio, Julieta Saulo y Ruth Zurbriggen.</p>